Fernando Diaz
La extensión de la lactación, práctica de manejo en la que se retrasa la fecha de la primera inseminación deliberadamente, incrementa el intervalo entre partos y disminuye la proporción de vacas secas en la granja. Esto cambia la curva de la lactación alargando la fase descendiente. Por lo tanto, la producción lechera media diaria se reduce en vacas con lactación extendida.
Usando el modelo lechero SimHerd, investigadores de Aarhus University, Dinamarca, compararon seis estrategias diferentes de lactaciones extendidas con el promedio de granjas Holstein danesas en las que el intervalo entre partos medio fue de 13 meses. Las seis estrategias para extender la lactación fueron: manejar todas las vacas, solo las vacas primíparas o solo las vacas multíparas para conseguir un intervalo entre partos de 15 o 17 meses mediante el retraso de la primera inseminación a los 106 o a los 166 días en leche, respectivamente.
Los autores (Overgård Lehmann y col., 2019) asumieron un descenso en la producción entre los 60 y los 305 días en leche de 9.2, 28.7 y 35.0% en vacas de primera lactancia, segunda y vacas adultas, respectivamente. El modelo SimHerd secó las vacas para asegurar un periodo mínimo de secado de 49 días o si su producción diaria bajaba de 15 kg de leche corregida por energía (LCE).
Los resultados, publicados en Livestock Science, mostraron que mientras la producción promedio por vaca en una granja danesa era de 11054 kg de LCE por año, siguiendo la estrategia de manejar todas las vacas con lactaciones extendidas a 15 y 17 meses disminuyó la producción lechera por vaca en 185 (1.7%) y 421 kg LCE/año (3.8%), respectivamente,
Sin embargo, como era de esperar, los efectos fueron más significativos en vacas multíparas. Manejar solo vacas multíparas para conseguir lactaciones extendidas de 15 y 17 meses disminuyó la producción media en la granja en 190 (1.7%) y 451 kg de LCE/vaca/año (4.1%), mientras que la reducción en producción cuando las lactaciones fueron alargadas exclusivamente en vacas primerizas fue de 15 (0.1%) y 40 kg ECM/vaca/año (0.4%), respectivamente.
En conclusión, todas las estrategias para extender la lactación evaluadas en este trabajo disminuyeron la productividad de las vacas, por lo que no es recomendable la implementación de esta práctica de manejo en granjas comerciales.
Reference
Jesper Overgård Lehmann, Lisbeth Mogensen, Troels Kristensen. 2019. Extended lactations in dairy production: Economic, productivity and climatic impact at herd, farm and sector level. Livestock Science. 220: 100 – 110.
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