Leguminosas forrajeras alternativas: la veza común

Álvaro García

¿De qué leguminosas forrajeras alternativas a la alfalfa disponemos cuando no es posible cultivarla con unos rendimientos aceptables? Las leguminosas forrajeras son alimentos importantes en las dietas de vacas lecheras. Cuando se cosechan a tiempo, incorporan nutrientes como proteína, energía y minerales que ayudan a equilibrar la ración y reducen la necesidad de suplementar concentrados. Desde los orígenes de la producción ganadera moderna, cuando se trata de suministrar nutrientes de calidad, la alfalfa (Medicago sativa L.) ha sido etiquetada como la “reina de los forrajes”.

Sin embargo, existen algunas limitaciones para su producción según la región y el pH del suelo. Por ejemplo, en el centro norte de México, los cereales como la avena, la cebada, el trigo y el triticale se utilizan como cultivos alternativos a la alfalfa durante el ciclo de otoño e invierno. Pero sus principales inconvenientes son su menor contenido de proteína bruta en el momento de la cosecha, junto con una menor digestibilidad.

Sin embargo, hay otras leguminosas que pueden competir con la alfalfa y producir no solo forraje de calidad, sino que también ofrecen una alternativa para ser cultivadas en diferentes ambientes. Uno de estos forrajes es la veza común (Vicia sativa L.) que además de aportar nutrientes indispensables como proteína y fibra digestible, también ayuda a mejorar la estructura del suelo y la fertilidad. Además de usarse en la alimentación de vacas lecheras, esta planta forrajera también se usa en otros sistemas de producción ganadera como en el vacuno de engorde y los pequeños rumiantes. Sin embargo, es necesario comprender mejor su manejo en diferentes regiones y condiciones.

Ventajas de ofrecer veza a las vacas como leguminosa forrajera alternativa

La veza se ha utilizado tradicionalmente para el pastoreo y la producción de heno debido a que tolera temperaturas más bajas (-10 °C) antes de quedarse inactiva. También tiene las mismas propiedades de fijación de nitrógeno que la alfalfa, lo que la convierte en una excelente alternativa forrajera e incluso un cultivo complementario con cereales en suelos relativamente pobres.

Un estudio reciente realizado en México (Sánchez-Gutiérrez et al., 2020) evaluó los rendimientos productivos de veza común (forraje fresco y seco), así como su composición nutritiva durante la temporada de otoño e invierno. Durante el tiempo del experimento solo hubo 29.7 mm de lluvia, lo que representó el 42% de la precipitación promedio durante esa temporada. La temperatura ambiente promedio varió entre 12.4 y 21.8°C y el tipo de suelo era franco arenoso con un pH de 7.

La veza se sembró directamente en el suelo a 80 kg por ha, en hileras (líneas de semillas dobles por hilera) separadas por 0.76 m. El riego fue a través de un sistema por goteo. La fertilización inicial fue con 60-60 N:P. La cosecha fue cada 14 días, comenzando 47 días después de la siembra. El rendimiento de forraje fresco se estimó cosechando la biomasa a 5 cm sobre la superficie del suelo. Los rendimientos de forraje seco por hectárea se calcularon con base en los rendimientos de forraje fresco y los porcentajes de materia seca (MS).

Rendimiento productivo y composición nutricional de la veza

El rendimiento del forraje fresco aumentó de 493 kg/ha el día 47 a 20,562 kg/ha el día 103 y disminuyó posteriormente. El rendimiento de forraje seco aumentó constantemente de 14 kg de MS/ha en el día 47 a 3,796 kg de MS/ha en el día 103, permaneciendo relativamente constante a partir de entonces. Los rendimientos de la MS del tallo aumentaron en cada cosecha hasta el día 89, permaneciendo relativamente constante a partir de entonces. Los rendimientos de la MS de las hojas verdes aumentaron 30 kg de MS/ha después del día 47 a 1,487 kg de MS/ha después del día 103, permaneciendo constante a partir de entonces.

Las hojas senescentes y flores se observaron por primera vez después del día 103. Las vainas solo se observaron en la última fecha de cosecha (día 117). La proteína bruta disminuyó después de 60 días, luego permaneció entre 27 y 29% hasta el día 103 y luego alcanzó su nivel más bajo (20.7%) en el día 117.

En las condiciones experimentales actuales durante el ciclo otoño e invierno, la fecha óptima de cosecha fue aproximadamente a los 100 días después de la siembra, justo cuando la producción forrajera se estabiliza y el contenido proteico comienza a disminuir. Las hojas amarillas secas comenzaron a aparecer en el día 103.

Los rendimientos productivos de la fracción seca de las hojas verdes fueron siempre mayores que los rendimientos de la fracción del tallo. Este es un buen indicador tanto de la calidad del forraje como de la ingesta potencial, ya que tiene mayor concentración en proteína y menor contenido en fibra (FND).

El mejor momento para cosechar la veza es a los 100 días de su siembra

Los resultados de este experimento mostraron que el mejor tiempo de cosecha para optimizar el rendimiento y la calidad de la veza común fue aproximadamente a los 100 días después de la siembra. Esto generalmente coincide con la aparición de flores y el mayor contenido de proteína.

Actualmente existen seis variedades de veza en la región de Zacatecas de México con rendimientos superiores a las líneas de veza disponible en el mercado mexicano. Hace falta más investigación para identificar las mejores variedades para usarse en monocultivo, así como para complementar a cereales de invierno.

Referencia

Sanchez-Gutierrez, R.A., Jose Figueroa-Gonzales, J., Rivera Vazquez, J. S., Reveles-Hernandez, M., Gutierrez-Banuelos, H., Espinoza-Canales, A. 2020. Yield and nutritional value of common vetch (Vicia sativa l.) during fall-winter in Zacatecas, Mexico. Revista Mexicana de Ciencias Pecuarias. 11(1): 294-303.

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