El aceite de pescado aumenta la concentración de ácidos grasos omega-3 en la leche

Maria Villagrasa & Nuria Garcia

Al principio de la lactación, el balance energético negativo de las vacas lecheras retrasa el inicio de la actividad ovárica normal. El déficit de energía también altera el estado hormonal, el número de ciclos estrales se reduce, la calidad de los ovocitos disminuye y la mortalidad embrionaria aumenta. Estos factores reducen la eficiencia de la inseminación artificial y el éxito de la reproducción.

Una estrategia para aliviar el balance energético negativo es reducir la densidad energética de la leche mediante la administración de suplementos para suprimir la síntesis de grasa láctea, lo que podría reducir la movilización de grasa corporal para favorecer una ovulación más temprana y mejores tasas de gestación.

Uno de estos suplementos es el aceite de pescado que suministrado al comienzo de la lactación además de reducir la grasa de la leche y con ello el balance energético negativo, es rico en ácidos grasos (AG) poliinsaturados, en especial los omega-3, que son beneficiosos para la reproducción de las vacas lecheras.

El aceite de pescado contiene un elevado contenido de AG poliinsaturados de cadena larga, incluido el ácido eicosapentaenoico (EPA; C20:5 n-3) y el ácido docosahexaenoico (DHA; C22:6 n-3). Se ha demostrado que estos AG mejoran las funciones reproductivas a través de efectos positivos sobre el sistema endocrino, óvulo, embrión y síntesis de prostaglandinas.

Otro de los beneficios del suplemento de aceite de pescado es que provoca un importante aumento de la concentración de ácidos omega-3 en la leche, algo que puede resultar beneficioso para la salud humana.

Por otra parte, es importante determinar la cantidad de aceite de pescado que se ofrece a las vacas lecheras. Algunos estudios indican que el nivel óptimo de aceite de pescado necesario para desarrollar todo su potencial y reducir sus efectos negativos está entre 55 y 120 g/día.

Dado que existen pocos estudios que evalúen la reducción del balance energético negativo como resultado de la adición de suplementos que reducen la síntesis de grasa láctea, se realizó una investigación (Swanepoel et al., 2020) para determinar el impacto de un suplemento a base de aceite de pescado (AP), sobre la producción, balance energético, rendimiento reproductivo y estado de salud de vacas lecheras multíparas durante unos 160 días en leche. El suplemento AP contenía un 41.0% de AG, siendo 11.8% DHA (4.5% producto) y 6.21% EPA (2.5% producto).

En el estudio dos grupos de 310 vacas recibieron una ración completa mezclada y un suplemento de aceite de pescado:

  • Grupo control: sin suplemento de aceite de pescado
  • Grupo AP: 160 g/vaca por día de AP (esta cantidad contenía 77 g de aceite de pescado, con 3.9 g de EPA y 7.2 g de DHA).

La composición nutricional de los dos tratamientos fue similar (materia seca: 59.6% MS; proteína: 17.5% MS; fibra neutro detergente: 27.8% MS; fibra ácido detergente: 19.8% MS; lignina: 4.50% MS; almidón: 19.9% MS). Sin embargo, los niveles de grasa y AG aumentaron ligeramente con la adición de AP de modo que la grasa pasó de 4.90% en la dieta control a 5.20% de MS en la dieta AP, y los AG pasaron de 4.70% en la dieta control a 4.90% de MS en la dieta con AP.

Por otra parte, los perfiles de AG fueron muy diferentes con la inclusión de AP, y se observaron niveles notablemente más elevados de C14:0 (0.57 vs. 0.73%), C15:0 (<0.01 vs. 0.08%), C16:1 n-7 (0.44 vs. 0.61%), C17:0 (0.03 vs. 0.12%), C20:1 (0.17 vs. 0.25%), EPA (<0.01 vs. 0.25%) y DHA (<0.01 vs. 0.48%).

