Álvaro García
Ha sido publicado que hasta el 70% de las vacas lecheras lactantes desarrollan enfermedades metabólicas y/o infecciosas durante el período posterior al parto, independientemente a la raza, la producción o el manejo. Un área importante de interés es la asociación negativa entre la incidencia de trastornos de la salud en torno al parto y el rendimiento reproductivo.
Tasas de preñez reducidas a los 65 días después de la inseminación se han asociado con altas concentraciones de ácidos grasos no esterificados en suero (AGNE), problemas de parto, metritis, endometritis y problemas digestivos. Un artículo reciente publicado en la revista Theriogenology reportó la asociación observada entre los trastornos de salud durante el postparto y las respuestas reproductivas en vacas Holstein en lactación.
Los investigadores agruparon a las vacas dos grupos de 70 vacas sanas y 60 enfermas según los metabolitos séricos y los registros de salud en el posparto. Dentro del grupo de enfermas, 35 tenían problemas metabólicos, 15 tenían infecciones y 10 tenían ambas complicaciones.
La sangre tomada en los días 7 y 14 después del parto se usó para analizar las concentraciones séricas de AGNE, β-hidroxibutirato (BHB) y aspartato aminotransferasa (AST). También se tomatón muestras de sangre en los días 0, 8, 16, 18 y 20 después de la inseminación para determinar las concentraciones de progesterona, los días 16, 18 y 20 para analizar el metabolito de prostaglandina F (PGFM) y el día 16 para detectar genes estimulados con interferón 15 (ISG15) de ARNm.
A los 30 días después del parto, los investigadores midieron la ciclicidad a través de la ecografía transrectal. Las vacas que manifestaron un cuerpo lúteo visible recibieron un protocolo de inseminación a tiempo fijo basado en GnRH. La predicción del estado de la preñez fue el día 16 después de la inseminación usando la expresión del gen ISG15 de ARNm en relación con la β-actina; después de eso, diagnosticaron la preñez mediante ecografía transrectal en los días 32 y 60 después de la inseminación.
Las vacas que estaban sanas y preñadas tenían la mayor expresión de ISG15. Concentraciones reducidas de progesterona sérica después de la inseminación se asociaron con trastornos de la salud después del parto. Esto difirió en el momento de la inseminación ya que las vacas enfermas tenían mayores concentraciones de progesterona sérica en comparación con las vacas sanas (0.65, 0.86 y 0.75 ng/mL para vacas con problemas metabólicos, infecciosos y ambos problemas, respectivamente vs. 0.24 ng/mL en vacas sanas).
Las vacas sanas tenían concentraciones séricas más bajas de PGFM después de la inseminación, independientemente de si estaban preñadas. Las vacas enfermas tenían menos probabilidades de quedar preñadas tanto el día 16 (predicción de expresión de ISG15 de ARNm) como los días 32 y 60 después de la inseminación (ultrasonografía). Además, las vacas enfermas también tuvieron mayores posibilidades de perder la preñez tanto del día 16 al 32 como del 16 a 60 días después de la inseminación, independientemente del tipo de trastorno de salud observado.
Los resultados de este experimento demostraron que las vacas enfermas muestran menor eficiencia reproductiva, reflejada por una reducción en la supervivencia embrionaria, y menores posibilidades de mantener la preñez, independientemente del tipo de trastorno de salud.
Referencias
Mohtashamipour, E. Dirandeh, Z. Ansari-pirsaraei, M.G. Colazo. 2020. Postpartum health disorders in lactating dairy cows and its associations with reproductive responses and pregnancy status after first timed-AI. Theriogenology. 141: 98-104.
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