María Villagrasa & Nuria García
Las terneras son especialmente vulnerables en los días posteriores al nacimiento debido en parte al estrés fisiológico del parto y a su reducida inmunocompetencia. Varias investigaciones indican que el estrés que experimenta la madre al final de la gestación, unido al inicio de la respiración de oxígeno, puede afectar de forma negativa a los recién nacidos al fomentar el estrés oxidativo.
Por otra parte, se sabe que en el ganado bovino los suplementos dietéticos diarios de ácidos grasos (AG) n-3 tienen una influencia positiva en la salud al mejorar el crecimiento y los indicadores de la función inmunitaria en terneros mediante la reducción de los niveles de estrés oxidativo.
Los estudios realizados hasta el momento se basan en la adición de los AG en el lactorremplazante, no en el calostro. Con el fin de explorar esta última vía, un grupo de investigadores de la Michigan State University (Opgenorth et al., 2020) planteó la hipótesis de que la suplementación de AG en el calostro podría aumentar los niveles de AG n-3 en la sangre de las terneras y mitigar así el estrés oxidativo experimentado en las primeras dos semanas de vida.
Suplementación con ácidos grasos y tocoferol
Para el experimento los investigadores utilizaron 16 terneras que recibieron 0 (grupo control) o 60 ml (grupo tratamiento) de una mezcla de aceite de pescado y linaza (1:1) junto con 200 mg de α-tocoferol en 2.8 l de calostro en las 6 h posteriores al nacimiento.
Se tomaron muestras de sangre los días 1, 2, 4, 7, 14 y 21 después del nacimiento para evaluar la concentración de AG poliinsaturados (AGPI), de α-tocoferol, la proteína sérica total y el índice de estado oxidativo (iEO), un indicador indirecto del estrés oxidativo que examina el equilibrio entre la concentración de especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (RONS) y la capacidad antioxidante en suero. Se observó el estado de salud de los animales diariamente, y el peso y la altura se registraron al nacer y a las 3 y 8 semanas.
Relación entre los ácidos grasos omega 3 y el estrés oxidativo
Los resultados indicaron que los valores del índice del estado oxidativo en el grupo de tratamiento generalmente mostraron mayor estabilidad con menos fluctuación entre días. En contraste con el grupo control, en el de tratamiento se redujeron los valores del índice entre los días 1 y 2, y si bien este valor aumentó gradualmente del día 2 al 7, dicho aumento fue más bajo y gradual en comparación con los terneros sin suplementar.
Parece ser que la disminución del índice en las terneras de tratamiento se debía más a la reducción de la producción de las especies reactivas que a un gran aumento de la capacidad antioxidante. Los investigadores postulan que un posible mecanismo subyacente sería el aumento de AG n-3 que compiten por las mismas reacciones enzimáticas que utilizan AG n-6 para producir una gran variedad de metabolitos proinflamatorios.
Los autores creen que la reducción de la producción de RONS en las terneras de tratamiento gracias a los AG n-3 pudo haber mejorado aún más gracias a la adición de 200 mg de α-tocoferol, que se incluyó para proteger a los AG n-3 de la peroxidación.
Se sabe que la suplementación de AG poliinsaturados disminuye las concentraciones de α-tocoferol en la sangre y es posible que esto se deba al agotamiento de los AG n-3 para evitar la peroxidación. A pesar de que en el estudio se observó una disminución de las concentraciones de α-tocoferol en los terneros tratados durante la primera semana, estos no mostraron signos visibles de deficiencia de α-tocoferol, y las concentraciones plasmáticas se mantuvieron dentro de los niveles recomendados.
Otro de los elementos que también se tuvo en cuenta en el estudio fue cómo afectaba el suplemento a las inmunoglobulinas del calostro ya que, la transferencia de estas y en especial de la IgG es un factor esencial que determina la resistencia de los terneros a las enfermedades. Los autores comprobaron que en los animales tratados no se vio alterada la absorción normal de dichas inmunoglobulinas.
Conclusiones
La principal conclusión de este estudio es que un suplemento añadido al calostro elaborado con 60 ml de una mezcla de aceite de pescado y linaza (1:1) y 200 mg de α-tocoferol es seguro para alimentar a los terneros y que no tiene efectos negativos sobre la transferencia pasiva de inmunoglobulinas.
A la luz de estos resultados, los autores afirman que la reducción del estado oxidativo podría mejorar el estado de salud y el crecimiento de los terneros.
Referencia
Opgenorth, J., Sordillo, L.M., VandeHaar, M.J. 2020. Colostrum supplementation with n-3 fatty acids and α-tocopherol alters plasma polyunsaturated fatty acid profile and decreases an indicator of oxidative stress in newborn calves. J. Dairy Sci. 103:3545–3553.
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