Efecto de los ácidos grasos en el consumo de materia seca y producción láctea

El consumo de MS no se vio afectado por el tratamiento, con un promedio de 29.9 kg/vaca por día. La producción de leche fue superior en las vacas que recibieron AP (53.8 vs. 51.3 kg/día) así como la producción de proteína láctea (1.51 vs. 1.46 kg/día). El aumento en la producción de leche de casi 2.5 kg/día puede deberse a la presencia no solo de una importante cantidad de DHA sino a otros omega-3 de cadena larga, en especial a las elevadas concentraciones de EPA y ácido docosapentaenoico (DPA), que pueden haber contribuido al metabolismo lipídico ruminal.

Sin embargo, la producción de grasa fue inferior en las vacas del grupo AP (1.74 vs. 1.83 kg/día), hasta aproximadamente 130 días en leche (DEL) y a partir de esos 130 DEL fueron las vacas del grupo AP las que produjeron más grasa. Estos resultados son consistentes con otras investigaciones que sugieren que la reducción de grasa láctea está asociada a menudo con la alimentación con AG poliinsaturados.

El recuento de células somáticas, un parámetro que indica la salud de la ubre, así como la puntuación de peso corporal no se vieron afectados por el tratamiento.

Rendimiento reproductivo

Como se ha indicado anteriormente, aunque está bien documentado que la suplementación con omega-3 puede beneficiar el rendimiento reproductivo de las vacas en este caso no se vio afectado por el tratamiento de modo que no mejoró la tasa de gestación al primer servicio.

Algunos estudios indican que las ventajas de alimentar con aceite de pescado no se producen hasta que las vacas han recibido el suplemento durante al menos 60 días, lo que sugiere que podría ser necesaria una mayor cantidad de AG para que se acumulen en el tejido y provoquen respuestas de fertilidad. Dado que la cantidad de AG administrada en este estudio fue baja, y que las vacas fueron alimentadas solo unos 55 días antes del primer servicio, esto puede ser una de las razones de la falta de un mejor rendimiento en el primer servicio.

Por otra parte, la tasa de gestación al segundo servicio mejoró numéricamente con el tratamiento AP, de 39.5 a 49.1% (aunque no alcanzó significación estadística debido al bajo número de vacas disponibles para el segundo servicio). Estos datos también son consistentes con otros estudios que indican que la tasa de gestación en la segunda inseminación artificial a menudo aumentó gracias al suplemento de aceite de pescado, lo que sugiere que existe un impacto positivo del aceite de pescado en las características relativas a la ovulación en el segundo servicio.

Perfil de ácidos grasos

Existe un interés creciente por aumentar los niveles de omega-3 en la carne y la leche debido a sus beneficios para la salud humana, por ejemplo, sobre la enfermedad cardiovascular. En este contexto, hubo un marcado aumento en los AG potencialmente promotores de la salud en la grasa de la leche de las vacas que recibieron AP, como C18:3 n-3 (0.045 vs. 0.049), C20:5 n-3 (0.029 vs. 0.037), C22:5 n-3 (0.050 vs 0.058) y C22:6 n-3 (0.001 vs. 0.027).

Conclusiones

Las principales conclusiones de este estudio fueron las siguientes:

  • La alimentación con 77 g/d de aceite de pescado redujo ligeramente la producción de grasa de la leche y mitigó el balance energético negativo del principio de la lactación sin afectar de forma negativa al consumo de MS, o proteína láctea, o la salud de las vacas.
  • La producción de leche aumentó casi 2.5 kg/día.
  • La tasa de gestación al primer servicio no mejoró con el aceite de pescado, pero sí en el segundo servicio.
  • La leche de las vacas suplementadas con aceite de pescado tuvo una concentración más elevada de AG de cadena muy larga, que pueden mejorar la calidad de la leche y beneficiar la salud de las personas.

Referencia

N. Swanepoel, P.H. Robinson. Impacts of feeding a fish-oil based feed supplement through 160 days in milk on reproductive and productive performance, as well as the health, of multiparous early-lactation Holstein cows. Animal Feed Science and Technology 268 (2020) 114618.

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