Alvaro Garcia
El ensilado de maíz es una de las principales fuentes de forraje en los sistemas intensivos de producción lechera. Las razones de esta preferencia son su concentración de energía en comparación con otros forrajes, así como su alto rendimiento por hectárea cuando las condiciones de crecimiento son adecuadas.
Con el paso de los años, la genética del maíz se ha mejorado en función de ciertas características, como la mejora de su valor nutritivo (es decir, almidón, lisina, aceite), así como un aumento general de la digestibilidad de su materia orgánica. Los buenos híbridos de maíz para ensilado tienen una alta producción, así como un elevado contenido energético.
El valor energético del ensilado de maíz depende en gran medida del contenido y de la digestibilidad del almidón y de la fibra. La fibra se fermenta principalmente en el reticulorumen y los productos de su fermentación son utilizados por los microorganismos ruminales.
Se ha observado una mejora en la producción de leche, por ejemplo, al alimentar con ensilado hecho con híbridos BMR (Brown MidRib, del inglés: Nervadura Central Marrón) y “ leafy” (muchas hojas) en comparación con el ensilado de híbridos de maíz convencional. Dado que cada año hay nuevos híbridos en el mercado, es importante conocer sus características agronómicas y el rendimiento que se espera cuando se alimenta con ellos al ganado lechero.
Dos nuevos híbridos de maíz para ensilado [MC 527 (LF1) y MC 5250 (LF2)] tienen una estructura de almidón “floury” (harinoso) y más fibra digestible en comparación con los híbridos tradicionales de maíz que son ricos en almidón y bajos en fibra digestible. Entre sus ventajas agronómicas se encuentran una mayor producción, mayor contenido en azúcar, fibra más digestible y mayor digestibilidad del almidón en comparación con el ensilado convencional.
Un experimento reciente (Acharya y Casper, 2020) evaluó la respuesta productiva cuando ensilados de los dos nuevos híbridos de maíz “leafy-floury” (LF1 y LF2) se ofreció a vacas lecheras al principio de la lactación (4 a 12 semanas después del parto) en comparación con un híbrido de maíz convencional. Los parámetros evaluados fueron: composición nutritiva, consumo de materia seca (MS), digestibilidad y producción lechera.
Los híbridos de maíz en cada tratamiento fueron:
- STA (una mezcla de semillas que incluye DKC48–12, DKC 52–29 y DKC 53–78 RIB Brand Blend)
- MC 527 (LF1; 105 días de madurez)
- MC 5250 (LF2; 102 días de madurez)
La densidad de siembra fue de 86,487/ha y se realizó siguiendo prácticas agrícolas comunes; los campos se fertilizaron antes de plantar de acuerdo a la evaluación del suelo. Los híbridos de ensilado LF1 y LF2 se cultivaron y cosecharon durante el año 2012, y el ensilado STA se cultivó y cosechó durante el año 2013. El ensilado se cosechó en los días de madurez recomendados para cada variedad experimental y se cortó a 1.9 cm de longitud teórica de corte con un procesador de grano.
Después de la cosecha, el ensilado se trató con un inoculante (Lactobacillus), se ensiló en bolsas y se dejó fermentar hasta que se utilizó. Los tiempos de almacenamiento fueron de 4, 14 y 14 meses para los ensilados de maíz STA, LF1 y LF2, respectivamente.
Las dietas experimentales se ofrecieron como ración total mezclada y contenían 63.9% de forraje (24.9% de heno de alfalfa y 75.1% de ensilado de maíz) y 36.1% de concentrado en base a MS. La formulación y las proporciones de los ingredientes fueron las mismas entre los tratamientos, siendo la única variable el tipo de ensilado de maíz.
El contenido de almidón fue mayor en el ensilado STA
El contenido de almidón fue mayor en el ensilado STA (37.0% MS) en comparación con los ensilados LF1 (32.4% MS) y LF2 (33.3% MS), por lo que el contenido de almidón en la dieta STA fue mayor (26.3% MS) que en las dietas LF (23.5% MS).
No hubo diferencias en el consumo de MS (22.9 kg/d), producción de leche (35.5 kg/d), producción de leche corregida por energía (37.5 kg/d), eficiencia alimenticia (1.69 kg/kg; leche con 3.5% de grasa corregida/consumo MS), grasa de la leche (3.94%), proteína láctea (3.08%) y cambio de peso corporal (−0.08 kg/d) entre híbridos de maíz. Sin embargo, las vacas alimentadas con ensilado STA tenían un pH y concentración de acetato ruminal más bajos junto con porcentajes molares de propionato más altos.
Los investigadores encontraron similares valores en el consumo de MS, la producción de leche y la composición de leche entre los híbridos, lo que demuestra que un ensilado de maíz con menor concentración de almidón y más fibra digestible puede igualar la respuesta productiva a un ensilado con más almidón y menor contendido en fibra digestible.
Referencia
Ishwary P. Acharya and David P. Casper. Lactational response of early-lactation Holstein cows fed starch or floury corn silage. 2020. J. Dairy Sci. 103:5118–5130.
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