La suplementación con fitoquímicos mejora el recuento de células somáticas

Maria Villagrasa & Fernando Diaz

Ortiga como antiinflamatorio y diurético, fenogreco como estimulante del apetito, cardo mariano para proteger el hígado… Los efectos beneficiosos de estas plantas se conocen desde hace cientos de años y se emplean en medicina para tratar y prevenir enfermedades. Pero ¿tendrían los mismos efectos positivos en la salud y rendimiento productivo de las vacas lecheras?

Los fitoquímicos, también conocidos como fitobióticos o fitogénicos, son compuestos bioactivos, como aceites esenciales, taninos y flavonoides, que se encuentran en las plantas. Sus efectos beneficiosos se atribuyen a sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes y en los últimos años, se han utilizado como promotores naturales del crecimiento en las industrias de rumiantes, porcinos y aves de corral.

Así pues se ha observado que la inclusión de fitoquímicos en las dietas estabiliza la microbiota intestinal y reduce los metabolitos tóxicos en el intestino, mejorando así la productividad. También mejoran la salud en general mediante la reducción del estrés oxidativo y el aumento de la actividad antioxidante en varios tejidos. Igualmente tienen efectos inmunomoduladores.

Si se tiene en cuenta la alta incidencia de “enfermedades de producción” de las vacas lecheras vinculadas al metabolismo, el sistema musculoesquelético, la fertilidad y la salud de la ubre, el uso de plantas ricas en fitoquímicos debe considerarse más seriamente como una opción preventiva y terapéutica.

Un equipo de investigadores (Walkenhorst M., et al., 2020) diseñó un ensayo en granja de dos etapas para probar los efectos de un aditivo alimenticio de múltiples hierbas sobre los parámetros de salud, fertilidad y producción de leche de vacas lecheras.

El aditivo (AD) contenía: 27 especies de plantas pertenecientes a 10 familias; diferentes partes de las plantas (hierbas y hojas, flores, semillas, corteza y raíces) y una amplia gama de fitoquímicos. Más del 50% estaba formado por Foeniculum vulgare (hinojo), Pimpinella anisum (anís), Silybum marianum (cardo mariano), Trigonella foenum-graecum (fenogreco) y Urtica dioica (ortiga). Contenía una mezcla de 90 g de hierbas y 10 g de alimento (salvado de trigo y aceite de soja) por 100 g. Como placebo se utilizó harina verde producida a partir de una mezcla plurianual de hierba y trébol.

En el primer experimento (E1) 62 vacas se dividieron en tres grupos:

  • AD-100: solo recibieron aditivo
  • AD-50: 50% de aditivo y 50% de placebo
  • Placebo (PL): solo recibieron harina verde

Cada vaca recibió 100 g de AD-100, AD-50 o PL por día, respectivamente, desde 14 días antes del parto previsto hasta el día 300 de lactación o, en caso de lactancia más corta, hasta el final de la lactación.

En el segundo experimento (E2) 280 vacas se dividieron en dos grupos y recibieron las dietas AD-100 o PL. Debido a la mala aceptación del AD puro en algunas vacas, se mejoró la palatabilidad del aditivo con salvado de trigo (80 g), harina de maíz (80 g), melaza (25 g), levadura de cerveza (10 g) y azúcar ( 5 g) a 100 g de AD-100 o a 100 g PL respectivamente. Así, las vacas recibieron 300 g del alimento respectivo los mismos días que en el experimento anterior.

La composición del aditivo respecto al placebo (% materia seca, MS) fue de: proteína: 13.0 vs. 14.1; fibra neutro detergente: 26.9 vs. 31.0; fibra ácido detergente: 30.4 vs. 26.6; cenizas: 11.3 vs. 10.6. Los principales compuestos volátiles del aditivo fueron eucaliptol, alcanfor, estragol y anetol. La concentración total de taninos (% MS) en AD-100 fue un 50% superior a PL (1.25 vs. 0.8).

