Fernando Díaz
Las habas (Vicia faba) es una legumbre que se puede considerar como un alimento de doble propósito, proteico y amiláceo. Debido a su alto contenido en proteína (28-30 % de materia seca, MS) y almidón, las habas pueden sustituir a harinas proteicas y granos de cereales en las dietas de vacas lecheras.
Cuando se comparan con harina de soja, la proteína de las habas es más degradable en el rumen, tiene mayor contenido en lisina y menor en aminoácidos azufrados metionina y cisteína. Las habas contienen factores antinutricionales que pueden afectar el rendimiento productivo de las vacas como son los taninos, inhibidores de la tripsina, inhibidores de las proteasas, lecitinas, ácido gálico y compuestos de fitoestrógenos. Por lo tanto, aplicar tratamientos basados en calor en las habas es recomendable para disminuir los efectos de los factores antinutricionales e incrementar la fracción no degradable de su proteína.
Un estudio llevado a cabo en el Agri-Food and Biosciences Institute, Hillsborough, Irlanda del Norte, evaluó el impacto de proporcionar habas en el alimento sobre el rendimiento productivo y la digestibilidad de vacas lecheras en mitad de la lactación. Las vacas tuvieron libre acceso a ensilado de raigrás y recibieron 10 kg de cuatro concentrados diferentes ofrecidos mediante estaciones de alimentación.
Los concentrados contenían habas con niveles de inclusión crecientes: 0, 17, 33 o 47 % MS y las habas sustituyeron parcialmente a otros alimentos proteicos y energéticos (harina de soja, harina de colza, gluten feed de maíz, trigo y maíz molido). El ensilado de raigrás fue de calidad media (14.4 % proteína, 52 % FND en base a MS) y los concentrados fueron formulados para ser isoproteicos (21.7 % proteína) y tener similares contenidos en almidón (30-32 %). Las habas utilizadas en este estudio fueron de la variedad Fuego, sembradas en primavera, cosechadas el 15 de septiembre de 2015 y secadas durante 2 h a 80 °C para alcanzar un contenido en MS del 87 % DM.
Los resultados de este trabajo fueron publicados en Livestock Science. Los investigadores (Johnston y col., 2019) reportaron que la inclusión de habas en los concentrados no afectó el consumo (12.9, 8.8 y 21.7 kg MS/día de ensilado, concentrado y consumo total, respectivamente) ni los rendimientos productivos. Las vacas produjeron diariamente 28.1 kg de leche, 1.2 kg de grasa láctea y 0.96 kg de proteína láctea. Como era de esperar, los niveles de urea en plasma se incrementaron linealmente al aumentar el nivel de inclusión de las habas de 2.97 mmol/L en las vacas que recibieron el concentrado sin habas hasta 3.42 mmol/L en las vacas suplementadas con el concentrado con mayor porcentaje de habas (47 % MS). Además, la digestibilidad de la MS, la materia orgánica, la energía y la fibra no se vieron afectadas al incluir habas. Sin embargo, hubo un incremento lineal en la digestibilidad del nitrógeno al incrementar la inclusión de habas.
En conclusión, los resultados de este trabajo indican que las habas pueden incluirse en las dietas de vacas en medio de la lactación a niveles de inclusión elevados (hasta 4.7 kg/día) y reemplazar otras fuentes de proteína y almidón. Es importante resaltar que el contenido en proteína de estas dietas era relativamente alto (17.4 % MS) y que la producción lechera no era muy elevada; en condiciones con dietas bajas en proteína o vacas con mayor nivel productivo, posiblemente los resultados podrían haber sido diferentes.
Referencia
D.J. Johnston, K. Theodoridou, C.P. Ferris. 2019. The impact of field bean inclusion level in dairy cow diets on cow performance and nutrient utilisation. Livestock Science. 220: 166-172.