Joaquín Ventura & Nuria Garcia
Los informes anuales de International Embryo Technology Society (IETS) indican que el uso mundial de la transferencia de embriones se ha disparado en los últimos años. Para tener una idea aproximada de la importancia de esta técnica: en 2016 se transfirieron por primera vez más embriones de vacuno que los que se habían producido ese año, con una cifra que alcanzó los 666.000.
Para que se produzca y mantenga la preñez en las hembras de los mamíferos, incluidas las vacas, son necesarios unos niveles altos de progesterona. Las concentraciones elevadas de esta hormona hacen que aumente el tamaño del embrión y la producción de interferón-tau, mientras que un descenso de sus niveles entre los días 6 y 11 tras una inseminación artificial tiene el efecto contrario.
¿Sirve la GnRH para mejorar el índice de preñez?
Una de las estrategias para elevar la concentración de progesterona y mejorar el índice de preñez tras la inseminación artificial en vacas es la administración de gonadotropina coriónica humana (hCG). Sin embargo, los estudios en los que se ha administrado hCG u hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) tras la transferencia de embriones para crear un cuerpo lúteo accesorio y aumentar la cantidad de progesterona secretada, no son tan claros respecto a lo beneficioso de su efecto: unos documentan un aumento de progesterona y de la tasa de preñez y otros no.
El problema es que el cambio en la dinámica folicular causado por la inducción de la ovulación que produce un tratamiento con GnRH o hCG también puede alterar el momento de luteólisis y esto podría desempeñar un papel en la alteración de la fertilidad. La clave es encontrar el momento óptimo de administración de estas hormonas para que estimulen de forma efectiva la preñez en vacas que han recibido una transferencia embrionaria.
Siguiendo este razonamiento, un estudio publicado en Theriogenology tuvo como objetivo evaluar el efecto de la administración de 200 mg de GnRH el quinto día tras la aplicación de un protocolo de sincronización de la ovulación sobre la formación de un cuerpo lúteo accesorio, la concentración de progesterona, el tamaño de los embriones y la fertilidad de novillas sometidas a una transferencia de embriones.
En el estudio se incluyeron un total de 1,562 novillas (17.6 ± 2.9 meses de edad) que se sincronizaron utilizando el siguiente protocolo CIDR-Synch (donde D es el día en que se administra la GnRH):
- D-8, colocación del CIDR
- D-3, extracción del CIDR y tratamiento con PGF2a (500 mg de cloprostenol)
- D-2, segunda inyección de PGF2a
- D0, GnRH (G1, 100 mg de acetato de gonadorelina) para inducir la ovulación
El día D+5 las novillas se dividieron de forma aleatoria en dos grupos, uno no tratado (control) y otro que recibió otros 200 mg de GnRH. Todas recibieron embriones frescos de siete días entre los días D+6 y D+8. Se hizo un seguimiento del estado de preñez mediante ecografía transrectal los días D+5, D+33 y D+60; además, el día D+12, 718 novillas fueron escaneadas para comprobar la ovulación inducida por el tratamiento de GnRH y el día D+33 se hizo una ecografía que se grabó en vídeo a 295, para determinar el tamaño del embrión y la vesícula amniótica. Así mismo, se determinaron los niveles de progesterona en suero los días D+12 (en 467 novillas) y D+21 (en 837) y de proteína B específica de la preñez (PSPB) el día D+28 (en 843).
El tratamiento con GnRH disminuyó las pérdidas de preñez
Los principales hallazgos fueron los siguientes:
- El día D+5 el 83.9% de las novillas tratadas tenían un cuerpo lúteo accesorio consecuencia de la ovulación inducida por la inoculación de GnRH, frente al 3.3% de las del grupo control.
- El día D+12 la concentración de progesterona fue significativamente mayor en novillas tratadas que en las del grupo control (7.2 ± 0.1 ng/ml frente a 6.0 ± 0.1 ng/ml).
- El porcentaje de preñeces fue mayor los días D+33 y D+60 para los embriones transferidos en estadio de blastocisto expandido que para los transferidos en estadio de blastocisto: 45.9% frente a 28.6% y 33.5% frente a 22.7%, respectivamente en el grupo control y 42.1% frente a 30.8% y 35.7% frente a 23.5% en el tratado con GnRH.
- El tratamiento con GnRH no alteró significativamente la tasa de preñez, pero disminuyó las pérdidas de preñez entre los días D+33 y D+60 en las novillas que recibieron embriones en estadio de blastocisto expandido (15.2% frente a 27.1% de pérdidas en el grupo tratado frente al grupo control).
- No obstante, la presencia de un cuerpo lúteo accesorio el día D+33 se asoció a una mayor pérdida de preñez entre los días D+33 y D+60 en receptoras de embriones en estadio de blastocisto expandido (11.6% frente a 27.6% en animales con y sin cuerpo lúteo accesorio, respectivamente).
En conclusión, el tratamiento con GnRH el día D+5 tras el protocolo de sincronización usado en este estudio produjo la ovulación y la formación de un cuerpo lúteo accesorio, el aumento de los niveles de progesterona circulante y una reducción de la pérdida de la preñez en novillas transferidas con embriones en estadio de blastocisto expandido, pero no en las que recibieron embriones en estadio de blastocisto.
Referencia
García Guerra A, Sala R, Carrenho-Sala L, Baez G, Lemos Motta J, Fosado M, Moreno J, Wiltbank M. 2020. Postovulatory treatment with GnRH on day 5 reduces pregnancy loss in recipients receiving an in vitro produced expanded blastocyst. Theriogenology. 141: 202-210.
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