Producción y composición de la leche

La producción de leche, el contenido de grasa, el contenido de proteína y la urea no difirieron entre tratamientos en ninguno de los experimentos. Los parámetros fueron prácticamente idénticos entre los grupos de tratamiento, tanto en el E1 (producción de leche: 28.4 kg/día; grasa: 3.90%; proteína: 3.26%; urea: 22.6 mg/l) como en el E2 (producción de leche: 27.1 kg/día; grasa: 4.10%; proteína: 3.30%; urea: 19.0 mg/l).

Condición corporal, metabolismo energético y cojeras

La puntuación de condición corporal es un indicador importante de la movilización y, por lo tanto del metabolismo energético y riesgo de cetosis en vacas. Si bien las dietas ricas en taninos y otros fitoquímicos como los aceites esenciales pueden tener un efecto positivo sobre el peso y la condición corporal, en el estudio no se observó ningún efecto del aditivo sobre dichos parámetros.

Los cuerpos cetónicos en la sangre o la leche son otro indicador de la movilización de grasas y del riesgo de cetosis. En el E1 se observó un número significativamente menor de muestras de leche con niveles elevados de acetona (superior o igual a 10 mg/l) en AD-50 y AD-100 en comparación con el PL. En el F2, no se observaron diferencias entre aditivo y placebo con respecto a la acetona.

En el E1 la cojera en el grupo de AD-50 fue significativamente menor que en el grupo PL (2% y 14% respectivamente).

Salud de la ubre y fertilidad

Para obtener la puntuación de células somáticas, se analizó la proporción de muestras con un recuento de células somáticas mayor o igual a 100,000/ml leche desde el primero hasta el octavo día de prueba. En ambos experimentos el grupo de AD-100 mostró menos resultados con recuentos elevados de células somáticas que el grupo PL (E1: 40% con AD-100 y 55% con PL; E2: 38% con AD-100 y 55% con PL).

En E2 se sacrificaron menos vacas por razones de salud de la ubre en el grupo AD-100 en comparación con el grupo PL. Este resultado coincide con la mejor situación general de salud de la ubre en el grupo AD-100 en comparación con PL.

Respecto a la fertilidad, no se observaron diferencias significativas en el intervalo entre partos para las vacas del E1 (371 días con AD-100; 371 días con AD-50; 385 días con PL; n = 10, 11 y 15 observaciones respectivamente). Los intervalos entre partos en el E2 (385 días con AD-100; 400 días con PL; n = 82 para cada tratamiento) fueron levemente mayores que en E1. En ambos experimentos, el intervalo entre partos de las vacas del grupo AD-100 fue aproximadamente dos semanas más corto que en el grupo PL.

En general se observó una alta tasa de descarte entre los grupos de tratamiento en E1 (43% con AD-100; 45% con AD-50; 35% con PL) aunque sin diferencias significativas. La tasa de descarte promedio fue mucho menor en E2 aunque tampoco difirió significativamente entre los grupos de tratamiento (19% con AD-100; 26% con PL).

Así pues, los resultados muestran que añadir 100 g de un aditivo compuesto por diferentes hierbas mejoró la salud de la ubre y redujo la acetona de la leche así como los intervalos entre partos y la tasa de descarte debido a enfermedades de la ubre. En ninguno de los parámetros evaluados el aditivo produjo efectos negativos. Los efectos generales observados fueron multifactoriales dada la composición del aditivo y, por lo tanto, su complejidad fitoquímica. No obstante, estos resultados sostienen los efectos beneficiosos de una dieta rica en fitoquímicos para las vacas lecheras.

Referencia

Michael Walkenhorst, Florian Leiber, Ariane Maeschli, Alexandra N. Kapp, Anet Spengler‐Neff, Maria Teresa Faleschini, Eliane Garo, Matthias Hamburger, Olivier Potterat, Philipp Mayer, Sandra Graf‐Schiller, Anna Bieber. A multicomponent herbal feed additive improves somatic cell counts in dairy cows ‐ a two stage, multicentre, placebo‐controlled long‐term on‐farm trial. Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition, Volume 104, Issue 2.

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