Restricción de alimento en vacas lecheras III: Efectos sobre el comportamiento alimentario

María Villagrasa & Nuria García

El comportamiento de alimentación del ganado tiene un impacto significativo en la productividad debido a varias razones. Primero, un aumento del tiempo dedicado a comer facilita la masticación, reduce el tamaño de las partículas del alimento y aumenta la digestibilidad.

Además, incrementa la producción de saliva, que actúa como un tampón biológico en el rumen, regulando el pH. También se ha sugerido que reducir la tasa de alimentación (comidas más lentas) disminuye el riesgo de aparición de enfermedades metabólicas como el desplazamiento del abomaso.

La combinación de estos efectos significa que el impacto de la conducta alimentaria en la productividad puede ser tan importante como el consumo de alimento. Estudios previos han demostrado que la correlación entre la producción de leche y la conducta alimentaria (tiempo dedicado a comer) es más fuerte que la relación entre la producción de leche y el consumo de alimento.

Por otra parte, el comportamiento alimentario tiene un efecto sobre la calidad de la leche, como lo demuestran investigaciones en las que se encontró que un aumento en la frecuencia de la alimentación aumentaba la grasa láctea.

¿Cómo afecta la restricción de alimento al comportamiento alimentario?

Estudios previos sugieren que una restricción de alimento moderada puede mejorar la eficiencia alimentaria de las vacas, medida como leche corregida por energía/consumo de materia seca (MS). Sin embargo, faltan estudios con respecto a los efectos de la restricción de alimento en la conducta alimentaria y la producción de leche, objetivos que se llevaron a cabo en un estudio reciente (Ben Meir et al., 2019).

Un total de 24 vacas se sometieron a dos tratamientos dietéticos: alimentación ad libitum versus alimentación restringida (13% menos que el consumo ad libitum observado en el periodo de adaptación) de la misma ración mixta total que contenía 36.5% de forraje sobre MS.

Los datos recopilados incluyeron la frecuencia de las comidas y las visitas al comedero, la duración de las visitas, la cantidad y la duración de las comidas, la distribución de la alimentación durante el día y la noche, la tasa de alimentación (g de MS/min), el tiempo de alimentación y el consumo diarios de alimento.

Una visita se definió como comer como mínimo 200 g de MS durante al menos 5 minutos en el comedero. Cuando el intervalo entre el final de una visita y el comienzo de la siguiente fue inferior a 28 minutos, las visitas se consideraron parte de una sola comida.

La restricción de alimento reduce la producción de leche y el tiempo dedicado a la alimentación

Como era de esperar, la restricción de alimento redujo el consumo de MS en un 12.8% en las vacas con restricción en comparación con las alimentadas ad libitum. La producción de leche de las vacas con restricción de alimento fue un 7.7% menor que la de las vacas ad libitum (37.1 vs. 40.2 kg/d). La grasa láctea fue más elevada en las vacas con restricción (3.72 vs. 3.51%) y la leche corregida por energía, menor (35.7 vs. 37.7 kg/d).

La reducción del consumo de alimento se reflejó en un tiempo de alimentación diaria 9.8% más corto (170 vs. 188 minutos/día) y una disminución del 9.5% en el número de visitas al comedero (7.86 vs. 8.69 frecuencia/ día) y de comidas (5.16 vs. 5.73 por día) en las vacas con restricción en comparación con las vacas alimentadas ad libitum. Sin embargo, la tasa de alimentación, la cantidad de comida ingerida y la duración de las comidas se mantuvieron similares.

En ambos tratamientos dietéticos, las vacas realizaron de 4 a 5 comidas (picos) durante el día y 1 a 2 comidas adicionales por la noche. Así mismo, el inicio de los picos de comida principales se desencadenó por eventos externos, incluido el reparto de alimentos o el regreso de cada ordeño. Un patrón diurno similar de 6 o 7 comidas como respuesta a los mismos eventos externos se ha encontrado en estudios previos y refleja un efecto social del rebaño en el inicio de las comidas por cada vaca individual.

La restricción de alimento también afecto al tiempo de descanso. El tiempo que pasaron tumbadas las vacas alimentadas con la dieta ad libitum fue 7.3% mayor que el de las vacas con restricción (603 vs. 562 m/d).

En resumen, las vacas alimentadas con la ración restringida pasaron menos tiempo comiendo y la frecuencia de las comidas y de las visitas al comedero fue menor. Igualmente, el tiempo que pasaron tumbadas, un indicador del bienestar animal fue menor respecto a las vacas alimentadas ad libitum.

Referencia

Y. A. Ben Meir, M. Nikbachat, Y. Portnik, S. Jacoby, H. Levit, D. Bikel, G. Adin, U. Moallem, J. Miron, S. J. Mabjeesh, I. Halachmi. Dietary restriction improved feed efficiency of inefficient lactating cows. 2019. J. Dairy Sci. 102:8898–8906.

© 2021 Dairy Knowledge Center. All Rights Reserved.

Suscríbete a nuestra Newsletter

Nutretain Silage Inoculants

Maximize your forage potential with Nutretain,

25 years of proven succes