Fernando Diaz, Juan Sanchez Duarte & Nuria García
La harina de soja es el principal suplemento proteico suministrado a vacas lecheras en los EEUU. Sin embargo, el uso de harina de colza en dietas lecheras ha aumentado considerablemente debido a su mayor disponibilidad en el mercado. La reciente expansión de la industria de la colza en Canadá ha incrementado la oferta de esta fuente proteica. Según el “Canola Council” de Canadá, durante la campaña 2017-18, los EEUU importaron 2.976 millones de toneladas, representando más del 70% de todas las harinas importadas. Además, los EEUU importaron 0,5 millones de toneladas de semilla de colza. Los estados lecheros fueron el principal destino de la harina de colza canadiense.
Seis proyectos de investigación llevados a cabo en los EEUU (Wisconsin, Dakota del Sur y Ohio) y Canadá (Quebec) durante la ultima década han evaluado el efecto de sustituir harina de soja con harina de colza sobre la producción y la eficiencia proteica de vacas lecheras. Las dos harinas fueron extraídas mediante solventes.
Composición nutritiva de las harinas
La composición nutritiva de las harinas de colza y soja utilizadas en cinco de esos estudios esta publicada en las tablas 1 y 2. En el estudio llevado a cabo en la Universidad Estatal de Ohio (Weiss y col., 2015) no se reportaron la composición química de las harinas. Comparado con la harina de colza, el contenido en proteína promedio fue un 27% mayor en la harina de soja [41,8 frente a 53,0% de la materia seca (MS)]. Además, la harina de colza contenía más fibra [neutro (27,3 frente a 8.0%) y ácido detergente (18.3 frente a 4,9%)] y grasa (3,5 frente a 1,6%) que la harina de soja.
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