El ritmo anual de producción de leche parece estar regulado por el cambio en la duración del día

María Villagrasa & Nuria García

Los ritmos circadianos son un mecanismo que permite a los animales anticipar y adaptarse a los cambios estacionales de su entorno antes de que estos se produzcan. El sincronizador primario de los ritmos anuales es el cambio en el fotoperiodo a lo largo del año.

Respecto al ganado lechero, los animales también muestran cambios estacionales en la producción de leche por lo que conocer los factores que actúan sobre el ritmo de producción de leche anual permitiría a los productores predecir de forma más ajustada el potencial productor de su rebaño y evaluar mejor las estrategias de manejo.

Además, determinar las relaciones entre los ritmos y los indicadores ambientales puede ayudar a identificar los posibles mecanismos fisiológicos responsables de generar estos ritmos.

Un estudio realizado en la Pennsylvania State University (Salfer et al., 2020), tuvo como objetivo caracterizar los ritmos anuales de producción de leche, así como la producción de proteína y grasa láctea de rebaños de cuatro regiones de Estados Unidos; la hipótesis era que los ritmos anuales de producción de leche variarían según la latitud, y que la duración del día serviría para predecir mejor que la variación de temperatura dichos ritmos.

Para ello se obtuvieron registros mensuales desde enero de 2004 a octubre de 2016 del Dairy Records Management Systems (DRMS) para todos los rebaños disponibles en Florida, Texas, Pensilvania y Minnesota. Los registros incluyeron la producción promedio de leche, grasa y proteínas, así como la concentración de grasa y proteína.

Relación entre el ritmo anual y la producción de leche

La producción de leche y la concentración de grasas y proteínas mostraron un ritmo anual en los cuatro estados analizados: los picos de producción de leche se produjeron cerca del equinoccio de primavera, que corresponde con la época del año en que el cambio diario en el fotoperiodo aumenta más rápidamente, mientras que las concentraciones de grasa y proteína alcanzaron su punto máximo aproximadamente al comienzo del invierno cuando la duración del día es más corta.

También se estudió si existía una relación entre la raza y el ritmo anual y se observó que las cuatro razas examinadas mostraron ritmos anuales de producción de leche con pocas diferencias entre ellas, probablemente porque todas eran de la subespecie Bos taurus taurus, que son relativamente similares desde el punto de vista genético.

Otro elemento que también se analizó fue la influencia del estrés térmico, factor que a menudo se relaciona con la reducción estacional de la producción de leche. No obstante, en este estudio se observó que la producción de leche, proteína y grasa se ajustaba más a un ritmo anual que a la temperatura máxima en todas las regiones examinadas.

Además, el ritmo anual servía para predecir mejor las concentraciones de grasas y proteínas en Pensilvania, Minnesota y Texas. En Florida, sin embargo, las concentraciones de grasa y proteína se ajustaban mejor al modelo de temperatura máxima. Esto puede ser debido a que en dicho estado las vacas tienen una amplitud de los ritmos (la cantidad de máximos y mínimos de la media) anual menor que en otros estados y la variabilidad en la temperatura ambiental puede tener una mayor influencia en la producción.

Conclusiones

  • Los resultados indican que la producción de leche muestra un ritmo anual que se ve afectado por la región de los Estados Unidos en la que se encuentre el rebaño, de modo que existe una mayor variación anual en la producción de leche, grasa y proteínas en los estados del sur.
  • Un ritmo anual se ajusta mejor a los datos que los cambios en la temperatura ambiental para explicar los resultados obtenidos en todos los estados, excepto para las concentraciones de grasa y proteína en Florida, que mostraron ritmos estacionales de menor amplitud, y se ajustan mejor al modelo de la temperatura.
  • El ritmo anual de producción de leche parece estar regulado por el cambio en la duración del día, y el fotoperiodo absoluto es la señal principal que sincroniza los ritmos anuales de concentración de grasas y proteínas de la leche.
  • Estos ritmos anuales pueden estar impulsados por osciladores circadianos anuales endógenos.

A la luz de estos resultados los autores afirman que es posible que las fluctuaciones en la producción y composición de la leche estén impulsadas principalmente por el fotoperiodo y que conocer de forma más precisa los ritmos circadianos del rebaño sería beneficioso ya que permitiría a los productores evaluar mejor la efectividad de las estrategias de manejo.

Referencia

Salfer, J., Bartell, P. A., Dechow, C. D., Harvatine, K. J. 2020. Annual rhythms of milk synthesis in dairy herds in 4 regions of the United States and their relationships to environmental indicators. J. Dairy Sci. 103:3696–3707.

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