Reducir el estrés por calor pre y posparto mejora el rendimiento de las terneras

Álvaro García

La termostasis es el proceso por el cual los animales intentan mantener una temperatura corporal constante a pesar de los cambios en la temperatura ambiental. El estrés por calor ocurre cuando los animales son incapaces de disipar suficiente calor para mantener su temperatura corporal. Este aumento en la temperatura corporal resulta de la combinación de calor del ambiente y el incremento de calor producido internamente durante la fermentación ruminal y el metabolismo de nutrientes. Además, el estrés por calor aumenta la frecuencia respiratoria (jadeo) para mejorar la disipación de calor.

El incremento de calor es mayor cuando el consumo de alimento y la producción de leche son elevados, por lo que las vacas de alta producción son más sensibles al estrés por calor que sus compañeras de grupo con menor producción. Si bien ha habido una amplia investigación que analiza estos efectos en vacas adultas, se ha hecho relativamente poco para abordar las posibles consecuencias negativas sobre la productividad futura, la salud y la reproducción de sus crías.

Consecuencias a largo plazo de que las terneras sufran estrés por calor in útero o recién nacidas

Las terneras lactantes generalmente no se consideran una prioridad cuando se implementan estrategias para manejar el estrés por calor en las granjas. Las razones principales son, que tienen una relación superficie/masa corporal más elevada y el incremento de calor no es muy significativo, en comparación con las vacas adultas. Sin embargo, el estrés por calor en terneras tanto en el útero como inmediatamente después del parto puede tener consecuencias a largo plazo en su productividad.

Se ha demostrado que el estrés por calor en las vacas preñadas produce crías con menos peso al nacimiento, menos peso al destete y durante todo el primer año de vida. Esto se ha atribuido a una gestación más corta y menor crecimiento fetal. Además, también se ha reportado que estas terneras muestran una menor transferencia de inmunidad pasiva, niveles más bajos de proteína plasmática total y hematocrito, y las funciones inmunes celulares deterioradas. Como resultado, algunas terneras tienen problemas para recuperarse o incluso para llegar a su primera lactancia. También existe investigación que confirma que el estrés por calor entre el parto y el destete afecta el rendimiento de las terneras cuando las temperaturas críticas máximas superan los 26 – 32 °C.

Un estudio reciente de Dado-Senn et al. (2020) evaluó cómo la reducción del estrés por calor afecta el crecimiento y la salud de terneras antes y después del parto. Las terneras nacidas de vacas Holstein que fueron expuestas a estrés por calor (HT) o alojadas con estrategias de enfriamiento (CL) al final de la gestación (44 ± 5 días; HT o CL antes del parto) fueron sometidas a estrés por calor o enfriamiento después del nacimiento durante 56 días (HT o CL). Con lo que hubo cuatro tratamientos: 1. HT-HT; 2. HT-CL; 3. CL-HT y 4. CL-CL.

Las terneras recibieron 4 L de calostro durante dos días y 10 L/día de sustituto lácteo y posteriormente 3 kg/día de pienso de arranque. El enfriamiento después del parto se obtuvo a través de 2 ventiladores. Los parámetros medidos para evaluar las respuestas termorreguladoras fueron la respiración y la frecuencia cardíaca, la temperatura rectal, corporal y de la piel. También se midió el consumo de alimento, la ganancia media diaria (GMD) y medicamentos utilizados con muestras de sangre recolectadas semanalmente.

Efectos de reducir el estrés por calor antes y después del parto

La termorregulación fue menor en las terneras CL después del parto en comparación con las terneras HT. Las terneras en el grupo HT-HT tuvieron las tasas de respiración y temperaturas rectales más altas. Las terneras HT-CL tuvieron las tasas de respiración más bajas y las terneras CL-HT mostraron las tasas cardíacas más bajas. Las terneras CL antes del parto pesaban más al nacer y tendían a tener una mayor GMD en comparación con las terneras HT antes del parto. Después del parto, en las terneras CL la ingesta de leche y de pienso de arranque fue mayor y mostraron una tendencia a reducir los casos de fiebre, las infecciones y el total de medicamentos utilizados en comparación con las terneras HT después del parto.

Además, antes del parto, las terneras HT tuvieron que alimentarse mediante una sonda esofágica con más frecuencia que las terneras CL. Cuando se evaluaron las muestras de sangre, las terneras CL antes del parto tenían mayores concentraciones de hematocrito e IgG en sangre en comparación con los terneros HT.

En resumen, la disminución del estrés por calor antes del parto mejoró la GMD, el hematocrito y la transferencia de inmunoglobulinas, mientras que las estrategias de enfriamiento después del parto modularon la respuesta termorreguladora, la ingesta y la salud. Estos resultados sugieren que la disminución del estrés por calor tanto antes como después del parto mejora el crecimiento y bienestar de las terneras. Este es el primer estudio de este tipo y muestra la importancia de disminuir el estrés por calor antes y después del parto.

Referencia:

Dado-Senn, B., Acosta, L.V., Rivera, M.T., Field, S.L., Marrero, M.G., Davidson, B.D., … Laporta, J. 2020. Pre-and postnatal heat stress abatement affects dairy calf thermoregulation and performance. Journal of dairy science. 103:4822–4837.

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