Álvaro García
La industria láctea, uno de los principales componentes del sector agrícola, tiene que enfrentarse constantemente al difícil reto de optimizar la eficiencia y la productividad. Durante los últimos años, la incorporación de sistemas de cámaras 3D se ha convertido en una alternativa para afrontar estos retos. En este artículo se analizan las aplicaciones prácticas y las ventajas de los sistemas de cámaras 3D en las granjas lecheras, haciendo hincapié en su función en el control de la salud del rebaño, la mejora de la gestión de la alimentación y la optimización de las operaciones generales de la granja. Nuestro objetivo es ofrecer a los productores lácteos y a las partes interesadas del sector un análisis detallado que les sirva para sacarle el máximo partido a la tecnología de cámaras 3D, con el fin de agilizar los procesos y lograr un crecimiento sostenible. Entre la gran variedad de herramientas disponibles, las alertas de los sistemas de cámaras 3D destacan como una función increíblemente útil. Las alertas pueden adaptarse a las preferencias de los propietarios de las granjas, y ofrecen notificaciones en tiempo real e información sobre diversos aspectos de la gestión de estas.
Al pinchar en el signo de exclamación situado en la esquina superior izquierda, podemos observar que hay 211 vacas en el sistema de alertas, lo que constituye el 18% de todas las vacas que actualmente están produciendo leche en esta granja. Entre ellas, 33 vacas aparecen marcadas en rojo, lo que indica que su estado es «grave». A continuación, se analizará la primera vaca de la lista, la 385, para comprender su situación individual.
Al hacer clic sobre el número de la vaca, podemos observar cómo ha fluctuado su condición corporal a lo largo de la lactación. Cabe señalar que, para evitar cualquier malentendido, el gráfico sólo muestra dos parámetros activos: «valor ideal» y «CC», y excluye todos los demás. Al analizarlo, el gráfico refleja que la vaca ha estado sobre acondicionada durante toda la lactación, incluso durante su primer mes en leche. Además, es digno de mención que la vaca empieza a recuperar la condición después de 80 días en leche, como cabría esperar de una vaca que se encuentra en esa fase de lactación.
A continuación, se analizará la producción de leche. Para ello, hay que filtrar todos los parámetros excepto el valor ideal y la producción. Además, para evaluar la correlación entre su condición y la producción de leche (línea azul), representaremos la puntuación de la condición corporal (CC) por una línea naranja. Actualmente, a los 116 días en leche, es evidente que su producción de leche ha experimentado un descenso significativo.
A continuación, hay que acceder a la lista de vacas para ver su foto captada por la cámara 3D.
También se puede examinar la imagen en 3D de la vaca desde cualquier ángulo para evaluar su estado de salud.
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