Álvaro García
La diarrea y la enfermedad respiratoria son las dos principales causas de muerte en terneros lactantes. Los problemas respiratorios han aumentado en los últimos 20 años causando más del 20% de todas las muertes en terneras lecheras. Además, las que sobreviven no alcanzan su potencial productivo cuando llegan a vacas adultas.
Las muertes de terneras en las primeras 48 horas de vida son significativas y están muy influenciadas por la nutrición, el ambiente y el manejo. Una de las causas más frecuentes para estas pérdidas es la inadecuada transferencia pasiva de inmunidad a través del calostro. Los protocolos actuales sugieren que los terneros deben recibir 3 – 4 litros de calostro de alta calidad durante la hora después del nacimiento y tres litros adicionales en las siguientes 12 horas.
Si el consumo de calostro es inadecuado, se pueden usar sondas esofágicas para asegurarse de que se administran de 3 a 4 litros en la primera hora después del nacimiento. Mezclar el calostro de varias vacas también se está volviendo habitual en las grandes explotaciones porque aumenta la competencia inmunológica de las terneras (o su capacidad para responder a un grupo más diverso de patógenos).
¿Cómo saber si el ternero ha consumido suficiente calostro?
Una forma de averiguar si el calostro ha suministrado las cantidades adecuadas de inmunoglobulinas (IgG) consiste en medir la IgG directamente o la concentración de proteína total en el suero sanguíneo. La proteína total medida con un refractómetro está altamente correlacionada con los niveles de IgG en suero. Medir la proteína total en suero en un grupo de terneras es más significativo que las lecturas individuales; al menos el 80% de un grupo de terneros debe tener niveles de proteína sérica de 5.5 g/dl o mayores.
Incluso aunque a los terneros jóvenes se les proporcione una alimentación de calostro adecuada, la funcionalidad de su sistema inmunitario también está influenciada por la disponibilidad de algunos oligoelementos esenciales. La concentración insuficiente de zinc, cobre y selenio se ha asociado con una mayor morbilidad en terneros jóvenes.
Las investigaciones indican que la inyección posnatal de zinc, manganeso, cobre y selenio antes de los 30 días de edad reduce la incidencia de diarrea y neumonía en las terneras. Se ha propuesto que estos efectos están mediados por la mejora de la inmunidad del animal, en particular por el aumento de la funcionalidad de los neutrófilos y la producción de anticuerpos.
Las inyecciones de zinc, cobre, selenio y manganeso han aumentado la respuesta inmunitaria humoral y celular hacia las vacunas bacterianas y virales vivas atenuadas. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han realizado en terneros de dos meses o más, y casi ninguno en el primer mes de vida. Esta inyección temprana de minerales traza seguirá estando dentro del periodo en el que la inmunidad materna interactuaría con la respuesta a las vacunas y en un momento en el que la respuesta inmunitaria del ternero aún se está desarrollando.
Un reciente estudio de Nueva Zelanda en terneros neonatales Jersey-Friesian (Bates et al., 2020) evaluó los efectos de un producto inyectable de oligoelementos que contenía zinc, manganeso, cobre y selenio sobre la respuesta inmunitaria celular y humoral a una vacuna inactivada.
Efecto de los minerales traza sobre la inmunidad celular y humoral
Las terneras nacieron en el campo y fueron recogidas dos veces al día (a.m. y p.m.), llevados a la instalación de cría y rociados con tintura de yodo (10% de yodo) en el ombligo. Las terneras recogidas por la mañana recibieron 4 litros de calostro de vacas que habían parido durante la noche. Las terneras recogidas por la tarde recibieron 3 litros de calostro de vacas que parieron ese día. Como resultado, todas las terneras recibieron calostro del primer ordeño de vacas que habían parido en las 7–15 horas anteriores.
Se tomaron muestras de sangre de 30 terneras y luego se asignaron a grupos de tratamiento y control en función de la edad, la raza y la concentración de proteínas totales en suero, cobre, selenio, zinc y manganeso. Otras cinco terneras fueron seleccionados al azar como grupo centinela para la exposición a Salmonella y no recibieron inyecciones.
Las terneras de tratamiento y control recibieron una vacuna inactivada con antígenos de Salmonella a las 2 y 6 semanas de edad. El grupo de tratamiento recibió también una inyección de 1 ml/50 kg de un suplemento de minerales traza con zinc (40 mg), manganeso (10 mg), selenio (5 mg) y cobre (15 mg) por ml. Se obtuvieron muestras de sangre entre las semanas 2-9 para el análisis de la función inmunitaria.
Las terneras estaban alojadas en cobertizos cubiertos, abiertos por delante y con paredes sólidas de hasta 1.5 m en grupos de 10-12 con 1.5 m2 de espacio por ternero. Entre los días 1 y 4 de edad, las terneras recibieron 2 litros de calostro cada 12 horas. Posteriormente, las terneras recibieron calostro y leche y tuvieron acceso a heno, agua y pienso de arranque de terneros (20% de proteína). Entre los días 14 y 21 de edad, las terneras tuvieron acceso a ryegrass perenne (Lolium perenne) y se les alimentó con dos comidas idénticas que aumentaron de 2 a 3 litros por comida durante los primeros 14 – 21 días y luego de 6 a 8 litros una vez al día hasta el final del experimento.
A las 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 semanas de edad se recogieron muestras de sangre de las 30 terneras del estudio y de los 5 centinelas. Las muestras se analizaron para determinar la función de los monocitos, para el test in vitro de liberación de IFN-γ inducida por antígeno por los monocitos de sangre periférica y para los niveles de anticuerpos contra cepas combinadas de S. typhimurium, S. bovis-morbificans, S. hindmarsh y S. brandenburg.
Respuesta celular sí, respuesta humoral no
A las 3 y 4 semanas, los glóbulos blancos de las terneras que recibieron una inyección con minerales traza mostraron un mayor porcentaje de fagocitosis celular y un mayor número de bacterias ingeridas por célula. No se detectaron diferencias en la respuesta del IFN-γ ni en los títulos de anticuerpos contra Salmonella.
Los resultados de este experimento mostraron que en terneras neonatales la inyección de los minerales traza descritos aumentó la capacidad fagocítica de sus glóbulos blancos así como el porcentaje de fagocitosis celular y el número de bacterias ingeridas por célula.
Referencia
A. Bates, M. Wells, R. Laven, L. Ferriman, A. Heiser, C. Fitzpatrick. Effect of an Injectable Trace Mineral Supplement on the Immune Response of Dairy Calves. Res Vet Sci. 2020 Jun;130:1-10.
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