Fernando Diaz
La producción láctea es la tercera industria agroalimentaria más importante de EE. UU. En California, el estado que más produce dentro del país, la leche representa el producto agroganadero de más valor, ya que, tanto la producción de leche en las granjas como su procesamiento posterior, mantiene 190,000 puestos de trabajo y aporta alrededor de 21,000 millones de dólares al valor estatal bruto.
En los últimos 50 años, la producción láctea en California se ha incrementado aproximadamente en un 500%, gracias a las mejoras y avances, tanto en la alimentación, manejo, genética y condiciones de alojamiento de los animales, como en los métodos de producción de cultivos.
Este estudio, publicado en abril de 2020 en el Journal of Dairy Sience, se realizó para evaluar los cambios en el impacto medioambiental de la industria láctea californiana entre 1964 y 2014. Para ello, se llevó a cabo una evaluación del ciclo de vida (LCA) desde el origen del recurso hasta su llegada a la granja. La LCA es una técnica analítica que se utiliza para evaluar el impacto medioambiental asociado a todas las etapas de la vida de un producto.
Se utilizaron los datos recogidos por organismos oficiales (USDA, CDFA) y los obtenidos de la revisión por pares de la bibliografía relacionada con múltiples aspectos de la producción láctea, además de informes publicados, sobre todo para obtener datos de 1964. Se analizaron los datos relativos a:
- La producción de alimentos para los animales.
- La producción de cultivos.
- La emisión de metano procedente de la fermentación ruminal.
- El manejo de la explotación, entre los que se incluyeron datos sobre el uso de energía y los requerimientos de agua en la granja.
- La gestión del estiércol, estimando las emisiones de metano del almacenamiento y la aplicación en el campo del purín.
- La producción de coproductos, ya que a la vez se produce también carne, por lo que la carga medioambiental debe repartirse entre los dos productos (leche y carne).
Los resultados pusieron de manifiesto que la producción de 1 kg de leche corregida en energía y proteínas (ECM) emitió 1.12-1.16 kg de equivalentes de CO2 (CO2e) en 2014, comparados con los 2.11 kg de CO2e emitidos en 1964, por lo que se supone una reducción entre el 45 y el 47% en 50 años.
Aunque el total de emisiones de GEI aumentó, debido al mayor volumen de la producción láctea, la emisión de metano entérico por kg de ECM se redujo entre un 54 y un 55%, y la de GEI debidos al estiércol disminuyó entre un 8.7 y un 11.9%. Esto se debe, principalmente, a que actualmente el almacenamiento de estiércol en California se realiza en balsas, que tienen un mayor factor de conversión de metano que el almacenamiento de estiércol sólido.
El uso de agua se redujo entre un 88.1 y un 89.9%, entre el que se observa una disminución entre un 88.7 y un 90.5% en la producción de cultivos, entre un 55.3 y 59.2% en las instalaciones y el ordeño, y entre 52.4-54% en el consumo de agua (debido a la mejora en la genética y en el manejo de los animales). Por último, gracias al aumento del rendimiento de los cultivos, la necesidad de suelo también se redujo entre un 89.4 y un 89.7%.
Conclusión
Este estudio concluye que el aumento de la producción de leche por vaca, gracias a la mejora genética y a la mejor nutrición y cuidado de los animales, ha contribuido a la disminución de la emisión de los GEI y a la reducción de las necesidades del uso de tierra y recursos hídricos cuando se calcula por unidad de producción. De esta forma, conforme la producción de leche por vaca siga aumentando, la eficacia en la conversión de alimentos mejorará y se producirá de nuevo una reducción en el impacto medioambiental.
Referencia
Naranjo A, Johnosn A, Rossow H, Kebreab E. 2020. Greenhouse gas, water, and land footprint per unit of production of the California dairy industry over 50 year. J. Dairy Sci. 103:3760–3773
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