Álvaro García
Los concentrados que aportan proteína y energía para los rumiantes son costosos en todo el mundo. Como resultado, la alimentación generalmente constituye el mayor coste individual que suele ser más del 50% del coste total de producción de leche en vacas lecheras. Incluir coproductos de diversas industrias en las dietas suele ser una alternativa económica para reducir este costo. También permite la reutilización de productos de “desecho”, aumentando la eficiencia de la producción de alimentos para el consumo humano. Por ejemplo, la harina de plumas hidrolizadas que es producida al calentar plumas bajo presión.
Una vez secas, su contenido en proteína es cercano al 85%, compite con la harina de sangre como concentrado proteico animal. También aporta proteína no degradable en rumen la cual es rica en aminoácidos azufrados, generalmente limitantes en las dietas de vacas lecheras. Además, la harina de plumas hidrolizadas es rica en grasa bruta que varía del 6 al 14% de la materia seca (MS), lo que aumenta el contenido energético de la dieta. Como si estas propiedades intrínsecas no fueran suficientes, esta tecnología básica se puede aplicar fácilmente en pequeñas granjas familiares simplemente usando una olla a presión antigua.
Ventajas de añadir harina de plumas en la dieta de vacas lecheras
Un experimento reciente (Morris et al., 2020) evaluó la inclusión de harina de plumas hidrolizadas en dietas para ganado lechero en lactación sobre la digestibilidad de las proteínas en el tracto total y la utilización de la energía. El diseño de este experimento fue un cuadrado latino 4 × 4 triplicado en períodos de 35 días (28 días de adaptación y 4 días de recolección) donde se compararon 4 tratamientos alimenticios diferentes:
- 0% de harina de plumas hidrolizadas (control)
- 3.3% de harina de plumas hidrolizadas (3.3HP)
- 6.7% de harina de plumas hidrolizadas (6.7HP)
- 10.0% de harina de plumas hidrolizadas (10HP)
La harina de plumas hidrolizada reemplazó a harina de sangre y a harina de soja protegida mediante tratamiento térmico.
A medida que se incrementó la inclusión de la harina de plumas hidrolizadas (HP) en las dietas se incrementó en contenido en energía neta de lactación (ENL; 1.61, 1.64, 1.69 y 1.70 Mcal/kg de MS en la dieta control, 3.3HP, 6.7HP y 10HP, respectivamente). La eficiencia de convertir la energía metabolizable a ENL también aumentó (0.708, 0.711, 0.717 y 0.719, respectivamente para los cuatro tratamientos).
Por el contrario, la digestibilidad aparente de la proteína bruta en el tracto total disminuyó linealmente a medida que se incrementó la inclusión de la HP en las dietas (63.4, 61.1, 59.9 y 58.6% para el control, 3.3HP, 6.7HP y 10HP, respectivamente). La digestibilidad de los ácidos grasos de cadena larga aumentó a medida que se incrementó la inclusión de la HP en las dietas (77.2, 77.7, 78.5 y 80.6 ± 1.30%).
El aumento de la proteína no degradable en las dietas resultó en cambios en las rutas de excreción del nitrógeno. La excreción fecal de N fue mayor a medida que la adición de HP se incrementó en las dietas (199, 230, 239, 237 g/día para el control, 3.3HP, 6.7HP y 10HP, respectivamente). Sin embargo, la excreción de N-ureico disminuyó a medida que aumentó la HP en las dietas (166, 151, 155 y 119 ± 14,8 g/día).
El consumo de MS y la producción de leche fueron afectados de manera cuadrática, se observó un incremento inicial, posteriormente se estabilizó y finalmente disminuyó. La ingesta de la MS fue de 19.6, 20.2, 20.3 y 19.1 kg/día para el control, 3.3HP, 6.7HP y 10HP, respectivamente; mientras que la producción de leche fue de 31.7, 32.0, 31.9 y 29.7 kg/día.
Con respecto a los componentes lácteos, a mayor inclusión de HP la concentración (3.34, 3.29, 3.23 y 3.23% para el control, 3.3HP, 6.7HP y 10HP, respectivamente) y la producción proteína en leche disminuyó (1.05, 1.05, 1.02 y 0.96 kg/día). La leche corregida por energía no fue afectada por la inclusión de la HP (promedio de 39.3 kg/día).
No sobrepasar el 6-7% de harina de plumas sobre materia seca en el pienso
Este experimento sugiere que la harina de plumas hidrolizadas en la dieta para vacas lecheras en lactancia puede reemplazar la harina de sangre y la harina de soja protegida e incluso aumentar el contenido energético de las dietas. Sin embargo, es evidente que existe un limitante en la cantidad que se puede incluir en las dietas (6-7%), antes de que aparezcan los efectos negativos sobre el consumo y la producción de proteína láctea.
Referencia
Morris, D.L., Judy, J.V., Kononoff, P.J. 2020. Use of indirect calorimetry to evaluate utilization of energy in lactating Jersey dairy cattle consuming diets with increasing inclusion of hydrolyzed feather meal. Journal of Dairy Science. 103:4206–4217.
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