Álvaro García
Algunos todavía recuerdan con nostalgia las imágenes intemporales asociadas al pastoreo: largos y serenos paseos a caballo por extensos paisajes, reflexionando sobre el día de trabajo. Sin embargo, esta imagen idílica, tan pintoresca como la de un abuelo ordeñando a la vieja Betsy mientras lucha contra las moscas sentado en un taburete de tres patas, ya no refleja la realidad actual. Hoy en día, la presión económica exige que la gestión ganadera adopte una perspectiva más moderna y avanzada. La competitividad actual en la producción ganadera hace imprescindible que el sector implemente tecnologías innovadoras que mejoren la eficacia, la rentabilidad y el bienestar del ganado. Aunque la observación directa sigue siendo muy valiosa, los avances tecnológicos ahora permiten a los ganaderos detectar cambios sutiles en el comportamiento y la salud del ganado que, de otro modo, pasarían desapercibidos. Entre estos avances destaca la tecnología de cámaras 3D, una herramienta clave que proporciona una visión completa y detallada del manejo del rebaño. Al igual que se ajusta una lente para pasar de una visión borrosa a una nítida y clara, el uso de la tecnología 3D en el manejo del ganado va más allá de los límites de la observación convencional. Gracias a esta tecnología, los ganaderos pueden evolucionar de un enfoque impreciso a una perspectiva centrada y detallada del comportamiento y la salud del ganado, lo que les permite tomar decisiones más informadas con un nivel de precisión hasta ahora inalcanzable. Al implementar esta tecnología, es fundamental evaluar los beneficios y la rentabilidad de la inversión que implica integrar la tecnología de imágenes 3D (TID) en las granjas de vacuno de carne.
El retorno de la inversión (ROI)
El retorno de la inversión (ROI, por sus siglas en inglés) es el pilar fundamental sobre el que se basa cualquier decisión relacionada con una inversión, ya que proporciona una valoración clara de los beneficios económicos obtenidos en relación con la inversión inicial. En el caso de los productores de carne de vacuno, el ROI de la implantación de la tecnología de imágenes 3D (TID) depende de su capacidad para aumentar la productividad, mejorar las prácticas de gestión y, en última instancia, incrementar la rentabilidad global. Al cuantificar los beneficios esperados, los ganaderos pueden tomar decisiones fundamentadas que maximicen el valor de sus granjas, asegurando así que la implementación de esta tecnología no solo sea rentable, sino también una mejora significativa en sus operaciones.
Para calcular el retorno de la inversión (ROI) de la incorporación de la tecnología de imágenes 3D (TID) en una granja de vacuno de carne, es necesario evaluar los costos iniciales en relación con las ganancias financieras que se generarán a partir de su uso. El ROI es una herramienta útil que permite medir la eficacia de una inversión y comparar el rendimiento de diferentes alternativas. En el contexto de una granja de vacuno de carne que implemente la TID, se puede utilizar la siguiente fórmula:
Es necesario definir esta fórmula para aplicarla:
Coste de la inversión: incluye el precio de compra de las cámaras 3D y cualquier coste asociado a su instalación, a la formación recibida por el personal para utilizar esta tecnología y a cualquier servicio de mantenimiento o suscripción que se requiera.
Ganancia neta de la inversión: se refiere a los ingresos adicionales generados o a los costes ahorrados gracias al uso directo de la TID, menos los costes operativos derivados del uso de esta tecnología. Algunos de los beneficios que pueden contribuir a la ganancia neta son:
- La mejora de la eficiencia alimentaria mediante la optimización de las estrategias de alimentación en función de CC precisas.
- La reducción de los costes relacionados a la mano de obra gracias a la supervisión automatizada.
- El aumento de los precios de venta del ganado gracias a un control más estricto de la salud y el estado del rebaño.
- La reducción de los gastos veterinarios derivada de una detección más temprana de los problemas de salud.
- La mejora de la gestión reproductiva permite aumentar la tasa de partos.
Para que la evaluación sea justa, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de la relación coste-beneficio, teniendo en cuenta tanto los beneficios tangibles como los intangibles a lo largo de la vida útil esperada de la tecnología. Además, si se ajustan las prácticas de gestión para aprovechar todo el potencial del sistema de TID, el valor de la inversión para la empresa puede incrementarse aún más.
