El crecimiento rápido de la industria del etanol durante los últimos años ha generado grandes cantidades de coproductos que se encuentran disponibles como alimento para el ganado. El grano de maíz constituye aproximadamente el 97,5% de la materia prima usada en la producción de etanol en EE.UU. (Zhao y col., 2009).
El maíz es convertido a etanol principalmente usando dos procedimientos: molienda húmeda y molienda seca. En el proceso de la moliendo húmeda, el grano de maíz es separado en cuatro componentes (almidón, germen, fibra y proteína), y posteriormente el almidón es fermentado para producir etanol. Por el contrario, durante el proceso de fermentación para la producción de etanol por molienda seca se usa el grano de maíz entero.
Los coproductos alimenticios obtenidos mediante ambos procesos constituyen aproximadamente el 30% del grano de maíz original. Por lo general, mediante el procedimiento de molienda húmeda, un 24% del grano de maíz original es recuperado como corn gluten feed y un 6% como corn gluten meal (Johnson y May, 2003).
En el proceso de molienda seca, un 30% del grano original es recuperado como granos secos de destilería con solubles (DDGS; Mathews y McConnell, 2009).
EVALUACIÓN DE PLANTAS DE ETANOL
La concentración de micotoxinas en los productos resultantes del proceso de obtención de etanol cuando se parte de granos contaminados con hongos ha sido evaluada en varios experimentos (Bennet y col., 1981; Bothast y col., 1992; Lillehoj y Lagoda, 1978; Schasma y col., 2009; Zhang y Caupert, 2011). Los resultados comunes obtenidos en esos experimentos fueron:
- Ausencia de micotoxinas en el etanol.
- Mínima degradación de las micotoxinas durante el proceso de fermentación.
- La concentración de micotoxinas es superior en los co-productos obtenidos que en los granos de origen.
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