Álvaro García
La reducción del uso de medicamentos antimicrobianos es una preocupación en producción animal. Por este motivo, actualmente se están investigando intervenciones exitosas para la salud mediante el uso de aditivos alimenticios naturales. La fortificación dietética de vitaminas ha mostrado potencial para mejorar la salud y prevenir enfermedades. La vitamina D, por ejemplo, ha mostrado efectos desde esta perspectiva contra la mastitis y la metritis.
Además del papel de la vitamina D en la homeostasis de Ca y P, existen otros efectos, como su función inmunomoduladora en las células inmunes innatas del ganado y la glándula mamaria. Esta vitamina interviene en funciones fisiológicas reguladas por la activación enzimática y los receptores intracelulares de vitamina D. Sin embargo, es importante la forma en la que se suministra, debido a que las vacas alimentadas con 25-(OH)-D3 han demostrado una reducción de mastitis y metritis, menor riesgo de retención de placenta y un aumento de la producción de leche en comparación con las vacas alimentadas solo con vitamina D3.
Un trabajo de investigación reciente (Poindexter et al., 2020) examinó estos efectos en 5 grupos (4 tratamientos y 1 control) de 12 vacas, cada una recibió 1 de 4 tratamientos. Los tratamientos fueron dos formas de vitamina D (vitamina D3 o 25-OH-D3) alimentadas en dos cantidades cada una de 1 o 3 mg/d, además de la suplementación rutinaria de 0.5 mg de D3 diariamente. Después de 21 días de alimentación, todas las vacas en tratamientos con vitamina D fueron inoculadas por vía intramamaria con Streptococcus uberis. Las temperaturas rectales y la gravedad de la mastitis se monitorizaron en cada ordeño a las 0, 12, 24, 36, 48, 72 y 96 horas en relación con el desafío microbiano intramamario.
Cuando se midieron los metabolitos de la vitamina D en el suero sanguíneo, el aumento del 25-OH-D3 de 1 mg/d a 3 mg/d aumentó el 25-OH-D en el suero de manera más efectiva en comparación con la vitamina D3. La concentración de 25-OH-D entre vacas no fue diferente independientemente del nivel de suplementación (1 mg/d o 3 mg/d). Sin embargo, las concentraciones de 25-OH-D en suero de vacas que recibieron 25-OH-D3 aumentaron en el día 7 hasta el día 28 y permanecieron estables a partir de entonces.
La incidencia de mastitis clínica no fue diferente en las vacas que recibieron 1 mg o 3 mg de vitaminas. La severidad de la mastitis a las 60 y 72 horas fue mayor en las vacas suplementadas con 1 mg en comparación con las que recibieron 3 mg. Sin embargo, el recuento de SCC y bacterias en leche aumentó con el tiempo, pero no fue diferente entre los tratamientos con vitaminas.
El suplemento de 25-OH-D3 disminuyó la gravedad de la mastitis. Es evidente que la vitamina D juega un papel en la inmunidad mamaria, contribuyendo a la protección de la glándula mamaria contra la mastitis. El aumento de la sangre periférica de cierto tipo de leucocitos se usa como marcador de diagnóstico para la inflamación. Después del desafío intramamario con Streptococcus uberis, los marcadores de esta bacteria aumentaron en macrófagos y neutrófilos en la leche de los cuartos infectados de vacas suplementadas con 3 mg del metabolito de vitamina D en comparación con las suplementadas con 1 mg.
Estos hallazgos sugieren que el incremento de 25-OH-D3 aumenta la presencia de leucocitos en la glándula mamaria después de un ataque bacteriano. Se especuló que aumentar el 25-OH-D3 en la dieta alarga la protección de la glándula mamaria contra la mastitis. Las vacas alimentadas con 3 mg de la vitamina la aparición de la mastitis se retrasó en comparación con las que recibieron 1 mg. Era evidente que los efectos del 25-OH-D3 se produjeron intracelularmente mediante la señalización en macrófagos y neutrófilos en la glándula mamaria.
Los resultados de este experimento mostraron que el 25-OH-D3 en la dieta fue mucho más efectivo para aumentar las concentraciones de 25-OH-D en el suero en comparación con la vitamina D. También se concluyó que había poco o ningún beneficio de alimentar niveles de vitamina D3 por encima de 1.5 mg/d (60,000 UI/d). Los efectos de la alimentación de 25-OH-D3 sobre la inmunidad de la glándula mamaria respaldaron la función de la señalización de la vitamina D en la protección contra la mastitis.
Referencia
Poindexter, M. B., Kweh, M. F., Zimpel, R., Zuniga, J., Lopera, C., Zenobi, M. G., … Nelson, C. D. (2020). Feeding supplemental 25-hydroxyvitamin D3 increases serum mineral concentrations and alters mammary immunity of lactating dairy cows. Journal of dairy science. 103(1): 805-822.
© 2020 Dairy Knowledge Center, LLC. All Rights Reserved.
