Suplementación con harina de hojas de Moringa oleifera en vacas lecheras

Maria Villagrasa & Fernando Diaz

El periodo de transición se caracteriza por cambios metabólicos y fisiológicos que interrumpen la actividad inmunológica, el equilibrio energético y la estabilidad antioxidante de la vaca. Además, la reducción del consumo de nutrientes durante este periodo puede provocar el desarrollo de trastornos metabólicos.

Para prevenir la aparición de diversas enfermedades y mejorar la producción en esa etapa se ha sugerido que la utilización de fitobióticos puede ser una estrategia efectiva. Moringa oleifera es un árbol de hoja perenne que se está considerando cada vez más como una fuente alternativa para la alimentación animal debido a su alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales.

El género Moringa pertenece a la familia Moringaceae, y agrupa a 13 especies, siendo la más conocida Moringa oleifera. Originaria del sur del Himalaya, el noreste de la India, Bangladesh, Afganistán y Pakistán, ha sido introducida en una gran parte del planeta incluyendo la mayoría de los países africanos y América Central.

Su producción de forraje varía entre 24 y 99 t/ha año (materia seca, MS) y destaca sobre todo por el elevado contenido de proteínas de sus hojas frescas que oscila entre el 15.0 y más del 30.0% MS según el estado de madurez y las proporciones de peciolos y tallos que se incluyan.

También es rica en vitaminas A, B y C, en calcio, en hierro y en dos aminoácidos esenciales como metionina y cistina. Además, las saponinas, los taninos y los polisacáridos que contiene muestran propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas y pueden mejorar la composición y la producción de leche.

Recientemente se realizó un estudio (Kekana et al., 2020) para evaluar los efectos de la suplementación con harina de hojas de Moringa oleifera sobre las respuestas fisiológicas y la producción de leche en vacas en transición.

El tratamiento consistió en tres dosis crecientes de harina de hojas de Moringa oleifera en las siguientes cantidades (%MS):

  • M0: sin Moringa (grupo control)
  • M30: 0.83% de Moringa
  • M60: 1.66% de Moringa

La harina se diluyó en 500 ml de agua tibia antes de administrarla por vía oral a un total de 48 vacas Holstein desde 35 días antes del parto hasta los 21 días en leche. Todas recibieron una ración completa mezclada durante los periodos secos y de lactación. La composición de la harina de hojas de Moringa fue la siguiente (sobre MS): MS= 91.1%; proteína: 30.2%; grasa: 5.17%; cenizas: 7.64%.

La grasa y la proteína de la leche aumentaron con la suplementación de Moringa

El consumo de MS no se vio afectado por el suplemento de Moringa (21.2 kg/d). Sin embargo, la producción de leche corregida por energía aumentó de forma significativa en las vacas que recibieron Moringa (M0= 29.7; M30= 32.1 y M60= 34.0 kg/día). Del mismo modo, aumentó la concentración de grasa láctea de 3.42% en las vacas que no recibieron Moringa a 3.97% en las vacas del grupo M60, lo que hizo que aumentara la producción total de grasa (M0= 1.04; M30= 1.17 y M60= 1.24 kg/día).

Con la proteína sucedió algo parecido: la concentración en el grupo sin suplementar fue de 2.89% y aumentó linealmente hasta 3.43% en las vacas del grupo M60, lo que hizo que aumentara la producción total de proteína (M0= 0.88; M30= 0.95 y M60= 1.07 kg/día). Así pues, estos resultados indican que la suplementación con Moringa hizo que aumentara el rendimiento productivo sin que se incrementara el consumo de materia seca.

En el estudio también se determinó el recuento de células somáticas (RCS), un indicador del estado de salud general de la ubre que, en este caso, fue menor para las vacas del tratamiento M60 (M0= 344; M30= 292 y M60= 245 x 1,000 células/ml) lo que indica que la suplementación con Moringa mejoró significativamente la salud de la ubre. Una baja incidencia de mastitis también se observó en otros estudios en los que se alimentaba a las vacas con suplementos de hierbas ricas en flavonoides.

Por lo que respecta a las inmunoglobulinas sanguíneas (Ig), los niveles más altos de IgG se encontraron en las vacas del tratamiento M60 (M0= 28.6; M30= 30.7 y M60= 33.1 g/l) igual que los de las globulinas totales (M0= 40.6; M30= 42.4 y M60= 46.1 g/l). El tratamiento no tuvo efecto sobre el nitrógeno ureico en sangre (4.28 mmol/l) ni sobre la concentración de albúminas en sangre (25.8 g/l) si bien se observó que tendían a aumentar a medida que aumentaba la suplementación con Moringa. El incremento de las globulinas totales y las albúminas podría indicar que la suplementación con Moringa mejora la eficiencia en la utilización de proteínas.

Por otra parte, se encontraron diferencias significativas en la concentración de β-hidroxi-butirato (BHB) siendo mayores sus valores en las vacas del tratamiento M60 (M0= 0.59; M30= 0.64 y M60= 0.66 mmol/l), algo que también sucedió con la glucosa (M0= 47.6; M30= 49.6 y M60= 51.2 mg/dl). El tratamiento no tuvo ningún efecto sobre los ácidos grasos no esterificados (AGNE; 0.51 mmol/l).

Las altas concentraciones de AGNE (superiores a 0.7 mmol/l) y cuerpos cetónicos, principalmente BHB en suero indican que existe un balance energético negativo grave que puede ocasionar la aparición de cetosis. En este estudio, si bien los niveles de BHB podrían indicar riesgo de cetosis, los niveles de AGNE estuvieron dentro del rango normal para un estado energético equilibrado. El efecto beneficioso de la Moringa también podría deberse al aumento de la concentración de glucosa ya que los niveles bajos se relacionan con concentraciones séricas elevadas de ácidos grasos no esterificados y β-hidroxibutirato.

Actividad antioxidante

La suplementación con Moringa tuvo un efecto sobre todos los enzimas antioxidantes que se analizaron en el estudio. De este modo, al aumentar la cantidad de Moringa se incrementó la actividad de la superóxido dismutasa, la glutatión peroxidasa y la catalasa así como la capacidad antioxidante sérica. Por el contrario, redujo los valores del malondialdehido.

Estos resultados indican que la suplementación con Moringa mejoró la capacidad antioxidante de la leche al reducir el estrés oxidativo, lo que podría atribuirse a los efectos conjuntos de los altos nutrientes antioxidantes, fenólicos y flavonoides contenidos en dicho alimento.

La leche con un alto contenido de antioxidantes es más probable que no se deteriore y, por lo tanto, tiene una vida útil más larga. Por lo tanto, el aumento del estado antioxidante junto con la reducción del RCS podría aumentar la calidad y salubridad de la leche para el consumo de terneros recién nacidos y el consumo humano, promoviendo así un buen estado de salud y previniendo enfermedades asociadas con el estrés oxidativo.

Conclusión

Los resultados de este estudio indicaron que:

  • La suplementación oral con 1.66% de Moringa mejoró la salud y el estado antioxidante de las vacas lecheras en transición
  • La leche tuvo un elevado contenido en grasa y proteína así como una elevada capacidad antioxidante
  • Un bajo RCS indicó una mejor salud de la ubre

Por lo tanto, la suplementación con 1.66% de Moringa es bastante recomendable para vacas lecheras durante el periodo del periparto.

Referencia

T.W. Kekana, U. Marumea, M.C. Muyac, F.V. Nherera-Chokudad. Periparturient antioxidant enzymes, haematological profile and milk production of dairy cows supplemented with Moringa oleifera leaf meal. Animal Feed Science and Technology 268 (2020) 114606.

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