El 80-90% de los úteros presentan una elevada contaminación en los días siguientes al parto (hasta los 10-14 días del postparto en la mayoría de las vacas), siendo los microorganismos más comunes: E. coli, Streptococcus, A. pyogenes, B. licheniformis, Prevotella spp, y F. necrophorum.
La relajación de las barreras físicas que normalmente impiden la entrada de microorganismos al útero (principalmente el cérvix) y la existencia dentro del útero de un medio de cultivo idóneo para su crecimiento (sangre, restos de tejidos necrosados, etc..) son los responsables de que esto ocurra.