Alvaro Garcia
La alimentación de terneros con lactoreemplazante es la mejor solución económica para los ganaderos cuando hay escasez de leche no vendible. La alimentación con lactoreemplazante de buena calidad ofrece otras ventajas, como la consistencia, así como la protección contra la transmisión de enfermedades. Recientemente, se ha intentado determinar la cantidad correcta que se debe ofrecer para garantizar la salud y el crecimiento rápido de los animales.
Las investigaciones han demostrado que los cambios en la absorción de nutrientes pueden modificar la expresión genética y provocar cambios en el crecimiento. Las ventajas de alimentar a los terneros con grandes cantidades de leche o lactoreemplazante (con lo que se consigue un mayor peso corporal al destete) generalmente se pierden a los 4 meses de edad en comparación con los regímenes de alimentación con cantidades de lactoreemplazante más moderadas.
Se sospecha que esto sucede como consecuencia de que el rumen se desarrolla menos cuando se administran grandes cantidades de lactoreemplazante o leche. Las investigaciones indican, por ejemplo, que aunque los terneros alimentados con 8 l/día de lactoreemplazante (25% de proteína, 19% de grasa con 12.5% de sólidos) pesaban 3.7 kg más al destete que aquellos alimentados con 6 l/día de sustituto, su peso corporal al destete (día 73) y en el día 228 fueron similares entre ambos regímenes de alimentación. Sin embargo, estos resultados no han sido consistentes, en algunos se reducía la ganancia media diaria (GMD), mientras que en otros no se vieron efectos a corto plazo.
La mayoría de los estudios, sin embargo, han mostrado que el crecimiento estructural se reduce después del destete, lo que se sospecha que es el resultado de una menor digestión de los alimentos sólidos. También se ha subrayado la importancia de que durante el destete exista una transición óptima a una dieta completamente sólida.
En un experimento, los terneros alimentados con una dieta alta en lactoreemplazante y destetados gradualmente (durante tres semanas) tuvieron una mejor digestión y crecimiento después del destete en comparación con los terneros alimentados con elevadas cantidades de lactoreemplazante y destetados en una sola semana. Parece ser que alargar la transición permite un mejor desarrollo del rumen y una digestión de alimentos sólidos más eficiente, con el resultado de un mayor rendimiento productivo después del destete.
Para probar esta hipótesis, Klopp et al. (2020) evaluaron los efectos de la tasa de alimentación con lactoreemplazante y la estrategia de destete sobre el crecimiento y la digestibilidad de los nutrientes en terneros destetados hasta los 4 meses de edad.
Los terneros Holstein, de 2 a 3 días de edad, se alojaron en casetas individuales y se alimentaron con 3 litors de calostro fresco en la primera hora tras el nacimiento, otros 3 litros 12 horas más tarde, y después 2 litros de leche pasteurizada dos veces al día.
Posteriormente, los terneros fueron alimentados con 0.66 kg de materia seca (MS) de lactoreemplazante (24.9% de proteína, 17.8% de grasa) la primera tarde y la siguiente mañana, luego se asignaron a uno de cuatro tratamientos en un diseño experimental factorial 2 x 2 de la siguiente manera:
- Nivel de lactoreemplazante moderado/destete abrupto (1 paso; 0.66 kg durante los primeros 42 días y 0.33 kg durante los últimos 7 días, solo por la mañana)
- Moderado/destete gradual (2 pasos; 0.66 kg durante 28 días, luego 0.33 kg durante 14 días, solo por la mañana, luego 0.17 kg durante 7 días, solo por la mañana)
- Alto/destete abrupto (0.66 kg durante 7 días, 0.82 kg durante 7 días, 1.1 kg durante 28 días, luego 0.66 kg durante los últimos 7 días, solo por la mañana)
- Alto/destete gradual (0.66 kg durante 7 días, 0.82 kg durante 7 días, 1.1 kg durante 14 días, 0.66 kg durante 14 días, solo por la mañana, luego 0.33 kg durante los últimos 7 días, solo por la mañana)
Los terneros alimentados con más lactoreemplazante crecieron menos después del destete
El destete gradual fue efectivo cuando se utilizó para la transición de terneros en un régimen con mucho lactoreemplazante. El aumento de los parámetros de crecimiento observados antes del destete se prolongó hasta el día 35 (~ 91 días de edad), pero todos los tratamientos convergieron hacia el día 56 del estudio (~ 112 días de edad).
No se detectaron diferencias para la GMD, el peso final, la altura y el ancho final de la cadera o el índice de condición corporal final según la cantidad de lactoreemplazante o la estrategia de destete al día 56 (~ 112 días de edad).
Se confirmó que los terneros alimentados con más lactoreemplazante experimentaron menos crecimiento después del destete que los terneros alimentados con una cantidad moderada de lactoreemplazante, lo que permitió a estos últimos reducir la brecha de crecimiento el día 56 después del destete. No hubo diferencias en los coeficientes de digestibilidad el día 56 (~ 112 días de edad) entre tratamientos, excepto para el almidón.
Los autores concluyeron que los terneros con un programa de lactoreemplazante moderado no se beneficiaron al ampliar el periodo de destete a tres semanas, como en el destete gradual, en comparación con una semana como en el destete de un solo paso.
Sin embargo, cuando a los terneros se les administran altas cantidades de lactoreemplazante, el régimen debe combinarse con un proceso de destete gradual para que tengan un mejor crecimiento y desarrollo.
Referencia
R. N. Klopp, F. X. Suarez-Mena, T. S. Dennis, T. M. Hill, R. L. Schlotterbeck, and G. J. Lascano. 2020. Postweaning response on growth and nutrient digestion to using different weaning strategies when feeding moderate and high amounts of milk replacer to Holstein calves. J. Dairy Sci. 103:8143–8150.
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