Efectos de un sistema de secado que se basa en el vaciado incompleto de las ubres regulado por un nuevo software

Joaquín Ventura & Fernando Diaz

Reducir la producción de las vacas lecheras de alto rendimiento antes del secado puede ser beneficioso para su salud y bienestar. Incrementar la duración de los intervalos entre ordeños y restringir la ingesta de energía suelen ser dos de las estrategias que se utilizan habitualmente para reducir la cantidad de leche producida y acabar secando a la vaca, pero suelen tener efectos adversos.

El objetivo de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania) fue definir una nueva técnica de reducción de la producción láctea basada en el proceso natural de destete, es decir, la disminución de la extracción de leche por parte del ternero al ir cambiando su dieta hacia la alimentación sólida. ¿Cómo se puede reproducir este proceso en una vaca lechera de alta producción?

Técnica de reducción de la producción láctea

El equipo de investigación probó un software que, conectado a un sistema de ordeño automatizado, permitió reducir el grado de vaciado de la ubre gradualmente durante un periodo de 10.4 ± 1.8 días en un grupo de 26 vacas de raza Holstein que estaban llegando al momento del secado y estaban libres de mastitis (<100,000 células somáticas/ml y bacteriología negativa en todos los cuarterones en dos análisis los días 205 y 212 de lactación).

Una vez pasado este periodo de ordeño incompleto, los animales se ordeñaron siguiendo el sistema normal de vaciado completo en tres ordeños más, junto con el grupo control, antes del secado. Se compararon los resultados de este grupo experimental con otro de 30 vacas (grupo control) a las que se les ordeñó con el sistema de vaciado completo hasta el último día de lactación.

La producción de leche antes del secado

La producción de leche antes del secado fue de 35.3 ± 12.9% menos en las vacas que habían tenido un periodo de ordeño incompleto en comparación con las vacas control. Ni el recuento de células somáticas ni los hallazgos bacteriológicos se vieron alterados por dejar leche sin extraer de la ubre.

Por otra parte, los días 212 y 228 de gestación se comprobó la morfología de los pezones delanteros izquierdo y derecho de 26 de las vacas del grupo experimental y 22 del grupo control mediante ecografía con un escáner de alta definición.

Morfología de los pezones delanteros izquierdo y derecho

Este estudio ecográfico reveló que, excepto el diámetro del extremo del pezón, las modificaciones de este área fueron menores en las vacas del grupo experimental que en las del grupo control: el diámetro del pezón fue un 2% menor y la superficie distal del canal del pezón un 18% menor, lo que sugiere que la tensión mecánica que sufrían los pezones disminuyó considerablemente con la finalización del proceso de ordeño antes de que se vaciase completamente la ubre. Estos son mecanismos naturales de defensa frente al desarrollo de mastitis producidas por entrada de patógenos por el canal del pezón.

Cultivos bacterianos

En cuanto a los cultivos bacterianos llevados a cabo con las muestras de leche, el número de unidades formadoras de colonias (UFC), que ya de por sí fue bajo en los dos grupos, fue todavía menor en el grupo experimental que en el control (2.3 frente a 4.2 UFC/ml, respectivamente). Esto contradice la creencia más extendida hasta el momento, es decir, que no ordeñar completamente a la vaca favorece la aparición de mastitis.

Tampoco se vieron alterados los niveles de haptoglobina en leche, un marcador que indica la presencia de mastitis, en ninguno de los dos grupos: los niveles estuvieron por debajo del umbral de 2.2 μg/ml tanto en el grupo experimental (0.40 ± 0.47 μg/ml), como en el control (0.43 ± 0.47 μg/ml).

Se continuó controlando a los animales incluidos en el experimento durante los primeros 90 días de su siguiente lactación, comprobándose que la salud de las ubres y la producción láctea fueron similares en el grupo experimental y en el grupo control, sin diferencias significativas.

Conclusión

Tras los resultados obtenidos, que demuestran que un ordeño incompleto durante unos 10 días antes del secado de las vacas no perjudican ni la salud de la ubre ni su productividad en las siguientes lactaciones, los autores concluyen que el módulo de software probado en este estudio proporciona una herramienta eficaz y segura para facilitar el secado.

Referencia

Martin LM, Sauerweina H, Büscher W, Müller U. 2020. Automated gradual reduction of milk yield before dry-off: Effects on udder health, involution and inner teat morphology. Livestock Science. 233: 103942.

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