Eficacia terapéutica del fluido ruminal

Álvaro García

Algunas granjas lecheras tienen vacas donantes de líquido ruminal (canuladas o mediante bombas de rumen) para transferir el fluido ruminal y reactivar el sistema digestivo de una vaca que sufre problemas digestivos y/o metabólicos. Las vacas que sufren de cetosis, anorexia y varios tipos de indigestión, incluida la acidosis, se benefician al recibir líquido ruminal fresco con microorganismos ruminales completamente funcionales.

Un artículo reciente (Steiner et al., 2020) evaluó la eficacia terapéutica de una única transferencia de fluido ruminal utilizando volúmenes pequeños (1 y 5 L) de fluido ruminal activo para vacas que sufrían indigestión. La hipótesis se basó en que pequeñas cantidades de fluidos ruminales serían más efectivas que infundir 5 litros de agua corriente.

El ensayo fue diseñado con cuarenta y cinco vacas que padecían indigestión. Todas las vacas mostraron una disminución de la ingesta de alimento antes de comenzar la prueba, que fue el primer criterio de selección. Las vacas habían recibido antibióticos por vía parenteral, antiinflamatorios no esteroideos y fluidoterapia intravenosa, pero no tratamientos orales. Los donantes de fluido ruminal fueron dos vacas secas canuladas en rumen alimentadas ad libitum con heno y concentrado comercial según los requisitos de mantenimiento. El segundo criterio de inclusión para la selección fue la disminución de la función ruminal. Las muestras de fluido ruminal se obtuvieron por tubo estomacal y se evaluaron inmediatamente para detectar olor, color, consistencia, pH, número y viabilidad de protozoos, tiempo de sedimentación y tiempo de reducción de azul de metileno. Las dolencias anteriores que estas 45 vacas habían sufrido se muestran en la tabla.

Las vacas fueron asignadas a tres grupos de quince cada uno; una recibió 1 L de líquido ruminal, otra recibió 5 L de líquido ruminal y el tercero (control) recibió 5 L de agua a temperatura corporal (38ºC). En esta prueba, el fluido ruminal se obtuvo a través de un tubo pre-estomacal equipado con una bomba de succión. Después de evaluarlo, el líquido se administró inmediatamente a las vacas del estudio en los grupos 1 y 2. Se utilizó un protocolo similar para la infusión en las vacas tratadas con agua del grupo de control. El análisis del fluido ruminal se realizó los días 0 y 1 y 4 después de la transferencia del fluido ruminal o agua. También se registró la ingesta de alimento. La ración se calculó para mantenimiento y producción de 20 L de leche, y consistió en heno, ensilaje de hierba y concentrado granulado (4 kg/d).

Las principales mejoras observadas después del tratamiento fueron: número de protozoos, porcentaje de protozoos vitales, tiempo de reducción de azul de metileno y tiempos de sedimentación y flotación. Después de la administración de 1 L y 5 L de líquido ruminal, su puntuación mejoró entre los días 1 y 4. La mejoría más evidente fue el olor y el porcentaje de protozoos vitales/móviles y el tiempo de reducción de azul de metileno. En el grupo control (5 L de agua), el líquido del rumen mostró solo una mejora leve y no significativa en el día 1. La administración del líquido del rumen también tuvo un efecto positivo en la ingesta de alimento. Los animales que recibieron 1 L de líquido ruminal mostraron una mayor ingesta de alimento en los días 1 y 4, con el grupo 2 mostrando solo una mejora de los días 0 a 1; el grupo control mostró una mejora significativa solo de los días 0 a 4.

Se demostró que la infusión de pequeños volúmenes de líquido ruminal de tan solo 1 L es muy efectiva para mejorar la función ruminal y la ingesta de alimento. Esta terapia de apoyo es económica, rápida y no genera períodos de abstinencia.

Referencia

Steiner, S., Linhart, N., Neidl, A., Baumgartner, W., Tichy, A., Wittek, T. 2020. Evaluation of the therapeutic efficacy of rumen transfaunation. J Anim Physiol An N. 104: 56–63.

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