Álvaro García
Para tomar decisiones relacionadas con la gestión del ganado vacuno, es fundamental conocer el peso de estos animales, ya que está directamente vinculado con aspectos como la alimentación, el cuidado y la preparación para su comercialización. Hasta ahora, las básculas han sido el método principal para determinar el peso; sin embargo, su uso puede generar estrés en los animales y ocasionar importantes pérdidas de tiempo y dinero. Una nueva alternativa a las básculas tradicionales es el sistema de visión artificial (CVS). Esta innovadora tecnología captura imágenes tridimensionales (3D) de los animales y, en lugar de medirlos físicamente, utiliza estas imágenes para predecir su peso corporal. Esta técnica ofrece varias ventajas, entre ellas que los animales no tienen que someterse a situaciones de estrés y que se requiere menos mano de obra para manipularlos. Además, al ser no invasiva, no altera la rutina de las vacas ni les causa daños.
Este sistema, automatizado y respaldado por sofisticados algoritmos informáticos, proporciona resultados precisos en muy poco tiempo. De esta manera, no solo se garantiza el bienestar de los animales, sino que los ganaderos también pueden obtener beneficios económicos, ya que se reducen los problemas derivados del estrés y los costos de mano de obra. Dentro del marco de la visión artificial (CVS), se utilizan varios métodos de predicción:
Regresión lineal múltiple (MLR): el MLR utiliza varias medidas de imagen para estimar el peso de la vaca, como si se trazara una línea a través de los puntos de un gráfico.
Lasso (least absolute shrinkage and selection operator en inglés): este método simplifica la estimación del peso centrándose en las medidas esenciales, es decir, elimina la información innecesaria para mejorar las predicciones.
Regresión de mínimos cuadrados parciales (PLS): este método organiza los datos de las imágenes en grupos más reducidos para realizar estimaciones de peso más eficientes al combinar diversas medidas.
Redes neuronales artificiales (RNA): imitan el aprendizaje humano e identifican patrones en imágenes para predecir el peso de las vacas. Reconocen patrones complejos y ayudan a predecir el peso sin necesidad de utilizar las básculas tradicionales.
En 2023, se realizó un estudio para evaluar la eficacia de la tecnología 3D en la predicción del peso corporal (PC) de novillas de las razas Angus rojo y Simmental, cuyo peso oscilaba entre los 282 y 440 kg. Mediante una cámara 3D, ubicada a una altura de 3 o 4 metros del suelo, se estimaron los volúmenes proyectados en la zona dorsal de las novillas, excluyendo la región de la cabeza. A partir de estos valores, los modelos de regresión predijeron el peso corporal, calculando el peso metabólico mediante la elevación del valor del peso corporal a la potencia 0,75. Para la evaluación, se compararon los pesos estimados a partir de las imágenes 3D con los pesos reales medidos por básculas, utilizando métodos estadísticos. Tras analizar las imágenes 3D, los resultados mostraron una gran precisión en los pesos estimados, con un coeficiente de determinación (R2) de 0,89 y un coeficiente de correlación de Pearson (r) de 0,94, lo que indica una estrecha relación entre los pesos estimados y los reales. Aunque el error cuadrático medio fue de unos 3,3 kilogramos, el uso de imágenes 3D demostró ser muy preciso al estimar el peso de las novillas. Estos resultados destacan la exactitud de las predicciones del peso corporal mediante imágenes con profundidad de novillas de un año y subrayan el potencial de la tecnología de imágenes 3D para estimar con precisión el peso corporal. Además, las cámaras 3D también permiten evaluar con precisión la condición corporal de los animales. Al combinarse con la evaluación del peso, proporcionan un panorama completo del estado nutricional del animal, ofreciendo un enfoque integral para la gestión ganadera.
