Uso de bolos de minerales traza en vaquillas lecheras

Andrés Haro & Fernando Diaz

Entre los nutrientes requeridos por los rumiantes se encuentran los minerales traza tales como: yodo (I), cobalto (Co), cobre (Cu) y selenio (Se). Estos minerales son necesarios para varias funciones vitales del organismo, fundamentales para optimizar el rendimiento de las vacas lecheras. Cuando son deficientes, pueden inducir a patologías como problemas metabólicos. El uso de bolos para la liberación lenta de algunos de estos minerales en el rumen ha recibido recientemente mayor atención por parte de los productores lecheros.

El uso de bolos de minerales traza en vaquillas de reemplazo, por ejemplo, es un método de suministro de minerales práctico, asimismo ahorra tiempo y evita las mermas. Un solo bolo puede corregir déficits minerales y garantizar una suplementación diaria. Un estudio reciente en 9 granjas lecheras realizado en el Reino Unido (Atkins et al., 2020) evaluó los efectos de un bolo ruminal de minerales traza sobre el estado mineral y el crecimiento de vaquillas de reemplazo. Todos los animales pastaban durante el invierno en pastos compuestos principalmente de col rizada, remolacha forrajera o ryegrass perenne.

Se asignaron bolos de minerales traza a 360 cruces de vaquillas Frisia y Jersey ya sea: suplementadas (dos bolos retículo-ruminales de oligoelementos, S-BM) o sin suplementar (N-BM) con bolos de minerales traza. Los bolos contenían: 13.4, 0.5, 0.15 y 1.0 g de Cu, Co, Se (selenito de sodio) e I (yodato de calcio), respectivamente.

Se recolectaron muestras de los cultivos forrajeros y forraje suplementario para la composición química, además, también se midieron los rendimientos de los cultivos y pasturas. Se registraron el peso vivo, la puntuación de la condición corporal y la longitud del pelaje, además, se recogieron muestras de sangre para análisis hematológicos y de plasma.

Los cultivos forrajeros, el forraje suplementario y la dieta total tuvieron contenidos similares de MS y proteína. Por otro lado, la concentración de fibra fue menor (17.9% FND) en la remolacha forrajera y mayor en el ryegrass (52.1%). Las concentraciones de P y K fueron similares en los tres alimentos; sin embargo, la col rizada tenía una mayor concentración de Ca (1.5%). La col rizada también tenía mayores concentraciones de S que la remolacha forrajera (0.58 y 0.05%, respectivamente). Se observaron concentraciones más bajas de Na y Mg (0.07 y 0.16%, respectivamente) en el ryegrass en comparación con la remolacha forrajera (0.47 y 0.25%, respectivamente).

El ryegrass tenía una mayor concentración de Co, Cu, Fe y Mo que la col rizada y la remolacha forrajera. No se observaron diferencias en las concentraciones de Se, I y Zn en los cultivos forrajeros, forraje suplementario o la dieta total. La suplementación con bolos de minerales traza aumentó las concentraciones plasmáticas de Co, Se y Cu (valor promedio: 0.041, 0.82 y 14.5 μmol/L, respectivamente), en comparación con el grupo N-BM (valor promedio: 0.021, 0.50 y 11.3 μmol/L, respectivamente). Además, las concentraciones plasmáticas de Mn no diferían entre los dos grupos S-BM y N-BM.

Las concentraciones de vitamina B12 fueron más altas en las vaquillas S-BM que N-BM (128 y 116 pmol/L, respectivamente) en los grupos que recibieron cultivos forrajeros y la dieta total. Las vaquillas S-BM tenían una mayor concentración de superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa en sangre (S-BM y N-BM; 2338 y 2067 U/gHb y 76 y 30 U/mL de hematocrito, respectivamente). La suplementación con bolos de minerales traza no afectó la concentración sérica de β-hidroxibutirato y urea, en ninguno de los grupos. De manera similar, la administración de suplementos en bolos no tuvo efecto sobre la hematología de la sangre o los glóbulos blancos, la hemoglobina, los glóbulos rojos, el hematocrito y el recuento de plaquetas en la sangre.

Las ganancias medias diarias, los pesos corporales, los puntajes de condición corporal y la longitud del pelaje no se vieron afectados por la inclusión de los bolos de minerales traza (valor promedio: 245 g/d, 415 kg, 2.57 y 23.2 mm, respectivamente) en comparación con las vaquillas N-BM (valor promedio: 245 g/d, 415 kg, 2.57 y 23.4 mm, respectivamente).

La suplementación con bolos de minerales traza en vaquillas de reemplazo no mostró ningún efecto sobre el crecimiento de los animales, con la excepción de la condición corporal antes del parto que fue ligeramente más alto en vaquillas suplementadas. La suplementación con bolo mineral aumentó las concentraciones plasmáticas de estos minerales, excepto el Cu en vaquillas alimentadas con pasto o remolacha forrajera. El metabolito sanguíneo y la hematología sugirieron que el bolo fue efectivo para disminuir los factores anti nutricionales de la col rizada. Según los resultados obtenidos en este estudio, los autores recomendaron el uso de bolos de minerales traza en vaquillas preñadas durante el invierno, particularmente con la alimentación de la col rizada.

Referencia

Atkins, N.E., Bleach, E.C.L., Mackenzie, A.M., Hargreaves, P.R., Sinclair, L.A. 2020. Mineral status, metabolism and performance of dairy heifers receiving a combined trace element bolus and out-wintered on perennial ryegrass, kale or fodder beet. Livestock Science. 231: 103865.

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