En el número anterior de Frisona Española (volumen 197, página 102) discutimos varios estudios en los que se compararon las diferencias en eficiencia alimentaria entre vacas de raza Jersey y Holstein.
Aunque algunos estudios publicaron diferencias genéticas en eficiencia alimentaria entre estas razas, los resultados son inconsistentes. Linn y col. (2006) sugirieron que la eficiencia alimentaria de un rebaño lechero debería mantenerse entre 1,5 y 1,6 kg de leche por cada kg de materia seca (MS) consumido.
Sin embargo, cuando la eficiencia es calculada de esta manera, no se puede diferenciar si la energía consumida por el animal es utilizada para el mantenimiento de las funciones vitales, la producción láctea, o el aumento de la condición corporal (CC).
Por lo tanto, no es posible distinguir si la energía utilizada para la producción de leche procede de la dieta, o de la movilización de reservas corporales.
Como resultado, las vacas que movilizan más tejidos corporales podrían parecer más eficientes. El objetivo de este artículo es analizar algunos factores que podrían explicar las diferencias en eficiencia alimentaria observadas entre vacas Jersey y Holstein.
Parto
Según las recomendaciones de investigadores de la Universidad de Cornell (Van Amburgh y col. 1998), para optimizar el rendimiento lechero durante la primera lactación las novillas deberían parir con un peso superior al 82% del peso de las vacas adultas (tercera lactación).
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