Fernando Díaz
El uso de enzimas fibrolíticas exógenas se ha propuesto como un método para incrementar la digestibilidad de la fibra, principalmente en alimentos de baja calidad. En concreto, la xilanasa es una enzima que ayuda a romper los enlaces β-1,4 de la estructura de los arabinoxilanos presentes en las paredes celulares y se ha demostrado que su suplementación incrementa el rendimiento lechero en vacas lactantes.
Investigadores de Virginia Tech (Yang y col., 2019) evaluaron los efectos de la adición de xilanasas en dietas de vacas lecheras basadas en ensilado de maíz o ensilado de sorgo. Las dietas se formularon para contener un 32 % de ensilado de maíz o sorgo BMR (bajo en lignina) sobre materia seca (MS) y un 8 % de heno de hierba como fuentes de forraje, además de un concentrado en forma de pellet que incluyó cereales, harinas proteicas, vitaminas y minerales. La enzima termoestable se incluyó en los pellets a una dosis de 1.5 gramos por kg de MS total. Según el fabricante, el producto de xilanasas era una endo-1,4-β-xilanasa de Aspergillus oryzae sin actividad celulolítica o proteolítica y con una actividad mínima de xilanasas de 1,000 unidades de xilanasas fúngicas por gramo.
Los contenidos proteicos fueron similares en las cuatro dietas (14.8 – 14.9 % en base a MS), pero de media las dietas basadas en ensilado de maíz presentaron mayores contenidos en almidón (28.8 vs. 25.2 %) y menores contenidos en fibra forrajera (18.1 vs. 22.3 %) que las dietas basadas en sorgo. Después de 10 días de adaptación, las cuatro dietas se evaluaron en 24 vacas Holstein durante periodos de 19 días. Además, los autores determinaron la digestibilidad de los nutrientes de las dietas mediante el uso de un marcador externo.
Los investigadores reportaron que la suplementación con xilanasas no afectó al rendimiento de las vacas independientemente del tipo de forraje. Sin embargo, el tipo de forraje tuvo efectos sobre la producción lechera: las vacas alimentadas con dietas basadas en silo de maíz produjeron más leche y proteína láctea y las vacas que se alimentaron con dietas basadas en ensilado de sorgo produjeron más grasa láctea.
En resumen, las vacas que recibieron las enzimas tendieron a consumir menos MS (1.0 y 1.5 kg/día en dietas de maíz y sorgo, respectivamente) pero la producción lechera (51.6 vs. 48.9 kg/día en dietas de maíz y sorgo), la producción de grasa láctea (1.68 y1.81 kg/d en dietas de maíz y sorgo) y la producción de proteína láctea (1.48 kg/día en dietas de maíz y 1.36 kg/d en dietas de sorgo) no se vieron afectadas por la adición de xilanasas. Fue interesante observar que las xilanasas redujeron la digestibilidad de la MS, de la proteína y de la fibra en la dieta de silo de maíz, pero no tuvieron ningún efecto sobre la dieta basada en silo de sorgo.
En conclusión, la suplementación de dietas de vacas lecheras de alta producción con enzimas fibrolíticas exógenas no mejoró la producción de leche o la composición de esta.
Referencia
Yang, Y., G. Ferreira, B. A. Corl, and B. T. Campbell. 2019. Production performance, nutrient digestibility, and milk fatty acid profile of lactating dairy cows fed corn silage- or sorghum silage-based diets with and without xylanase supplementation. J. Dairy Sci. 102:2266–2274.
