Nuria Garcia
El permeato de suero lácteo (PS) es un coproducto bajo en proteínas, derivado del suero del queso. Se obtiene por ultrafiltración del suero dulce y presenta alto contenido en lactosa, glucosa y galactosa.
Para cubrir las altas necesidades de energía de las vacas lecheras en lactación, se les ofrecen dietas ricas en almidón, procedente principalmente de granos de cereales. El PS se utiliza en la alimentación del ganado vacuno lechero como reemplazante del grano, ya que es un coproducto muy energético, lo que reduce el coste de la ración, mejora el balance energía: proteína en el rumen, incrementa la digestibilidad y palatabilidad de la dieta, y mejora el índice de conversión.
Además, se ha observado que el PS aumenta las proporciones molares de butirato y reduce las de acetato y propionato en el rumen. Aunque los microorganismos ruminales fermentan más rápido el azúcar, no parece que esto provoque una disminución del pH ruminal, debido, probablemente, al aumento de la tasa de absorción de los ácidos grasos volátiles. De hecho, la incorporación de azúcares a las dietas de las vacas en lactación mantiene o aumenta ligeramente el pH ruminal, promoviendo el crecimiento de bacterias que utilizan el lactato y de bacterias fibrolíticas.
En algunos estudios se ha observado un aumento del consumo de materia seca (MS) cuando se incorpora lactosa a las dietas de las vacas en lactación. Por otro lado, aunque en la mayoría de las investigaciones no se ha observado ninguna diferencia en la producción de leche cuando se incorpora PS en la alimentación de las vacas, en 2017 un trabajo, en el que se analizaron 21 artículos publicados, reportó una respuesta positiva al azúcar suplementario de la dieta en vacas con una producción láctea por encima de los 33 kg/día, y sugirió que es más probable que se dé esta respuesta si en las dietas basadas en ensilados de maíz la concentración de carbohidratos no fibrosos es inferior al 37%.
Un estudio publicado en Applied Animal Science en agosto de 2020 (Bernard et al., 2020), se llevó a cabo con el objetivo de evaluar el efecto de la sustitución del almidón de la dieta (proporcionado por maíz finamente molido) por el azúcar del PS de vacas lecheras de alta producción al inicio de la lactación.
Para ello, se asignaron 48 vacas (21 primíparas y 27 multíparas) al inicio de la lactación (37 días en leche, DEL), que presentaban una producción media de leche de 36.7 a una de las tres dietas experimentales, durante un periodo de 12 semanas.
Las dietas experimentales se formularon para suplir las necesidades de energía y proteínas de una vaca Holstein de 612 kg y con una producción de leche de 43 kg/d, con un contenido en grasa y proteína del 3.5% y 3.0%, respectivamente. Los tres ingredientes principales de las dietas fueron el ensilado de maíz, el heno de alfalfa y el grano de maíz molido. En dos de las dietas se utilizó PS para reemplazar parte del maíz molido, y proporcionar azúcar suplementario:
- Dieta control (CONT): sin PS; 0% azúcar suplementario procedente del PS
- Dieta 3PS: con un 3.1% de azúcar procedente del PS
- Dieta 6PS: con un 6.1% de azúcar procedente del PS
El PS contenía un 70% de sólidos totales sobre MS, un 86.5% de azúcar, un 3% de proteína, un 0.4% de grasa, un 9% de cenizas y una energía neta (EN) estimada de 2.01 Mcal/kg. El 36% de los azúcares totales del PS lo proporcionó la lactosa y el 64% restante la glucosa y la galactosa.
Las tres dietas experimentales presentaron concentraciones similares de proteína, fibra, lignina y cenizas. Conforme se sustituyó el maíz molido por PS, la concentración de almidón de las dietas disminuyó y la de azúcar aumentó. Las concentraciones medias de azúcar fueron de 3.0, 6.1 y 9.1% sobre MS y las de almidón de 29.2, 26.2 y 23.2% sobre MS, para las dietas CONT, 3PS y 6PS, respectivamente.
Las vacas se alimentaron individualmente con la dieta control desde los 12-36 DEL y se recogieron los datos durante las dos semanas previas al periodo de estudio para utilizarlos como covariables en el análisis estadístico. A los 36 DEL, las vacas se asignaron aleatoriamente a uno de los tres tratamientos según su número y fecha de parto, durante un periodo de 10 semanas.
El permeato de suero no afecta a la producción de leche
Los autores no observaron diferencias en el consumo MS en las vacas alimentadas con las distintas dietas, que mostraron un consumo medio de 22.0 kg/d de MS. Tampoco hubo diferencias significativas en la producción de leche (39.8 kg/d) ni en su composición (4.3% grasa y 2.62% proteína).
Sin embargo, la producción de proteínas y de sólidos no grasos tendió a disminuir en las vacas alimentadas con PS (1.04, 1.07 y 1.02 kg/d de proteína en los grupos CONT, 3PS y 6PS, respectivamente; y 3.34, 3.35 y 3.21 kg/d de sólidos no grasos). Tampoco se observaron diferencias en eficiencia alimentaria ni cambios de peso corporal o de la puntuación de condición corporal.
Conclusión
Estos resultados ponen de manifiesto que el maíz molido de las dietas de vacas al inicio de la lactación puede sustituirse perfectamente por PS sin que afecte a la producción o a la composición de la leche, ni al peso o a la puntuación de la condición corporal. Sin embargo, sí se observó una tendencia a la baja en la producción de proteína láctea y lactosa en las vacas alimentadas con la dieta con mayor contenido de PS (6PS).
Referencia
Bernard JK, Kertz AF, Tao S, Soderholm C. 2020. Effects of replacing finely ground corn with whey permeate on the performance of early and mid-lactation dairy cows. Applied Animal Science 36:495–502.
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