Fernando Diaz & Alvaro Garcia
En términos sencillos, la rentabilidad en la producción lechera puede definirse como la diferencia entre el precio obtenido por la leche y el coste de producción, multiplicado por los litros de leche producidos.
Es muy importante que el productor tenga una noción firme de estos tres componentes (precio, coste y volumen) e intente modificarlos a su favor. Con precios de la leche altos y costes de los insumos bajos, se deben emplear todos los medios posibles para mejorar la producción y aumentar los ingresos brutos.
Cuando la relación entre el precio de la leche y los insumos no es favorable, la estrategia es, por lo general, reducir los costes, pero esta estrategia de ahorro a corto plazo a menudo afecta a la productividad de la vaca a medio y largo plazo y, por tanto, a la leche producida por la granja.
Es fundamental que los productores identifiquen aquellas áreas en las que pueden reducir los costes sin afectar de forma negativa a las vacas tanto en el corto como en el largo plazo.
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