Álvaro García
La eficiencia de los sistemas de producción lechera a base de pastura depende en gran medida de la producción de leche por unidad de superficie. Otro componente importante es la producción diaria por vaca y, mejor aún, su producción en su vida útil. Un insumo clave para lograr esto en estos sistemas es la calidad de los alimentos de los cuales más del 80 por ciento generalmente puede constituir pastura y el resto concentrado.
Mientras que la calidad del concentrado se puede mantener relativamente consistente, la concentración de nutrientes de la pastura depende en gran medida de las especies vegetales predominantes y el manejo del pastoreo. Leguminosas, gramíneas y sus mezclas pueden proporcionar un alimento altamente digestible que, si se maneja correctamente, puede incluso aproximar la densidad de nutrientes del concentrado.
Aunque las leguminosas como la alfalfa y el trébol contribuyen significativamente con nutrientes digestibles, especies de gramíneas como el bromo inerme y particularmente el raigrás perenne (Lolium perenne L.) pueden mejorar la calidad de la mezcla de pastura. Cuando se pasta en su etapa inmadura, el raigrás puede tener una digestibilidad de más del 80% contribuyendo con una cantidad muy similar de nutrientes en comparación con el concentrado.
La pregunta entonces es si la suplementación del raigrás con concentrado resulta en una mejora del consumo total de alimentos y/o más nutrientes disponibles para la vaca. Para optimizar su utilización, es importante entender la dinámica de su digestión en el rumen y el paso de nutrientes (por ejemplo, aminoácidos) al intestino. Dado que la proteína en el raigrás es muy digestible, la mayor parte de su nitrógeno terminará siendo incorporado en proteína microbiana de alta calidad (siempre que también haya energía disponible), que termina siendo utilizada en el intestino delgado.
Un estudio reciente (Dineen et al., 2020) evaluó el efecto de la suplementación de grano de cebada achatado sobre la dinámica microbiana en los pre-estómagos de vacas en lactación alimentadas con raigrás. Se especuló que la inclusión de cebada aumentaría los carbohidratos fermentables en el rumen y así aumentaría el flujo de nitrógeno microbiano al omaso en comparación con una dieta solo de raigrás.
Las vacas Holstein canuladas en el rumen usadas en el experimento promediaron 49 ± 23 días en leche y 513 ± 36 kg de peso corporal y fueron asignadas a uno de dos tratamientos:
- Raigrás
- Raigrás más 3.5 kg de materia seca (MS) de cebada aplastada
Hubo tres periodos de 29 días cada uno que consistían en 21 días de adaptación a la dieta y 8 días para muestreo y recolección de datos. Para determinar el tamaño del pool de nutrientes y microorganismos, se usó la técnica de evacuación del rumen que permitió el cálculo de las tasas fraccionarias de digestión y crecimiento microbiano.
Protozoos y bacterias en vacas lecheras
Es importante entender qué grupo microbiano (protozoos o bacterias) se beneficia más de esta suplementación y si al final mejora los nutrientes suministrados al intestino. Los protozoos, por ejemplo, no se han estudiado extensamente, aunque representan importantes contribuyentes de nutrientes, particularmente proteínas.
Debido a la alta digestibilidad del raigrás, las vacas que lo pastorean tienen una tasa acelerada de paso, que se ha sugerido como crucial para el tiempo de generación de protozoos. Además, los protozoos se benefician del rápido suministro de azúcares, proteínas solubles verdaderas y un pH moderado que se produce en vacas que pastan raigrás.
Efectos de la suplementación con grano de cebada
Los resultados de este estudio no mostraron diferencias entre ambos tratamientos en la producción de leche diaria ni en la producción de leche corregida por energía. La concentración de grasa láctea y el nitrógeno ureico en leche disminuyeron, mientras que la concentración de proteína en leche aumentó en las vacas alimentadas con la dieta de raigrás suplementada con cebada.
Esto podría deberse a que la fibra altamente digestible afecta a la síntesis de grasa láctea y produce una mayor incorporación de nitrógeno en proteína microbiana, reduciendo así la urea sanguínea y el nitrógeno ureico en leche. Del mismo modo, un mayor paso de proteína microbiana al intestino haría que se absorbieran más aminoácidos y en última instancia, produciría más proteína en leche.
Una observación importante fue que el consumo de MS era mayor en las vacas alimentadas con el raigrás complementado con cebada aplastada. La digestibilidad de la fibra en el rumen y en el tracto total también fue menor en las vacas suplementadas con cebada, pero no hubo diferencia en el pH rumen, lo que es interesante notar.
Había más carbohidratos fermentables en el rumen de las vacas suplementadas con cebada. El flujo de proteína verdadera y nitrógeno bacteriano también aumentó en vacas suplementadas con cebada. Mientras que el flujo de nitrógeno de los protozoarios era el mismo entre ambas dietas, este grupo de microorganismos aparentemente suministró más nitrógeno microbiano y tenía un tiempo de generación más corto.
Conclusión
Este estudio demostró que las vacas que comían raigrás perenne dependían en gran medida de la síntesis microbiana como una fuente de proteína verdadera suministrada al intestino delgado. Suplementar el raigrás con cebada no tuvo ningún efecto en el rendimiento de la vaca, pero redujo la digestibilidad de la FND y aumentó el flujo de nitrógeno bacteriano.
La decisión o no de complementar con cebada dependerá probablemente de la densidad de siembra y la disponibilidad del raigrás. Si hay mucho raigrás disponible, el uso de cebada achatada como suplemento probablemente resulta en un efecto de sustitución de casi 1-1 que no terminará en un mayor suministro de nutrientes al intestino. Es posible que estos resultados difieran si un grano con almidón menos fermentable como el maíz se hubiera utilizado en este experimento.
Referencia
M. Dineen, B. McCarthy, P. Dillon, P. A. LaPierre, S. Fessenden, C. Matthews, N. Galvin, and M. E. Van Amburgh. 2020. Rumen metabolism, omasal flow of nutrients, and microbial dynamics in lactating dairy cows fed fresh perennial ryegrass (Lolium perenne L.) not supplemented or supplemented with rolled barley grain. J. Dairy Sci. 103:11332–11348.
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