Las vacas sometidas a estrés calórico son más susceptibles a padecer acidosis ruminal. Para mantener buena salud ruminal las vacas requieren mayor cantidad de fibra efectiva en la dieta.
Durante épocas cálidas es recomendable el uso de forrajes con alta digestibilidad de la fibra y alto contenido energético para proporcionar la fibra y la energía que requieren estos animales.
La acidosis ruminal es un proceso derivado de la acumulación excesiva de ácidos grasos volátiles en el rumen y/o un aporte insuficiente de sustancias que neutralicen su acidez (tampones) vía saliva o ingestión de alimento.
Cambios fisiológicos, metabólicos y del comportamiento de vacas sometidas a estrés calórico aumentan su susceptibilidad a padecer acidosis ruminal subaguda o subclínica (acidosis ruminal), caracterizada por caídas del pH ruminal hasta valores entre 5.2 y 5.6 durante dos horas y media a cinco horas diarias.
Un estudio elaborado en los años 70, observó pH ruminales inferiores en vacas en ambientes cálidos, con temperaturas de 29.4 °C y una humedad relativa del 85% alimentadas con dietas de alto contenido en forraje (por encima del 65%) en comparación con ambientes fríos, entorno a los 18.3 °C y 50 % de humedad relativa.
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