Ishaya U. Gadzama & Fernando Diaz
Las vacas lecheras requieren glucosa durante la lactancia para la síntesis de la leche y el mantenimiento de los tejidos corporales. La degradación ruminal de los azúcares solubles y los almidones en ácidos grasos volátiles limita la cantidad de glucosa que puede ser absorbida en el intestino delgado. Esto puede limitar la síntesis de leche y el rendimiento reproductivo durante la lactancia.
El suministro post-ruminal de glucosa se ha propuesto como una estrategia dietética para mejorar el rendimiento productivo y el estado de salud de las vacas. Un estudio realizado en la Granja Experimental de Productos Lácteos del Instituto Hunan de Ciencia Animal y Veterinaria de Changsha en China investigó los efectos de alimentar con glucosa protegida frente a la degradación ruminal (GPR) sobre el rendimiento de vacas en transición.
Los investigadores (Li et al., 2019) alimentaron vacas Holstein antes y después del parto con dietas suplementadas con 200 g por vaca por día de glucosa protegida frente a la degradación del rumen (GPR) o 90 g/d de grasa de recubrimiento. El producto de GPR contenía 45.0% de glucosa, 45% de grasa de recubrimiento y un 10.0% de humedad. Las dietas fueron suministras desde una semana antes del parto hasta dos semanas después del parto.
El consumo de materia seca no vio afectado por la suplementación con GPR durante el período de transición (promedio: 8.1 kg/día). Del mismo modo, no hubo diferencias en el contenido en grasa (4.30%) y proteínas lácteas (4.39%) entre los grupos de tratamiento. Sin embargo, las vacas que recibieron GPR produjeron más leche (18.9 kg/d) que las vacas que no recibieron glucosa (16.9 kg/d).
Aunque el balance energético durante el periodo de preparto (–10.6 Mcal/día) no se vio afectado por la suplementación de GPR en la dieta, las vacas suplementadas con glucosa mostraron un balance energético más bajo (–5.4 Mcal/d) durante el período posparto que las vacas sin el suplemento (–3.2 Mcal/d). Además, la digestibilidad total de la materia orgánica, proteínas, grasas y fibra no se vio afectada por la suplementación con GPR en ambos períodos, tanto en el preparto como en el posparto.
La alimentación con GPR redujo la concentración de glucosa en plasma (4.16 vs. 5.51 mmol/L) en comparación con el grupo control. Además, las vacas alimentadas con GPR tenían una mayor concentración de insulina en plasma (2.42 vs. 1.58 ng/ml) y ácidos grasos no esterificados (NEFE; 0.85 vs. 0.62 mmol/L). Estos valores NEFA coincidieron con la disminución del balance energético posparto observado en las vacas que recibieron glucosa.
Sin embargo, no hubo diferencia del tratamiento en las concentraciones plasmáticas de ácido β-hidroxibutírico (0.77 mmol/L), triglicéridos (0.48 mmol/L), colesterol (1.95 mmol/L), colesterol de lipoproteínas de alta y baja densidad (1.15 mmol / L y 0.65 mmol/L, respectivamente).
En conclusión, los resultados de este estudio indican que la suplementación con GPR mejora la producción de leche sin afectar el consumo del alimento y la composición de la leche. Sin embargo, la suplementación con GPR exacerbó el balance energético negativo en vacas recién paridas. Esto sugiere que la cantidad de suplemento de GPR a 200 g/d posiblemente no es suficiente para cubrir los requerimientos energéticos de las vacas, por lo que movilizan más grasa corporal. Más investigación es necesaria para evaluar mayores niveles de inclusión de GPR.
Referencia
Li, X.P., Tan, Z.L., Jiao, J.Z., Long, D.L., Zhou, C.S., Yi, K.L., Liu, C.H., Kang, J.H., Wang, M. Duan, F.H., Tang, S.X., He, Z.X., and Han, X.F. 2019. Supplementation with fat-coated rumen-protected glucose during the transition period enhances milk production and influences blood biochemical parameters of liver function and inflammation in dairy cows. Animal Feed Science and Technology. 252: 92 – 102.
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