Cómo conseguir una condición corporal ideal
En el estudio realizado por Cooke et al. (2021), se analizó el rendimiento reproductivo y productivo de vacas de carne de las razas Bos indicus y Bos taurus, en función de la evaluación de la puntuación de la condición corporal (CC) al inicio de la temporada de cría. Las vacas con una puntuación de CC igual o superior a 5 mostraron mayores tasas de parto, parieron antes y destetaron terneros más pesados en comparación con aquellas cuya puntuación fue inferior a 5. Durante la reproducción, es preferible que la vaca mantenga una CC igual o superior a 5. Por lo tanto, es necesario suministrar alimento complementario a las vacas con una puntuación inferior a 5 en el momento del parto para mejorar su condición, aunque esto puede resultar muy costoso durante la lactancia de los terneros. El deterioro de la condición corporal, especialmente en vacas con puntuaciones de 5 o menos, desde el parto hasta el inicio de la reproducción, disminuye las tasas de preñez. Las vacas con una puntuación de 7 u 8 son capaces de soportar cierta pérdida de condición sin que esto afecte a la reproducción, siempre que no bajen de 5. Para gestionar eficazmente la CC, es fundamental clasificar a las vacas 90 o 100 días antes del parto en grupos y alimentarlas según sus necesidades, con el objetivo de alcanzar puntuaciones de 5 a 7 en el momento del parto. De esta manera, se optimiza el rendimiento reproductivo y se minimizan los costos de los suplementos alimenticios. La administración de estos suplementos, en función de la CC, también ayuda a evaluar la composición corporal del ganado. Es posible que las vacas con una puntuación de 5 o más que presenten problemas reproductivos tengan deficiencias, enfermedades, problemas genéticos o que el toro sea el responsable del problema. En cambio, las vacas con una puntuación inferior a 5 podrían estar sufriendo deficiencias energéticas y proteicas, probablemente relacionadas con factores como el fósforo o los parásitos internos.
Para un programa comercial de cría de vacas, resulta económicamente viable estimar la energía digestible proveniente del forraje de la granja. Aunque no siempre sea factible administrar grandes cantidades de suplementos energéticos, las vacas pueden recurrir a sus reservas corporales para gestionar los déficits energéticos y, en su caso, complementar su dieta con suplementos proteicos, minerales y vitamínicos. Para el ganado de raza pura, podría ser necesario sustituir parte de la energía proveniente del forraje por grano, con el fin de mejorar su condición corporal y su atractivo comercial. Los suplementos proteicos son beneficiosos para todos los bovinos que consumen forraje de baja calidad, sin importar su puntuación de la condición corporal (CC) o su estado de lactación, ya que tienden a mejorar el rendimiento de manera más efectiva que los suplementos energéticos, aunque también presentan limitaciones. En situaciones en las que no se logre un rendimiento satisfactorio, puede ser necesaria una suplementación considerable con cereales o un mejor aprovechamiento del forraje. La suplementación energética o el uso de grano deben considerarse como último recurso, debido a su elevado coste y a los efectos negativos que pueden tener sobre la eficiencia en el uso del forraje. Utilizar proteína en exceso como fuente de energía resulta una opción cara e ineficaz. En cambio, el uso puntual de suplementos proteicos es fundamental para un desarrollo adecuado de las novillas de reposición y las primerizas, mientras que las vacas maduras, por lo general, no requieren una rutina de suplementos energéticos.
La incorporación de cámaras 3D a la granja
La incorporación de cámaras 3D para la evaluación corporal del ganado ha supuesto un gran avance en la gestión ganadera. Sus ventajas, como la mínima alteración de los animales y la eliminación de factores humanos, hacen que estas cámaras tengan un valor incalculable para los ganaderos. Coordinar la calificación automática con eventos clave, como la inseminación artificial y los controles de preñez, permite agrupar a las vacas de forma precisa, facilitando la distribución de alimentos según sus necesidades individuales. Con las cámaras 3D no solo se agiliza la evaluación del peso corporal, sino que también se mejora la tasa de partos y la producción de terneros más pesados al momento del destete, lo que, en última instancia, optimiza el rendimiento general de los programas de cría de ganado. Estos avances tecnológicos no solo ofrecen predicciones precisas sobre las características del ganado, sino que también están revolucionando la forma en que se gestionan el pastoreo, la reproducción y la salud de los animales. Las conclusiones de los estudios que evidencian la eficacia de la tecnología de imágenes 3D para predecir el peso corporal y evaluar la condición del ganado resaltan su enorme potencial. Esta tecnología agiliza los procesos, minimiza el estrés de los animales durante los procedimientos de pesaje y mejora su bienestar general, al tiempo que beneficia los intereses económicos de los ganaderos. Además, si se integraran las cámaras 3D en las prácticas de gestión ganadera existentes, también sería posible adaptar los programas de alimentación. Con esta incorporación, se podría optimizar la rentabilidad de las granjas, asegurando que el sector evolucione hacia prácticas más eficientes y sostenibles. A medida que esta tecnología continúa avanzando, es cada vez más crucial que los ganaderos no solo acepten su implementación, sino que también se mantengan actualizados con los nuevos desarrollos que puedan mejorar la gestión de sus granjas. Al aprovechar estas innovaciones, los ganaderos podrán lograr rebaños más sanos y maximizar la productividad.
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