María Villagrasa
La avena se considera una planta de estación fría y se cultiva principalmente en los climas templados más fríos. Posee un bajo valor energético como consecuencia de su alto contenido en fibra y lignina y su escaso contenido de almidón. El grano tiene un elevado contenido en grasa (4.9%) altamente insaturada (35% de ácido oleico y 39% de linoleico).
Su contenido en proteína se encuentra alrededor del 9%. En este sentido, su solubilidad y degradabilidad ruminal son muy elevadas. En relación a otros granos tiene una alta concentración de aminoácidos esenciales y también destaca por su elevada concentración de cistina (3% respecto al total de proteína).
Por otra parte, el consumo habitual de alimentos enriquecidos en ácidos grasos poliinsaturados como el ácido linoleico (C18:2; n6) y el ácido α-linolénico (C18:3; n3) o las vitaminas, parece ser una buena opción para reducir el riesgo de aparición de ciertas enfermedades.
La demanda de productos procedentes de rumiantes enriquecidos con dichas sustancias ha hecho que parte de la investigación se centre en conocer los diferentes factores que pueden afectar a la cantidad de ácidos grasos y vitaminas en el forraje. Uno de ellos es el oreo del forraje.
Mediante este procedimiento se deseca de forma total o parcial el forraje en el campo para aumentar el contenido de materia seca (MS) hasta un nivel aceptable para la actividad de las bacterias productoras de ácido láctico y para minimizar la producción de efluente a la hora de preparar el ensilado.
Un estudio (Liu et al., 2020) investigó los efectos que tenía orear por la noche la avena sobre el perfil de ácidos grasos, α-tocoferol (vitamina E) y β-caroteno (provitamina A) del ensilado posterior.
El forraje de avena se segó y se sometió a dos tratamientos: sin oreo (control) y con oreo de una noche durante 14 horas (de las 6:00 pm a las 8:00 am). A continuación, el material se cortó con una picadora de forraje en tamaños de partícula de 1 a 2 cm y se ensiló en mini silos durante 100 días.
Efectos del oreo sobre la composición química y microbiana de la avena
Los resultados de este estudio indicaron que el oreo nocturno influyó en la composición química y microbiana de la avena. En comparación con la avena control, el oreo durante la noche hizo que aumentara el contenido de MS (30.8 vs. 27.4% de materia fresca; MF), fibra neutro detergente (56.7 vs. 53.6% MS) y fibra ácido detergente (33.4 vs. 29.4% MS), así como la cantidad de bacterias aeróbicas (7.38 vs. 6.73 log10 cfu/g MF) y levaduras (4.39 vs. 3.36 log10 cfu/g MF), pero provocó una disminución en el contenido de carbohidratos solubles en agua (azúcares; 4.39 vs. 7.48%) y el número de bacterias ácido lácticas (4.46 vs. 5.23 log10 cfu/g materia fresca).
Por otra parte, los valores de los ácidos grasos linoleico y α-linolénico fueron los mismos en los dos tratamientos, al igual que la actividad de la lipoxigenasa, pero, en comparación con la avena control, el oreo nocturno redujo el contenido de α-tocoferol (14.4 vs. 18.2 mg/kg DM) y β-caroteno (19.3 vs. 26.6 mg/kg DM).
Con respecto al perfil de ácidos grasos se observó un aumento significativo del contenido de ácido linoleico en el ensilado de la avena control y con oreo con respecto al material correspondiente sin ensilar (0.12 vs. 0.04% control; 0.12 vs. 0.04% con oreo). No obstante, el oreo nocturno no influyó en el contenido de este ácido en el ensilado. Además, el oreo nocturno tampoco afectó al contenido del ácido α-linolénico.
En conclusión, el oreo nocturno no influyó en el contenido en ácidos linoleico y α-linolénico, pero produjo pérdidas en el contenido de azúcares, α-tocoferol y β-caroteno en el forraje de avena.
Referencia
Q.H. Liu, J.X. Wu, Z.H. Dong, S.R. Wang, T. Shao. Effects of overnight wilting and additives on the fatty acid profile, α-tocopherol and β-carotene of whole plant oat silages. Animal Feed Science and Technology 260 (2020) 114370.
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