En función de los factores específicos y de la eficiencia que se obtengan de la implementación de la TID en una granja de vacuno de carne, no sería disparatado esperar un beneficio anual de 8.000 euros:
Mejora de la eficiencia alimentaria:
- Ahorro anual estimado: 2.000 euros.
- Entre otras cosas, se reduce el desperdicio de alimento y se establecen unas estrategias de alimentación más precisas en función de la puntuación exacta de la condición corporal.
Reducción de los costes relacionados con la mano de obra:
- Ahorro anual estimado: 1.500 euros.
- Gracias a la reducción de la demanda de trabajo manual en tareas como el control de la salud, la evaluación de la condición corporal y el análisis del comportamiento.
Aumento de los precios de venta del ganado:
- Aumento estimado de los ingresos anuales: 1.000 euros.
- Predecir la circularidad del lomo alto puede aumentar el valor del ganado que está a la venta.
- La mejora de las prácticas de gestión, impulsada por la TID, puede traducirse en un aumento de los precios en el mercado de un ganado mucho más sano y en mejores condiciones.
Reducción de los gastos veterinarios:
- Ahorro anual estimado: 1.000 euros.
- Un diagnóstico precoz de los problemas de salud puede reducir los gastos veterinarios al disminuir la incidencia y gravedad de las enfermedades.
Mejora del manejo reproductivo:
- Aumento estimado de los ingresos anuales: 1.500 euros.
- Si se emplean unas prácticas de manejo reproductivo más eficaces, se pueden conseguir tasas de partos más elevadas y mejores resultados en la reproducción, lo que incrementa los ingresos procedentes de la venta de terneros.
Otros beneficios intangibles:
- Aunque la mejora del bienestar animal, la reducción del estrés y el aumento de la eficiencia operativa son difíciles de cuantificar en términos económicos, contribuyen a la rentabilidad y la sostenibilidad generales de la granja.
La suma de estas cifras asciende a aproximadamente 7.000 euros, aunque puede variar según las circunstancias específicas y las prácticas de gestión de cada granja. Un análisis detallado de la relación coste-beneficio ofrecería un desglose más preciso de las posibles ganancias financieras derivadas de la implantación de la TID.
Cómo calcular el ROI de un sistema TID en una situación hipotética:
Coste de la inversión = 15.000 euros
Ganancias anuales = 7.000 euros
ROI = (ganancias anuales – coste de la inversión) / coste de la inversión * 100
= (7.000 – 15.000) / 15.000 * 100
= (-8.000) / 15.000 * 100
≈ -53,33%
Según este cálculo, el ROI del primer año es negativo: -53,33%. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, es crucial tener en cuenta el retorno de la inversión a lo largo de la vida útil de la herramienta. A medida que se acumulan las ganancias con el tiempo, el ROI inicial negativo se vuelve positivo. Según esta estimación, se tardaría algo menos de dos años en recuperar la inversión en este sistema de cámaras 3D.
Puntos clave de la instalación
En comparación con las granjas lecheras, donde las vacas se mueven con frecuencia a través de una sala de ordeño, la instalación de cámaras 3D en las granjas de vacuno de carne requiere un enfoque más ingenioso. Las posibles ubicaciones para colocar las cámaras en los rebaños de pastoreo podrían ser:
- Comederos y bebederos: zonas a las que el ganado acude diariamente.
- Entradas y salidas: permite captar imágenes en el momento en el que el ganado entra o sale de los establos o refugios donde se alimenta.
- Instalaciones de manejo: para evaluar al ganado sin necesidad de manipularlo más de la cuenta, se deben instalar cámaras en las tolvas o pasillos utilizados para las prácticas rutinarias de manejo.
En las granjas de vacuno, las cámaras deben ser capaces de captar datos importantes dentro del flujo natural de movimiento del ganado. Dado que el tiempo ideal de evaluación por animal es de aproximadamente 30 segundos, el sistema debe:
- Utilizar cámaras de alta velocidad capaces de capturar imágenes de alta calidad con rapidez.
- Implantar un sistema de identificación automática que cuente con tecnología RFID o alguna similar para identificar automáticamente a cada animal cuando se aproxime a la cámara.
- Integrar un software de análisis de datos capaz de analizar imágenes en tiempo real para obtener datos procesables sobre, por ejemplo, la salud, la CC, los patrones de comportamiento que indiquen estrés o problemas sociales en el rebaño.
