María Villagrasa & Fernando Diaz
Estados Unidos es el principal productor de almendras del mundo y su producción se concentra en California donde, gracias a las apropiadas condiciones climáticas, se genera el 80% de la cosecha total.
En 2020 la producción de almendras de California se ha estimado en 1,361 millones de toneladas lo que supone también una cantidad enorme de cáscaras: por cada kilo de almendras producidas se generan dos kilos de cáscaras. Su uso en la alimentación animal no solo da valor a este coproducto sino que entronca con la filosofía de la economía circular al evitar la pérdida de materiales gracias a su reutilización.
Existe una enorme variedad de almendras —solo en California se producen unas 30 variedades—, que se clasifican en función de características distintivas como su tamaño o forma. La variedad Nonpareil por ejemplo, tiene una cáscara blanda y débil, mientras que en la variedad Butte la cáscara es semidura y en la Mission la cáscara es dura.
Estas diferencias hacen que el valor nutritivo de la cáscara también sea diferente. No obstante, si bien la alimentación con este coproducto es algo habitual en las granjas de vacas lecheras, existen pocos estudios sobre el valor nutritivo de las mismas.
Una información más precisa sobre la composición química de la cáscara de almendra permitiría ajustar las dietas ofrecidas a las vacas para tratar de mejorar su rendimiento productivo. Con este objetivo un grupo de investigadores de la Universidad de California (DePeters, et al., 2020) realizó un estudio para determinar la composición nutricional de las diferentes variedades de cáscaras de almendra.
Se obtuvieron doce muestras diferentes de variedades comunes de cáscaras de almendras de California. Las muestras incluyeron: 5 Nonpareil, 2 mezcla de Butte/Padre, 1 mezcla de Butte/Mission y 4 que no tenían designación de variedad. Para simplificar los resultados las variedades se agruparon en dos: Nonpareil y no-Nonpareil (donde se incluyen las siete variedades que no son Nonpareil). En las tablas 1 y 2 se pueden ver sus características nutricionales.
Además, las cáscaras se procesaron y se dividieron en tres grupos:
- cáscara de almendra completa (con residuos: vaina exterior, ramitas, hojas, etc.)
- cáscara limpia (sin residuos)
- residuos
La proporción de residuos en el grupo Nonpareil fue de 4.7% mientras que para el grupo no-Nonpareil fue de 6.8%. La diferencia entre la proporción de residuos puede variar según el lugar de crecimiento de las almendras lo que, a su vez, puede afectar a la calidad nutritiva de la cáscara, por lo que es importante tener en cuenta la región de origen de la almendra.
Tal como se puede ver en las tablas, el contenido de MS fue más alto para los residuos y más bajo para la cáscara completa en ambos grupos. Los residuos tienen un bajo contenido de humedad, por lo que cuando se extrajeron de la cáscara completa, el contenido de MS de la cáscara limpia disminuyó tanto para el grupo Nonpareil como para el no-Nonpareil.
La concentración de fibra varía ampliamente en la cáscara de almendra
Un resumen de la literatura publicada apoya la observación de que la concentración de fibra de la cáscara de almendras observada en este estudio es bastante variable. El contenido promedio de FND para la cáscara completa del grupo Nonpareil fue de 21.4% (entre 18.5 y 22.9% MS), mientras que para el grupo no-Nonpareil fue mayor (promedio = 25.5%) y más variable (de 20.4 a 31.7% MS).
Por lo que respecta a la FAD, la cáscara completa del grupo Nonpareil contenía un 15.3% con un mínimo de 13.5 y un máximo de 16.7% MS. La variación de FAD fue mucho mayor para el grupo no-Nonpareil para un contenido promedio de 18.1% (entre 13.6 y 24.1% MS).
El mayor contenido de fibra del grupo no-Nonpareil probablemente se relacionó con un tamaño de cáscara más pequeño en relación con los residuos, pero también podría estar relacionado con la adhesión a la cáscara de parte de la vaina exterior.
Concentración de proteína y carbohidratos de la cáscara de almendra
La concentración de proteína fue baja en las cáscaras de las almendras. El contenido de proteína de la cáscara completa fue similar en el grupo Nonpareil (5.08% MS) y en el no-Nonpareil (5.04% MS). De hecho, la eliminación de los residuos casi no modificó el porcentaje de proteína de la cáscara limpia, aunque la diferencia fue mayor para el grupo no-Nonpareil (Nonpareil: cáscara limpia: 5.14; residuos: 6.94; no-Nonpareil: cáscara limpia: 4.87; residuos: 5.39% MS).
La cantidad de carbohidratos no estructurales fue menor en los residuos que en las cáscaras completa y limpia en ambos grupos (Nonpareil: cáscara completa: 32.5; cáscara limpia: 33.5; residuos: 7.87%; no-Nonpareil: cáscara completa: 27.98; cáscara limpia: 29.4; residuos: 5.39% MS).
Conclusiones
Estas son las principales conclusiones a las que se llegó en el estudio:
- La variedad de almendra y la cantidad de residuos influyen sobre la composición nutricional de la cáscara de almendra.
- Reducir la proporción de residuos de la cáscara de almendra reducirá el contenido de fibra, mejorando así su calidad nutricional para las dietas de vacas lecheras.
- La variedad Nonpareil fue superior en calidad, medida por un mayor contenido de azúcar y un menor contenido de cenizas, lignina y FND en comparación con otras variedades.
Los autores creen que sería necesario realizar un estudio exhaustivo que evalúe la variedad de almendros, métodos de cosecha, métodos de descascarillado, región de crecimiento, prácticas de poda y edad de la plantación todos ellos factores que probablemente afectan al valor nutricional de la cáscara de almendra.
Referencia
E. J. DePeters, K. L. Swanson, H. M. Bill, J. Asmus, and J. M. Heguy. 2020. Nutritional composition of almond hulls. Applied Animal Science 36:761–770.
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