Joaquín Ventura & Fernando Diaz
La primera nave para vacas lecheras con cama de compost se puso en marcha en Minnesota (Estados Unidos) en 2001, con el objetivo de mejorar el confort, la salud y la longevidad del ganado consiguiendo, al mismo tiempo, la simplificación y abaratamiento de las tareas de mantenimiento de la cama. Desde ese momento, el uso de la cama compostada se ha extendido por todo el mundo y, especialmente durante los últimos cinco años, en países de clima tropical.
La literatura muestra que las granjas que utilizan alojamientos con cama de compost mejoran su producción láctea y la calidad de la leche, así como el bienestar de los animales y su salud. No obstante, hasta el momento no se había analizado el impacto económico de cambiar de un sistema de explotación de corrales secos con pendiente (dry lots) a otro con cama de compost.
Por este motivo, un equipo de investigadores de la Universidad Federal de Viçosa (Brasil) y la Universidad de Florida (Estados Unidos) llevaron a cabo un estudio de los rasgos productivos, resultados económicos y riesgos de pérdidas que supone cambiar de un sistema de explotación de dry lots a otro con cama de compost.
Cambiar de un sistema de explotación de dry lots a otro con cama de compost
El trabajo de campo incluyó los registros de 18 granjas de vacuno lechero del estado brasileño de Minas Gerais, una zona de Brasil con clima tropical de dos estaciones (lluviosa y seca), que utilizaban ganado de raza Hosltein o cruces de Holstein con un mínimo del 75 % de pureza racial. Los datos para realizar el estudio se recogieron de forma mensual durante 36 meses consecutivos.
Las 18 granjas continuaron trabajando con un sistema de dry lots durante el primer año del estudio, con las vacas alojadas en grandes áreas abiertas (más de 50 m² por animal), con una leve cubierta de hierba (insuficiente para que las vacas la pastasen), una zona de alimentación y una zona con sombra. De las 18 explotaciones, seis cambiaron el sistema de manejo de las vacas en lactación a alojamiento con cama compostada en el segundo año y continuaron con este sistema hasta el final del estudio.
Datos recopilados por los investigadores
Los datos recopilados por los investigadores durante todo el periodo experimental mostraron lo siguiente:
- La grasa, los sólidos totales y el recuento de células somáticas no cambiaron cuando las granjas pasaron al sistema de cama de compost. Las cifras medias fueron de 3.80%, 12.04% y 256.500 células/ml, respectivamente. La mayoría de las variables estudiadas siguieron el mismo comportamiento, sin variaciones al pasar del sistema de dry lots al de cama compostada.
- El porcentaje de proteína en leche bajó 11 puntos porcentuales en las granjas con cama de compost. Sin embargo, la producción lechera por vaca aumentó en 2,41 litros diarios, lo que supone una producción un 13.3 % mayor respecto a las granjas con sistema de dry lots. Respecto a los datos económicos, se produjo un incremento medio en el margen neto anual esperado de 0.05 $/litro de leche producido.
- No hubo cambios en la salud de los animales en términos de variación del recuento de células somáticas o del gasto en antibióticos.
Conclusión
Los datos recogidos muestran que, en regiones de clima tropical, como es el caso de las explotaciones incluidas en este estudio, cambiar el sistema de explotación de una granja lechera de un sistema de dry lots a otro de cama compostada resulta beneficioso económicamente, debido a que se consigue un aumento de la producción láctea.
Referencias
- Callejo A. Uso de cama acumulada de compost en vacas de leche (1ª parte). Frisona Española 210, pp. 118-124.
- I. Marcondes, W. H. Mariano, and A. De Vries. 2020. Production, economic viability and risks associated with switching dairy cows from drylots to compost bedded pack systems. Animal. 14: 399-408.
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