- Forme a sus empleados no sólo en los aspectos técnicos del manejo del sistema de cámaras 3D, sino también en la interpretación de los datos, para poder tomar decisiones con conocimiento de causa.
- Implementar gradualmente estos sistemas puede ayudar al ganado a adaptarse sin que sufra demasiado estrés.
- Tras la instalación, supervise continuamente la eficacia del sistema, y ajuste la posición de las cámaras o la configuración, cuando sea necesario, en función de los datos recopilados y los posibles problemas.
¿Dónde colocar la cámara?
Para determinar la ubicación óptima del sistema TID, es esencial considerar las rutinas de la granja. En las operaciones de ganado en confinamiento, se debe limpiar regularmente los establos para mantener la higiene y garantizar el bienestar del rebaño. Este proceso ofrece una excelente oportunidad para colocar estratégicamente el sistema TID. La frecuencia de limpieza de los establos, que puede ser diaria, coincide con el hecho de que el ganado debe pasar regularmente frente al sistema de cámaras. Para maximizar la eficacia del sistema, es fundamental asegurar que los animales se desplacen lentamente y en fila india, minimizando las posibles interferencias de otros animales durante el barrido de la cámara.
Para ello, podría ser necesario modificar temporalmente el callejón con el fin de reducir el ancho y garantizar que los animales caminen en fila al cambiar de recinto.
Mayor eficiencia operativa
Vaciar cada tolva de una en una permite a los operarios limpiar y prepararlas rápidamente para su uso al día siguiente, conservando así la eficacia operativa. Esto ofrece varias ventajas:
- Desplazamiento estructurado: al crear un entorno cerrado en el que el ganado se desplaza por una ruta específica, se garantiza que la recogida de datos sea coherente y de alta calidad, lo que aumenta la precisión de las evaluaciones de salud y los análisis del comportamiento.
- Interrupciones mínimas: al integrar el proceso de registro en el movimiento natural del ganado entre los establos, se minimiza el estrés y se elimina por completo la necesidad de contratar mano de obra adicional para manejar a los animales específicamente para el monitoreo.
- Colocación óptima de la cámara: gracias a ella, la cámara tiene una ubicación ideal, lo que permite predecir el movimiento y la posición de los animales y, por tanto, mejorar la calidad de las imágenes o los vídeos.
- Recopilación eficaz de datos: el hecho de que todo el ganado pase por la misma vía permite al sistema recopilar de forma eficaz datos completos y actualizados de todo el rebaño.
Para maximizar la eficacia de este sistema, es fundamental tener en cuenta el diseño de la rampa, seleccionar las cámaras adecuadas, integrar el software de análisis de datos y garantizar que los operarios estén cualificados para interpretar los datos de manera eficiente. Conectar dos recintos mediante una rampa para monitorizarlos con cámaras 3D es una forma práctica y eficaz de incorporar estas tecnologías al manejo del ganado vacuno. Este método de trabajo permite realizar un seguimiento preciso de la salud y el comportamiento de los animales sin causarles prácticamente estrés ni alterar el funcionamiento de la granja, lo que mejora el bienestar animal y, potencialmente, incrementa la productividad y rentabilidad.
En resumen, al integrar la TID en las granjas de vacuno de carne, se puede observar que tiene un gran valor práctico y un importante potencial para generar beneficios económicos. Adoptando un enfoque sistemático para evaluar la relación coste-beneficio, los productores de carne pueden tomar decisiones fundamentadas que se alineen con sus objetivos operativos. El paso de los métodos de observación tradicionales a la precisión de las cámaras 3D representa una evolución significativa en las prácticas de gestión del ganado. Las ventajas derivadas de la mejora en la eficiencia alimentaria, la reducción de los costes laborales y la mejora en la salud de los rebaños, motivan esta inversión. Sin embargo, para lograr el éxito es fundamental un compromiso constante con la evaluación y adaptación, asegurando que la tecnología cumpla su función a lo largo del tiempo. Los datos actuales respaldan los numerosos beneficios que ofrece el uso estratégico de las cámaras 3D en la producción de carne de vacuno. Con una planificación e implementación cuidadosa, los productores pueden anticipar una rentabilidad favorable, al mismo tiempo que contribuyen al avance del sector.
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