Un reciente informe titulado Un futuro que funciona: Automatización, empleo y productividad, publicado por McKinsey & Company, evaluó el potencial de las técnicas de automatización de la economía global. Usando datos del Departamento de Trabajo de EEUU, los autores (Manyika y col., 2017) estudiaron más 2.000 actividades en más de 800 profesiones. Estos fueron los principales resultados:
- Las actividades con mayor potencial de automatización son:
- Actividades físicas predecibles (81%)
- Procesado de datos (69%)
- Obtención de datos (64%)
- Aunque hay pocos trabajos (<5%) que se pueden automatizar completamente, cerca del 60% está integrado por actividades laborales automatizables, al menos en un 30%.
- El potencial de automatización en EEUU es del 46% (en China e India es del 51 y 52%, respectivamente).
- El potencial de automatización en agricultura es el tercero en el ranking (58%). Además, este varía según de la actividad agrícola: manejo(<10%), actividades físicas impredecibles (40-50%), procesado de datos (70-80%), obtenciónde datos y actividades físicas predecibles (80-90%).
Ordeño robotizado en granjas lecheras
El ordeño es una actividad física repetitiva que se puede automatizar fácilmente. La sala de ordeño es el corazón y el centro de la lechería y generalmente permanece en funcionamiento 24 horas al día, los 365 días del año. Esto, unido a una baja disponibilidad de mano de obra, hace que la sala de ordeño sea el área más difícil de manejar en lecherías grandes. Además, barreras culturales y de comunicación pueden complicar las relaciones entre los dueños, encargados y empleados de las lecherías.
Por estos motivos, el ordeño robotizado se está volviendo un sistema común en granjas lecheras. Se estima que, a nivel mundial, se están utilizando más de 35.000 unidades de ordeño robotizado.
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