Refrescar a las vacas provoca secreciones hormonales que incrementan la producción láctea

Álvaro García

El estrés por calor en vacas lecheras en lactación provoca respuestas fisiológicas que afectan a su bienestar y rendimiento productivo. Para hacer frente al calor, las vacas dependen de dos mecanismos principales: uno interno, que es reducir la ingesta de alimento, de este modo se reduce la producción de calor, el segundo externo, consiste en buscar lugares más fríos en el establo o el campo.

Los productores lecheros en climas más cálidos abordan este problema con algunos enfoques diferentes dirigidos a fuentes de calor internas y externas. Una estrategia llevada a cabo frecuentemente (externo) es enfriar a la vaca con el uso de aspersores, ventiladores o una combinación de ambos.

Otra estrategia (interno) es aumentar la densidad de nutrientes de la dieta para considerar la menor ingesta de alimento. A pesar de todos estos esfuerzos, siempre hay una considerable reducción de la ingesta, lo que resulta en un balance energético negativo.

Un balance energético negativo provoca cambios hormonales como la reducción de la leptina y el aumento de la grelina

Este desbalance entre la ingesta de energía y los requerimientos para la producción lechera provoca cambios hormonales responsables de nuevas caídas en la ingesta de alimento. Uno de esos cambios es la reducción de la leptina y un aumento de la grelina.

La leptina sintetizada en el tejido adiposo tiene una influencia importante en el comportamiento alimentario, el gasto de energía y el peso vivo. Indica al hipotálamo la disponibilidad de energía en el cuerpo y la necesidad de reducir la ingesta.

Por otro lado, la grelina se sintetiza en el abomaso y el rumen, además tiene funciones de señal en el cerebro. Hay dos formas de grelina (acil- y desacil-grelina) que se une al receptor secretagogo de la hormona del crecimiento. La liberación de acil-grelina señala la insuficiencia energética con sus concentraciones aumentando durante el ayuno antes de la comida diaria y deteniéndose una vez que el animal comienza a comer.

Se ha observado que las concentraciones de acil-grelina son más bajas durante el estrés por calor en el verano. La desacil-grelina es mucho más abundante que la acil-grelina y sus efectos aún no se han dilucidado.

Un estudio reciente (Kleinjan-Elazary et al., 2020) evaluó los efectos de aumentar el número de sesiones de enfriamiento llevadas a cabo en la sala de espera al ordeño de 5 a 8 veces/día durante periodos de estrés por calor sobre las concentraciones de acil-grelina y leptina.

Las vacas Holstein se dividieron en dos grupos de la siguiente manera:

  1. 5 sesiones de enfriamiento por día (5-SE)
  2. 8 sesiones de enfriamiento por día (8-SE)

Ventajas de refrescar a las vacas antes del ordeño

Las vacas recibieron dietas completas mezcladas con 1.78 Mcal de energía (ENL), 16.5% proteína y 29.8% fibra (FND). Ambos grupos de vacas se enfriaron antes de cada ordeño. Entre las sesiones de ordeño las vacas del grupo 5-SE fueron enfriadas dos veces y las vacas 8-SE fueron enfriadas 5 veces. Cada sesión de enfriamiento duró 45 minutos, compuesta de ciclos repetidos de 60 segundos de ducha y 4 minutos de ventilación forzada. Las vacas se ordeñaron tres veces al día.

Las vacas del grupo 8-SE produjeron más leche corregida por energía (41.3 vs. 40.3 kg/día) y mostraron concentraciones más altas de acil-grelina y leptina en la sangre que las vacas del grupo 5-SE. Sin embargo, la concentración total de grelina en sangre fue menor en las vacas 8-SE.

Las vacas del grupo 8-SE rumiaron (528 vs. 421 min/día) y descansaron más (595 vs. 548 min/día) y estuvieron más activas cuando no estaban tumbadas (149 vs. 127 pasos/hora). Sin embargo, no hubo diferencias entre los grupos de enfriamiento en el consumo y la digestibilidad de la materia seca y en la concentración de componentes lácteos.

Estos resultados demuestran que agregar tres sesiones de enfriamiento adicionales durante el día ayudó a mitigar los efectos del estrés por calor mostrado por las diferencias en las concentraciones de grelina y leptina. Sesiones de enfriamiento adicionales mejoraron el bienestar y la producción de la vaca.

Referencia

Kleinjan-Elazary, A., Ben-Meir, Y., Gacitua, H., Levit, H., Fridman, A., Shinder, D., … & Gershon, E. (2020). Cooling management effects on dry matter intake, metabolic hormones levels and welfare parameters in dairy cows during heat stress. Journal of Dairy Research, 87(1), 64-69.

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