Álvaro García
El inicio de la lactancia es un período desafiante y estresante para las vacas lecheras. Varias enfermedades metabólicas se producen durante este tiempo, que se caracteriza por un balance energético negativo y un desequilibrio metabólico. La mayoría de estos problemas comienzan en el preparto y son el resultado de un manejo inadecuado y/o malas prácticas de alimentación. La ganancia excesiva de condición corporal durante el período de secado provoca que las vacas movilicen más grasa después del parto y les hace propensas a enfermedades metabólicas al inicio de la lactancia.
Las vacas recién paridas muestran una reducción en el apetito y una mayor demanda energética debido al aumento repentino en la producción de leche. Esto da como resultado una mayor movilización de la grasa y un aumento de los depósitos hepáticos de triacilglicerol que predisponen a lo que se conoce como hígado graso e incluso cetosis.
También hay efectos negativos de la excesiva movilización de grasas sobre el metabolismo y el sistema inmunitario (neutrófilos). Se ha demostrado que la fagocitosis de neutrófilos en sangre disminuye 14 días después del parto en vacas sobrealimentadas durante el período de secado. La colina ayuda con el transporte de lípidos desde el hígado en lipoproteínas de muy baja densidad (LMBD).
La administración de colina protegida frente a la degradación ruminal a vacas durante la fase de preparto disminuye el triacilglicerol hepático y aumenta la producción de leche sin aumentar necesariamente la ingesta o la movilización de grasa corporal. Se ha planteado la hipótesis de que los mayores rendimientos productivos pueden resultar en una mejor utilización de nutrientes al proteger la integridad de las membranas de los enterocitos. La suplementación con colina puede disminuir la respuesta inflamatoria y mejorar la producción al ahorrar energía para el sistema inmune. También puede haber un efecto positivo al aumentar la proporción de fosfatidilcolina/polifosfoinositidas en las membranas celulares.
El aumento de fosfatidilcolina en las membranas celulares reduce la producción de citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral de macrófagos TNFα. Por ejemplo, el TNFα induce una respuesta sistémica en fase aguda caracterizada por fiebre, liberación de proteínas de fase aguda derivadas del hígado e hígado graso en vacas lecheras. Las vacas lecheras muestran una baja concentración plasmática de fosfatidilcolina al inicio del posparto, esto esta posiblemente asociado con una disminución en la relación fosfatidilcolina/fosfatidilinositol en las membranas celulares.
Un estudio (Zenobi et al., 2020) evaluó los efectos de la colina sobre la modulación de la inflamación y la respuesta inmune de las vacas lecheras en transición. Se asignaron cuatro tratamientos en un diseño factorial 2×2 de la siguiente manera: consumo de energía en exceso con y sin colina protegida y consumo de energía a nivel de mantenimiento con y sin colina:
- Sin colina
- 60 g de colina protegida (12.9 g/d de colina activa) 21 días antes del parto hasta 21 días después del parto
- Dietas de vacas secas con 1.63 Mcal de ENL/kg, ad libitum
- Dietas de vacas secas con 1.40 Mcal de ENL/kg, ad libitum
Las vacas alimentadas con exceso de energía durante el período de secado mostraron mayores indicadores de inflamación en comparación con las alimentadas con la dieta de mantenimiento. Cuando se agregó colina protegida a la dieta, hubo una reducción en la respuesta inflamatoria después del parto, particularmente en vacas alimentadas en exceso de los requerimientos de energía. Independientemente de la concentración de energía durante el período seco, las vacas alimentadas con colina protegida durante la transición mostraron indicadores de disminución de la inflamación, con temperaturas rectales más bajas a los 12 días después del parto, concentraciones plasmáticas reducidas de haptoglobina en el preparto y fibrinógeno en el postparto.
Las vacas también mostraron una disminución en la producción de macrófagos TNFα y una abundancia de transcripciones de interleucina 1 beta (IL1B) y quimiocina liganda 8 (CXCL8) en linfocitos de sangre periférica estimulados por lipopolisacárido bacteriano (LPS-PBL).
En conclusión, la administración de colina protegida antes del parto mejora la inmunidad después del parto y, por lo tanto, se propone como un factor que contribuye positivamente al estado inmunitario del animal. Además, también aumenta la producción de leche.
Referencia
Zenobi, M.G., Gardinal, R., Zuniga, J.E., Mamedova, L.K., Driver, J.P., Barton, B.A., … Nelson, C.D. 2020. Effect of prepartum energy intake and supplementation with ruminally protected choline on innate and adaptive immunity of multiparous Holstein cows. Journal of Dairy Science. 103:2200–2216
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