María Villagrasa & Nuria García
En la industria lechera es importante la reposición de hembras para mantener la producción de leche y el rendimiento económico. En la actualidad y gracias al semen sexado se logra separar de forma eficiente a los espermatozoides X de los Y y así es posible producir más hembras.
No obstante, la tasa de preñez obtenida con este tipo de semen suele ser menor que con el semen convencional. La razón radica en una combinación de factores como serían la baja cantidad de espermatozoides utilizados y cambios en la viabilidad de los mismos que se producen durante el procesamiento.
Un estudio (R.C. Chebel et al., 2020) realizó un experimento para determinar el efecto de retrasar la inseminación artificial (IA) con semen sexado en la gestación de novillas Holstein. Investigaciones previas habían demostrado que la tasa de gestación por IA con semen sexado aumentó cuando la IA se producía entre 20 y 40 horas después del inicio del celo en comparación con la IA realizada entre 4 y 16 h tras el inicio del celo.
Así pues, la hipótesis de trabajo fue que, debido a que el número de espermatozoides viables se reduce en el semen sexado, retrasar la inseminación de las novillas con este tipo de semen en relación con el inicio del celo, inseminando así más cerca de la ovulación, aumentaría la reserva de espermatozoides viables presentes en el oviducto para fertilizar el ovocito y producir una mayor tasa de gestación por parto.
Se utilizaron un total de 1,207 novillas Holstein. A los 10.7 meses de edad, se equiparon con un collar con un dispositivo automático de detección de celo. A partir de entonces, las novillas se pesaron cada dos semanas hasta que alcanzaron al menos 330 kg cuando se sometieron al protocolo de sincronización de la ovulación.
El intervalo medio desde la colocación de los collares hasta el inicio de dicho protocolo fue de 41.7 d. Las novillas fueron sometidas a un protocolo de 5 días con un dispositivo interno de liberación controlada de fármacos. Del día −3 al 0 (72 h después de la primera inyección de prostaglandina F2α; PGF2α), el personal del estudio registró a las novillas que estaban en celo dos veces al día a las 05.00 y 15.00 h.
De esta manera las novillas se distribuyeron en tres grupos: tratamiento de semen convencional, semen sexado temprano y semen sexado tardío. Las novillas de los tratamientos convencional y temprano detectadas en celo a las 05.00 h se inseminaron a las 06.00 h del mismo día, y las detectadas en celo a las 15.00 h se inseminaron a las 16.00 h del mismo día.
Las novillas del tratamiento tardío detectadas en celo a las 05.00 h fueron inseminadas a las 16.00 h del mismo día y las detectadas en celo a las 15.00 h fueron inseminadas a las 06.00 h del día siguiente. Todas las novillas a las que no se les detectó el celo recibieron una inyección de hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) a las 05.00 h del día 0 y se inseminaron a una hora fija a las 06.00 h (tratamientos convencional y temprano) y a las 16.00 h (tratamiento tardío) del mismo día.
Por consiguiente, las novillas inseminadas al detectar el celo no recibieron la última inyección de GnRH. Después de la primera inseminación, las vaquillas fueron re-inseminadas al detectar que estaban en celo. Se detectaron 1,096 novillas en celo mediante el dispositivo automático de detección 24 días antes del inicio del protocolo de sincronización de la ovulación.
El retraso en la inseminación artificial no mejoró la tasa de gestación
Debido al diseño del experimento, las novillas de los tratamientos convencional y temprano tuvieron un intervalo más corto desde el inicio del celo hasta la IA y desde la inyección de GnRH hasta la IA. Entre las novillas detectadas en celo, los rangos de los intervalos desde el inicio del celo hasta la IA fueron de 3.6 a 28.5 h, de 0.0 a 25.5 h, y de 9.4 a 36.8 h para los tratamientos convencional, temprano y tardío, respectivamente.
Entre las novillas inseminadas a una hora fija, los rangos del intervalo desde la inyección de GnRH hasta la IA fueron de 0 h para las novillas de los tratamientos convencional y temprano y de 8.5 a 11.7 h para las novillas en el tratamiento tardío. Este amplio rango de intervalos desde el inicio del celo hasta la IA pudo haber afectado a la capacidad para probar de forma adecuada si retrasar en 12 horas la IA mejoraría la tasa de gestación por IA.
Consecuentemente el porcentaje de novillas que fueron diagnosticadas como gestantes a los 30 y 62 días después de la IA fue mayor para las novillas del tratamiento convencional, en comparación con las novillas de los otros dos tratamientos. El tratamiento no afectó a la pérdida de gestaciones desde el día 30 al 62 después de la primera IA y desde el 62 después de la primera IA hasta el parto.
Entre las novillas que concibieron y parieron a la primera IA, el tratamiento no afectó al porcentaje de mortinatos y gemelos, pero un mayor porcentaje de novillas de los tratamientos temprano y tardío parieron hembras vivas (convencional: 41.7%; temprano: 89.2%; tardío: 88.9%) y, por el contrario, un mayor porcentaje de novillas del tratamiento convencional parió un macho vivo (convencional: 48.9%; temprano: 5.4%; tardío: 4.9%).
Diferencias en la rentabilidad de los tratamientos
Desde un punto de vista económico, a pesar de que la tasa de gestación por IA para los tratamientos con semen sexado fue menor, las diferencias en la rentabilidad entre tratamientos fueron pequeñas o nulas porque el intervalo entre el inicio del estudio y el parto no fue diferente entre los tratamientos y porque los tratamientos con semen sexado produjeron un mayor número de hembras vivas.
La estrategia de manejo propuesta en el experimento para mejorar la tasa de gestación de novillas inseminadas con semen sexado, es decir, retrasar la inseminación en aproximadamente 12 h, no mejoró dicha tasa. Los autores creen que esto se debió a que el rango de intervalos desde el inicio del celo hasta la IA en los tratamientos fue demasiado amplio, lo que limitó la capacidad para probar adecuadamente si existían diferencias entre los tratamientos.
Referencia
Ricardo C. Chebel and Thiago Cunha. 2020. Optimization of timing of insemination of dairy heifers inseminated with sex-sorted semen. J. Dairy Sci. 103:5591–5603.
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