Andrés Haro y Álvaro García
Para lograr su mayor potencial reproductivo, las vacas lecheras deben concebir lo antes posible después del parto. Los cambios endocrinos, conocidos como el retorno a la actividad ovárica posparto, ocurren después de la involución uterina y la normalización de la función del eje hipotálamo-hipófisis-ovario. El uso de gonadotropina coriónica equina (eCG) en vacas lactantes puede inducir la actividad ovárica posparto y provocar que se reanude el crecimiento folicular.
Investigaciones recientes realizadas en la Unidad experimental de Teagasc Moorepark, Irlanda, demostraron los efectos de la eCG en el inicio de la actividad ovárica, la salud y la involución uterinas en vacas lecheras posparto. Rojas et al. (2019) utilizaron 34 vacas lecheras multíparas y primíparas, que recibieron 2 ml (500 UI) de eCG (tratamiento) o 2 ml de cloruro de sodio al 0.9% (control), vía intramuscular a los 8 días después del parto.
Procedimientos:
- Las concentraciones de progesterona se midieron en muestras de leche recolectadas a partir del día 10 hasta el día 60 después del parto.
- La actividad ovárica se midió a partir del día 10 hasta el día 14 después del parto.
- La involución uterina (diámetro del cuello uterino y las astas) se evaluó mediante ultrasonido transrectal los días 21, 28, 35 y 42 después del parto.
- La salud uterina se evaluó analizando el flujo vaginal.
Las vacas fueron alojadas en el mismo corral, alimentadas ad libitum con más de 6 kg de concentrado por día y ordeñadas dos veces al día. El comienzo de la actividad lútea y las características del ciclo estral se determinaron si la muestra de leche contenía más de 3 ng/ml de progesterona. La duración de la fase lútea se determinó cuando dos concentraciones consecutivas de progesterona en la leche fueron superiores a 3 ng/ml al principio y al final y se definió como el intervalo interovulatorio. La salud vaginal y del útero se evaluó mediante descargas vaginales, citología endometrial y midiendo el diámetro del cuello uterino y los cuernos del útero. Los resultados fueron los siguientes:
- El tratamiento con eCG y el numero de partos no afectó el inicio de la actividad lútea, el desarrollo folicular y el ciclo estral posparto. Sin embargo, hubo una interacción con una mayor incidencia de ovulación durante la primera onda folicular posparto en vacas con eCG en comparación con el control (68.7% vs. 61.5%, respectivamente).
- No hubo efecto de la eCG en vacas que reanudaron la ciclicidad del estro, pero la eCG aceleró la actividad lútea posparto en vacas multíparas, pero no en vacas primíparas.
- La involución uterina en vacas tratadas con eCG fue similar a la de las vacas control. Sin embargo, después del parto, los cuernos uterinos grávidos y no grávidos fueron más pequeños en vacas primíparas que en vacas multíparas.
- El flujo vaginal posparto disminuyó en las vacas tratadas con eCG en comparación con las vacas control. Además, el flujo vaginal también disminuyó en vacas multíparas en comparación con vacas primíparas.
En conclusión, el uso de gonadotropina coriónica equina no afecta la actividad ovárica en vacas lecheras. Sin embargo, mejora la salud uterina al reducir el flujo vaginal y da como resultado una mejor involución uterina.
Referencia
Canadas, E. R., Lonergan, P., Butler, S. T. 2019. Effect of equine chorionic gonadotropin administration on day 8 post-partum on ovarian follicular development, uterine health and uterine involution in lactating dairy cows. Theriogenology. 123: 54-61.
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