Álvaro García
El principal objetivo de la cría de novillas lecheras es conseguir el peso y la estatura adecuados para el momento del parto, que normalmente se produce en torno a los 23 meses de edad; esto está correlacionado con una rentabilidad óptima de los programas de reemplazo de Holstein. En la actualidad, las novillas Holstein presentan una mayor altura a la cruz en comparación con los estándares de hace tres o cinco décadas. Por lo tanto, es imprescindible evaluar el rendimiento de las novillas y yuxtaponerlo con los parámetros de referencia establecidos. Estos datos son fundamentales para elaborar planes de gestión nutricional precisos, evaluar la eficacia de la alimentación, garantizar la dosificación exacta de los medicamentos y mantener la salud general de los animales. Por otro lado, el peso corporal juega un papel clave en la evaluación del valor de los animales sacrificados y en la eficiencia de la crianza de novillas de reemplazo. Los parámetros de referencia establecidos para evaluar el crecimiento de las novillas lecheras, de acuerdo con lo propuesto por M. J. VandeHaar de la Universidad de Michigan, incluyen los siguientes factores:
- Edad del primer parto: lo ideal es entre 22 y 24 meses.
- Peso corporal después del parto: el objetivo es un mínimo de 567 kilos.
- Altura en el momento del parto: debe medir al menos 1,37 metros a la cruz.
- Puntuación de la condición corporal en el momento del parto: el objetivo es estar en torno al 3,5.
- Ritmo del crecimiento entre los 3 y los 10 meses de edad: idealmente, entre 0,77 y 0,91 kilos por día.
Se han empleado varios métodos para medir o estimar con precisión el peso corporal de las novillas Holstein. El más preciso consiste en pesar individualmente a los animales con básculas tradicionales o electrónicas. No obstante, estos métodos de evaluación pueden resultar muy costosos, lentos y potencialmente peligrosos debido a la necesidad de manipular a los animales. También se han desarrollado métodos alternativos indirectos para estimar el peso corporal de las novillas lecheras. El más común y rentable consiste en utilizar una cinta métrica para medir la circunferencia torácica, tomando la medida en la zona situada inmediatamente detrás de la cruz. Según lo establecido por Heinrichs y Hargrove en 1987, la circunferencia torácica se correlaciona con el peso corporal estimado.
Estudios posteriores analizaron las relaciones entre las distintas medidas de crecimiento del ganado lechero con el fin de predecir el peso corporal. Algunos investigadores como Heinrichs et al. (1992) y Enevoldsen y Kristensen (1997) utilizaron modelos de regresión lineal para estimar el ancho de la cadera, ya que es una medida ósea altamente correlacionada con el peso corporal y poco influida por la condición corporal. En 2001, A. Skidmore colaboró con Dairy Innovations para crear el hipómetro, un instrumento especializado que se utiliza en el ámbito de la ganadería lechera para estimar el peso corporal. Este instrumento está compuesto por dos brazos o pinzas, y mide la distancia entre las articulaciones de la cadera colocándose alrededor de los trocánteres mayores de los fémures de la vaca (protuberancias óseas ubicadas en la parte superior de las patas traseras). Según un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Bingen, el hipómetro ha demostrado ser una herramienta de gran precisión a la hora de estimar el peso de novillas y vacas, mostrando una fuerte correlación de r = 0,88.
En la actualidad, los cinco parámetros de crecimiento de novillas establecidos por la Universidad Estatal de Michigan, mencionados anteriormente, se pueden medir utilizando un único dispositivo de inteligencia artificial equipado con tecnología de imágenes tridimensionales (3D). Las cámaras 3D de última generación son dispositivos con sensores de profundidad más potentes, mayor resolución, campos de visión más amplios, procesamiento en tiempo real, buen rendimiento en condiciones de poca luz, tamaño compacto y bajo consumo energético. Suelen contar con múltiples modalidades sensoriales y con un sistema de aprendizaje automático. Este tipo de cámaras se utilizan en la industria robótica, en vehículos autónomos, en el sector sanitario, en realidad aumentada y en la producción.
Oron Nir et al. (2018) implementaron un sistema de visión artificial en 3D para estimar automáticamente la altura y la masa corporal de las novillas Holstein. Este sistema resultó ser rentable y preciso (R2: 95,2%, 98,5% y 94,6% para la altura de la cadera, la altura a la cruz y la masa corporal, respectivamente), rediciendo al mínimo la interacción entre el animal y el ganadero. Le Cozler et al. (2022) llevaron a cabo otro experimento en el que utilizaron un método de obtención de imágenes en novillas Holstein en fase de crecimiento, el cual ya había sido validado previamente en vacas adultas. Realizaron un seguimiento de los animales desde las 5 semanas de edad hasta el final de su primera gestación, pesándolas mensualmente y obteniendo una imagen en 3D. A continuación, estas imágenes se utilizaron para estimar las tendencias de crecimiento de varios rasgos morfológicos, como el perímetro torácico y la altura a la cruz. Además, se usaron otros rasgos, como el área de superficie corporal y el volumen, para estimar el peso.
En resumen, se ha demostrado que la tecnología de imágenes 3D es una herramienta muy útil para controlar el crecimiento y el manejo de las novillas, y que tiene el potencial de mejorar su precisión conforme se vayan recopilando más datos sobre este grupo específico de animales. Además, la integración de esta tecnología ha demostrado ser muy prometedora a la hora de mejorar la precisión, la exactitud y la eficacia en el control del crecimiento de las novillas lecheras. Por ejemplo, si tres evaluadores independientes evalúan la condición corporal de la misma novilla, pueden producirse errores aleatorios entre ellos que provoquen ligeras variaciones en sus puntuaciones individuales. Sin embargo, al utilizar una cámara 3D para evaluar el peso, la altura y la condición corporal de las vaquillas, se eliminan estos errores.
Una de las principales ventajas de las cámaras 3D es su capacidad para medir los parámetros del ganado de forma regular, siempre y cuando los animales se encuentren dentro de los límites del campo de visión de la cámara. Cuando se trata de vacas lecheras en ordeño, es posible realizar estas mediciones varias veces al día, cuando van y vienen de la sala de ordeño. Sin embargo, cuando se trata de novillas lecheras en fase de crecimiento, que no siguen una rutina diaria similar, los ganaderos necesitan establecer un horario para que pasen por un tubo o callejón cada cierto tiempo. Si se instala una cámara 3D y solo pasan por ella una vez al mes, no se aprovecha su principal ventaja, que es la de medir regularmente el crecimiento y poder actuar en consecuencia. La verdadera utilidad de este dispositivo para las novillas en crecimiento reside en su capacidad de controlar la dinámica de crecimiento de forma constante. Para ello, la cámara debe instalarse de tal forma que los animales se acerquen a ella al menos una vez a la semana, si es posible. Si se utilizara solo una vez al mes, sería ineficaz y mermaría el potencial que ofrece para ahorrar en costos de alimentación ajustando la dieta en función de las mediciones periódicas del crecimiento.
Conforme va evolucionando la tecnología y disponemos de más información sobre grupos específicos de novillas jóvenes, podemos controlar su crecimiento con mayor precisión y eficacia. Al usar sistemas de imágenes 3D, junto con modelos predictivos más precisos, es muy probable que se produzca un cambio en la forma de criar y cuidar a las novillas lecheras, lo que, a la larga, se traducirá en una mejora del bienestar y la salud de los animales, de la productividad y de las prácticas ganaderas sostenibles. Todos estos avances demuestran que la innovación y la tecnología desempeñan un papel esencial en la búsqueda de la excelencia en la industria láctea actual.
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