Álvaro García
Tanto la condición corporal de las vacas en el momento del parto como sus fluctuaciones a lo largo de la lactación influyen de forma significativa en la salud y la fertilidad de las vacas lecheras de alta producción. La evaluación de la condición corporal (CC) es un instrumento muy útil para estimar las reservas de grasa corporal y juega un papel muy importante en la gestión de las granjas. Aunque el proceso tradicional de evaluación de la CC requiere una gran cantidad de mano de obra, los últimos avances tecnológicos han simplificado el proceso, facilitando así una estimación eficiente de la CC. Algunos parámetros cuantificables, como el beta-hidroxibutirato (βHB) en sangre y la CC, son fundamentales a la hora de diagnosticar la cetosis subclínica en los rebaños lecheros. Se ha demostrado que el beta-hidroxibutirato es un indicador fiable de salud, ya que muestra una fuerte correlación positiva con la producción media de leche en vacas primíparas. Sin embargo, aún existen dudas sobre cómo aplicarlo en granjas comerciales, especialmente en el caso de vacas primíparas y multíparas. Por otra parte, la combinación de biomarcadores en sangre puede proporcionar información muy importante, sobre todo para detectar fases subclínicas de enfermedades que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas en vacas aparentemente sanas. Sin embargo, hasta ahora no se había explorado una vía alternativa y comercialmente más viable para el análisis de biomarcadores, en la que no fuera necesario extraer sangre de cada una de las vacas.
Antanaitis et al. (2021) estudiaron la relación entre la CC, la producción de leche y biomarcadores como el beta-hidroxibutirato (βHB), la deshidrogenasa láctica (LDH) y la progesterona láctea (mP4). El objetivo principal de este estudio era determinar si estos biomarcadores presentaban alguna diferencia entre las vacas en estado de gestación y las que no lo estaban, con el fin de comprender mejor su posible contribución al éxito de la gestación, la salud general de las vacas y la fertilidad. Se recogieron datos de estos biomarcadores del sistema de ordeño automatizado de cada vaca desde el día del celo hasta 7 días después del mismo. Se suministró regularmente a las vacas una dieta equilibrada para satisfacer sus necesidades nutricionales y se agruparon en función de su CC, lactancia y estado de gestación. Se evaluó la condición corporal mediante un sistema de cámara 3D, y los biomarcadores de la leche se recogieron con Herd Navigator™, un sistema informatizado desarrollado por Lattec I/S, una empresa danesa con sede en Hillerød (Dinamarca). Sus funciones son diversas: seguimiento del estado reproductivo, detección de problemas de salud como la mastitis, control de la producción de leche, integración de diversas fuentes de datos, automatización de procesos y asistencia en la toma de decisiones para mejorar la eficiencia global de la granja. Se combinó este sistema con un robot de ordeño DeLaval que extrajo muestras de leche de cada vaca para realizar análisis completamente automatizados para medir la LDH, la mP4 y el βHB. El aumento de los niveles de βHB está estrechamente relacionado con la disminución de la producción de leche, el deterioro del rendimiento reproductivo y el aumento del riesgo de trastornos metabólicos, por lo que es esencial para el bienestar de las vacas lecheras detectar a tiempo un aumento de los niveles de este ácido. Gracias a la medición de la actividad de la lactato deshidrogenasa (LDH) en la leche, es posible detectar la mastitis subclínica de forma rentable y fiable, con una sensibilidad y especificidad óptimas. Además, hay que tener en cuenta que la LDH es tan eficaz como indicador de inflamación de la mastitis como las proteínas de fase aguda y el recuento de células somáticas. Por lo tanto, el sistema Herd Navigator™ posee unas capacidades de diagnóstico precisas que permiten comprender mejor los factores que influyen en la fisiología reproductiva de las vacas lecheras. Además, no sólo es útil para la gestión reproductiva, sino que también permite evaluar continuamente la actividad luteal y su impacto en la fertilidad.
Según los resultados de este estudio, las vacas gestantes presentaron 0,49 puntos más de CC, produjeron 4,36 kg menos de leche y sus niveles de mP4 fueron 6,11 ng/mL por encima de los de las vacas no gestantes. Se asoció la evaluación de la condición corporal con el estado de gestación y también se correlacionó con otros biomarcadores como la producción de leche, BHB, LDH y mP4. En comparación con las vacas con una CC igual o inferior a 3,2, las vacas con una CC superior a 3,2 eran 22 veces más propensas a alcanzar el éxito reproductivo. Es más, se relacionó el aumento de 0,5 puntos en la CC con un incremento ocho veces mayor en el éxito reproductivo.
Estos resultados enfatizan la importancia de controlar los biomarcadores de la leche, en particular la CC, la mP4 y la producción, para evaluar el estado reproductivo y la salud general de las vacas. Estos biomarcadores ofrecen información importante sobre los factores que afectan al éxito reproductivo, lo que permite mejorar el manejo del rebaño. Pero lo más importante es que este estudio subraya la gran relevancia económica de integrar un control rutinario de la CC mediante cámaras 3D en la gestión de las granjas lecheras. Estas cámaras permiten obtener una evaluación precisa de la condición corporal, que es clave para estimar las reservas de grasa corporal, lo que a su vez influye significativamente en la salud y la fertilidad de las vacas lecheras de alto rendimiento. Mientras que las evaluaciones de CC tradicionales requieren mucha mano de obra, las cámaras 3D agilizan el proceso y permiten obtener una estimación más precisa de la CC. Gracias a estas nueva técnica, no sólo se ahorra tiempo, sino que también se mejora la precisión de las evaluaciones. Es fundamental analizar los biomarcadores de la leche junto con la CC para diagnosticar enfermedades subclínicas. Gracias a una evaluación eficaz de la salud y del estado reproductivo de las vacas, los ganaderos pueden optimizar el manejo de la alimentación y reducir los riesgos de que disminuya la producción de leche, se vea afectado el rendimiento reproductivo o se produzcan trastornos metabólicos. En definitiva, el uso de cámaras 3D junto con sistemas automatizados avanzados es una estrategia económicamente sólida para la gestión de las granjas lecheras, ya que mejora el bienestar de las vacas, favorece la fertilidad y aumenta la producción de leche, maximizando así la rentabilidad global.
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