Álvaro García
Se estima que para el 2050 el planeta llegará a más de 9 mil millones de personas, un 34% más que en la actualidad. Al mismo tiempo, el mayor nivel de vida alcanzado por segmentos más grandes de la población ha aumentado la demanda de productos animales. Para poder alimentar a esta población, la producción de alimentos debe crecer en un 70% no solo a partir de fuentes tradicionales sino también explorando nuevas alternativas.
Esto implicará un aumento en la biomasa total para alimentar a los animales precisamente en un momento en que la variabilidad climática y la escasez de agua desafían su producción en varias partes del mundo. Una alternativa que se está evaluando actualmente es el uso de algas marinas como fuente de alimento para el ganado y las personas.
Su principal ventaja es el hecho de que se producen en un entorno autosostenible, sin aumentar la explotación de las tierras, y eso no requiere la incorporación de recursos (¡incluida el agua dulce!).
Grupos de algas
Básicamente existen tres grupos de algas: Phaeophyta (marrones), Rhodophyta (rojas) o Chlorophyta (verdes). Tienen una composición variable tanto entre especies como en una misma especie, según el momento de su ciclo biológico en el que se cosechan, así como las condiciones de crecimiento. Existen estudios muy limitados que informan sobre el valor nutritivo de las algas marinas como alimento para el ganado.
La mayoría las ha usado como un aditivo para suministrar compuestos bioactivos/micronutrientes (es decir, vitaminas, minerales, etc.) pero no como una fuente significativa de macronutrientes (es decir, proteínas, carbohidratos, etc.). Así pues, la mayoría de los estudios han trabajado con mínimas inclusiones principalmente como aditivos, y no en cantidades significativas para reemplazar otros ingredientes de la dieta.
Sin embargo, un experimento reciente (Bikker et al. 2020) exploró la posibilidad de utilizar algas marinas intactas como fuente de macronutrientes. Las algas se cosecharon en las aguas costeras de Irlanda, Escocia y Francia.
Se obtuvieron un total de 13 muestras de seis especies diferentes de algas de los grupos marrón (Laminaria digitata, Saccharina latissimi y Ascophyllum nodosum), rojo (Palmaria palmata y Chondrus crispus) o verde (Ulva lactuca). Las algas se secaron en la misma costa expuestas a los elementos y luego se procesaron para reducir su tamaño de partícula.
Contenido de nutrientes de las algas marinas
El contenido de nutrientes (% de materia seca; MS) fue muy variable intra e interespecies, y varió de 4.5 a 24.8% para proteínas, de 35.1 a 69.1% para polisacáridos no amiláceos y de 17.3 a 44.5% para cenizas. Las especies de algas marrones tuvieron la mayor concentración de polisacáridos no amiláceos. Las algas rojas y verdes tenían un contenido de aminoácidos de hasta 26.5% de la MS.
Independientemente de la especie, todas las muestras tenían una concentración sustancial de nitrógeno no proteico (NPN) que oscilaba entre 1.2 y 2.9% de la MS. Las algas pardas tenían muy poca fibra detergente neutra (FDN) que oscilaba entre el 9.1 y el 16.2%.
La digestibilidad de la materia orgánica intestinal y del nitrógeno, así como la digestibilidad de la materia orgánica en el tracto total (coeficientes de digestibilidad: 0.81, 0.89 y 0.88, respectivamente) fueron menores para todas las algas marinas en comparación con la harina de soja (coeficientes de digestibilidad: 0.84, 0.98 y 0.97, respectivamente).
S. latissima, L digitata, P. palmata y U. lactuca tuvieron una producción máxima de gas más alta en comparación con la alfalfa. A juzgar por su contenido de proteínas y perfil de aminoácidos, P. palmata y U. lactuca podrían considerarse una fuente valiosa de proteínas para el ganado. Sin embargo, su elevado contenido en polisacáridos no amiláceos, NPN y su baja digestibilidad in vitro pueden limitar su inclusión en las dietas para monogástricos.
La fermentación de L. digitata, S. latissima y P. palmata sugiere que pueden tener un mayor valor nutricional para los rumiantes. Un inconveniente para su uso en todas las especies de ganado es su alto contenido en cenizas, aunque esto puede estar asociado con el hecho de que se secaron en el sitio de recolección y podrían estar contaminadas con arena. Lavar las algas marinas antes de su procesamiento puede solventar este problema, aunque añadiría complejidad a su uso.
Se podrían utilizar las algas en alimentación de rumiantes
Debido a su alta variabilidad, una de las limitaciones también sería la necesidad de realizar un análisis de nutrientes antes de su inclusión en raciones equilibradas. Sin embargo, su contenido de proteínas y perfil de aminoácidos, particularmente en los grupos rojo y verde (por ejemplo, P. palmata y U. lactuca) sugieren que podrían ser una valiosa fuente de proteína complementaria para el ganado, particularmente los rumiantes.
La extracción de esta proteína, al mismo tiempo que la reducción del contenido en cenizas, podría ser un avance importante hacia la inclusión de las algas en las dietas de los animales.
Referencia
P. Bikker, L. Stokvis, M.M. van Krimpen, P.G. van Wikselaar, J.W. Cone. Evaluation of seaweeds from marine waters in Northwestern Europe for application in animal nutrition Animal Feed Science and Technology 263 (2020) 114460.
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