Joaquín Ventura & Nuria Garcia
La cama es una importante fuente de exposición de las ubres a los patógenos. Para mejorar el control de las mastitis producidas por patógenos ambientales que podamos encontrar en la cama, es necesario comprender las relaciones que se establecen entre el tipo de cama y su manejo con el recuento de estos patógenos y su influencia en la salud de las ubres de las vacas que viven sobre ella.
Tras décadas de notables progresos en la lucha contra patógenos contagiosos causantes de mastitis, como Staphylococcus aureus, el control de los problemas producidos por patógenos ambientales se ha convertido en una prioridad. Entre estos patógenos ambientales se cuentan estreptococos (como Streptococcus uberis), coliformes (Escherichia coli, Klebsiella spp., etc.), y otros estafilococos no-aureus (como S. chromogenes).
¿Cómo se pueden controlar las mastitis ambientales?
El control de las mastitis ambientales se cimenta en cuatro acciones principales:
- Reducir la cantidad de bacterias presentes en el ambiente en el que se encuentran las vacas.
- Eliminar la carga bacteriana de los pezones para prevenir la entrada de los microorganismos en las ubres.
- Incrementar la resistencia y resiliencia de las vacas.
- Mejorar las estrategias de control de mastitis: detección precoz y mejora del manejo curativo y preventivo, procedimientos de secado, etc.
Relación entre los materiales de la cama, la higiene de las ubres y la calidad de leche
Entender cómo se relacionan el tipo de cama, su manejo, su recuento bacteriano y la salud puede ser determinante para mejorar las estrategias de prevención y control de las mastitis producidas por patógenos ambientales. Ese fue el objetivo de un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de St. Paul (Minnesota) y Washington, en Estados Unidos, en el cual observaron el recuento bacteriano de la cama, la higiene y salud de las ubres y la calidad de leche del tanque de frío de 168 granjas de 17 estados, con los animales alojados sobre cuatro tipos de cama distintos: arena nueva, arena reciclada, sólidos de estiércol o materiales orgánicos.
Cada rebaño se muestreó en dos ocasiones (invierno y verano) durante el año 2016 y los datos se recogieron tanto de cama usada como de cama no utilizada. La mayor parte de las explotaciones se situaban en la región del Medio Oeste (73.8 %, 123 granjas).
Cama
Como era de esperar, los rebaños de vacas alojadas sobre cama de sólidos de estiércol mostraron los peores datos medios en cuanto a higiene de las ubres (1.94 en una escala de 4), frente a los mejores de la cama de arena reciclada (1.73). Este dato es consistente con que la mayor proporción de vacas con ubres sucias (puntuación de 3 o más en una escala de 4) procedían de explotaciones con cama de estiércol (22.1%).
Recuento de bacterias
Respecto al recuento de bacterias en la leche del tanque de frío, los niveles de estreptococos y bacterias similares fueron más altos también en las explotaciones con cama de sólidos de estiércol (3.16 log10 UFC/ml), así como los de coliformes (2,07) y el porcentaje de tanques positivos a Mycoplasma (10.6%), mientras que Staphylococcus aureus apareció con más frecuencia en los tanques de granjas con cama de material orgánico (59.5%). No obstante, en este parámetro las granjas con cama de sólidos de estiércol quedaron en segundo lugar (53.0%), muy por encima de las camas de arena reciclada (36.4%) o arena nueva (29.4%).
Conclusión
El estudio demostró que la salud de la ubre empeoraba en los rebaños con cama de sólidos de estiércol respecto al resto de las camas evaluadas.
Referencia
Patel K, Godden SM, Royster E, Crooker BA, Timmerman J, Fox L. 2020. Relationships among bedding materials, bedding bacteria counts, udder hygiene, milk quality, and udder health in US dairy herds. J. Dairy Sci. 102:10213–10234.
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