El ensilado de maíz aumenta la densidad energética en la ración, al tiempo que proporciona fibra efectiva con el tamaño adecuado de partícula. La digestibilidad tanto de los carbohidratos estructurales (fibra) como de los no estructurales (principalmente almidón) influye sobre el rendimiento de la energía. Para evaluar la contribución de cada fracción de carbohidratos, utilizamos los resultados de más de 200.000 muestras analizadas por el Laboratorio de Forraje Dairy One, entre 2004 y 2020.
Se observó un promedio de fibra detergente ácido (FDA) del 25,4% en base a materia seca en 215.203 muestras. La variación fue del 21,5% al 29,3%, casi 8 unidades porcentuales de diferencia. El promedio de fibra detergente neutro (FDN) de 212.887 muestras fue de 43%, en un rango de 37,3 al 48,7%. ¡Esa es una diferencia de 11,4 unidades porcentuales! Lo más importante aquí es saber qué tanta de esa FDN es digestible.
Las investigaciones actuales consideran las pruebas de 24, 30 o algunas veces hasta 48 horas in vitro de digestibilidad de FDN (dFDN) como mejores predictores para la digestibilidad de forraje, comparados con la lignina. Debido a que las vacas altas productoras comen más, y su tasa de pasaje del alimento se acelera, la dFDN a las 30 o incluso 24 horas se ha sugerido como más adecuada para describir la energía disponible para la vaca, en lugar de sólo una prueba de 48 horas.
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