Fernando Diaz
Para llevar a cabo un programa de reproducción con éxito en una explotación lechera es fundamental un diagnóstico de gestación preciso y temprano, que permita detectar las vacas preñadas lo antes posible. Además, permitirá tomar decisiones más adecuadas acerca de la alimentación y el secado de las vacas y de las que se destinan a desvieje.
Un test de gestación debe ser altamente sensible, específico, económico y fácil de realizar en la granja. Las pruebas actuales que se realizan para el diagnóstico de gestación incluyen métodos directos (palpación transrectal y ecografía) e indirectos (detección de progesterona en leche y detección de glucoproteínas asociadas a la gestación en sangre o leche). Todos estos métodos son costosos, requieren el manejo de los animales y tienen una eficacia limitada.
Durante la gestación, las vacas experimentan cambios en sus requerimientos energéticos y metabólicos que se reflejan en la producción y composición de la leche. A medida que la gestación avanza, se produce un aumento de grasa, proteínas, lactosa y caseína en la leche y, generalmente, a partir del tercer mes de gestación, la producción de leche comienza a disminuir progresivamente.
La espectroscopía infrarroja por transformada de Fourier (MIR) es una técnica que se utiliza de manera rutinaria para analizar los principales componentes de la leche. Permite un análisis de bajo coste, alto rendimiento y a gran escala, por lo que sería muy interesante utilizar esta técnica para diagnosticar la gestación de forma sencilla y económica en las granjas.
Con el objetivo de evaluar la capacidad de la MIR para predecir el estado de preñez en las vacas lecheras, se llevó a cabo un estudio en Australia, publicado en el Journal of Dairy Science en abril de 2020. Para ello, los autores utilizaron los datos, incluidos los espectros MIR de leche y los registros de inseminación, de 8.064 vacas Holstein, procedentes de 19 explotaciones lecheras comerciales ubicadas en Victoria, Tasmania y Nueva Gales del Sur, durante los años 2016, 2017 y 2018.
Análisis de la leche mediante la espectroscopía infrarroja
Para determinar el estado de cada vaca, como abierta o preñada, para cada fecha de prueba, se utilizaron los registros de inseminación y la fecha de parto prevista correspondiente. Cuando una inseminación no acabó en una gestación, se establecieron los registros MIR de antes y después de la inseminación en estado abierto. Cuando a partir de una inseminación sí que se consiguió una gestación, se establecieron los registros MIR que se produjeron antes y después de esa inseminación en estado abierto y preñado, respectivamente. La gestación se confirmó mediante el registro del parto real. Las vacas sin registro de parto se consideraron abiertas.
Cuando se utilizaban los datos combinados de todas las etapas posteriores a la inseminación, los resultados de este estudio fueron limitados, por lo que los científicos decidieron analizar modelos separados en siete etapas después de la inseminación. Se desarrollaron estos modelos utilizando los datos recogidos a partir del día 150 de gestación.
El estudio concluyó que los datos espectrales MIR de la leche recogidos en diferentes etapas posteriores a la inseminación no son suficientes para realizar un diagnóstico de gestación. Sin embargo, los resultados que arrojan los datos registrados en una etapa más tardía son muy prometedores. Si fuera posible confirmar estos resultados con un conjunto de datos más grande, se podría poner de manifiesto que la técnica MIR puede predecir el estado de gestación con precisión en su etapa tardía, pero no en la temprana, y el modelo desarrollado en este estudio podría usarse como una herramienta complementaria para detectar el aborto fetal.
Referencia
Delhez P, Ho PN, Gengler N, Soyeurt H, Pryce JE. 2020. Diagnosing the pregnancy status of dairy cows: How useful is milk mid-infrared spectroscopy? J. Dairy Sci. 103:3264–3274.
© 2021 Dellait Dairy Knowledge Center. All Rights Reserved.