Mercedes González & Nuria García
El ensilado de maíz, o el heno y el ensilado de alfalfa son fuentes habituales de forraje y se emplean con mucha frecuencia en la alimentación del vacuno lechero por su alta digestibilidad, su mayor tasa de ingestión y su mayor impacto sobre la producción de leche. Sin embargo, a veces tienen disponibilidad limitada en algunas zonas, sobre todo en las que tienen condiciones climáticas desfavorables o tienen limitaciones de terreno o de agua, y por esto se tiene que recurrir a fuentes de forraje alternativas.
El bagazo de caña de azúcar es un coproducto de la industria de extracción de azúcar y etanol, quedando un residuo rico en fibra que se puede aprovechar como fuente de forraje o fibra en la alimentación del vacuno lechero. Como tiene baja calidad nutricional, se suele utilizar en condiciones en las que hay escasez de forrajes, o si el hecho de que su uso como fuente de fibra es ventajoso por su bajo coste (por ejemplo, en zonas productoras de azúcar o pasta de papel en las que el aprovechamiento de la caña puede suponer un beneficio sobre otras fuentes de forraje más costosas).
La paja de cereales es también un alimento usado en la ración para las vacas lecheras porque, aunque no aporta nutrientes fundamentales, es una fuente de fibra que favorece la motilidad ruminal y reduce el riesgo de acidosis ruminal. Una gran parte de las granjas la incluyen en las raciones como ingrediente en diferentes fases del ciclo productivo, sobre todo en el secado.
El valor nutricional de la paja de trigo es bajo (80% de fibra neutro detergente [FND] y 4.0% de proteína sobre materia seca [MS]), así como el del bagazo de caña de azúcar (más del 80% de FND y 3.0% de proteína), por lo que ambos reducen la ingestión de MS y con ello la producción de leche si se añaden en exceso.
Por eso, cuando se usan como fuente de fibra, se debe incorporar una proporción adecuada de concentrado para cubrir adecuadamente las necesidades de energía digestible y proteína de las vacas en producción.
Con el objetivo de evaluar si el bagazo de caña de azúcar podría reemplazar parcialmente a la paja de trigo como fuente de fibra, un estudio (Molavian et al., 2020) evaluó el efecto de este ingrediente sobre la producción de leche y la fermentación ruminal en vacas a mitad de la lactación.
Las vacas incluidas en el estudio se asignaron a tres grupos experimentales:
- 0BCA: dieta que contenía un 0% de bagazo de caña de azúcar y un 27% de paja de trigo
- 9BCA: dieta que contenía un 9% de bagazo y un 18% de paja
- 18BCA: dieta que contenía un 18% de bagazo y un 9% de paja
La dieta se administraba en forma de ración totalmente mezclada añadiendo una mezcla de concentrado.
La composición nutricional de cada componente de la fibra suministrada fue la siguiente según se muestra en la primera tabla:
Los efectos de la sustitución parcial de la paja de trigo por bagazo de caña de azúcar sobre la ingestión de alimento y nutrientes, y sobre la producción y composición de la leche se muestran en la segunda tabla:
El consumo de bagazo de caña no afectó a la producción de leche
La sustitución de la fuente de fibra por bagazo de caña de azúcar no tuvo un efecto negativo sobre la ingestión de alimento ni sobre la producción o la composición de la leche.
La ingestión de MS fue similar entre los grupos. La producción y composición de la leche tampoco se vio afectada por la sustitución de la fuente de fibra y fue similar en los tres grupos (37.0 kg/día de media), incluyendo la grasa (3.89%), proteína (2.90%), y lactosa (4.39%). Lo mismo sucedió con el contenido en grasa, proteína verdadera y lactosa en la leche: la composición fue similar para los tres grupos, sin diferencias significativas.
El bagazo de caña de azúcar hizo que aumentaran los tiempos de rumia
La adición de bagazo de caña de azúcar aumentó de forma lineal los tiempos de rumia (376 minutos/día en el grupo 0BCA, 426 minutos/día en el grupo 9BCA y 477 minutos/día en el grupo 18BCA), pero el tiempo de alimentación no se vio afectado.
El pH ruminal medio fue 6.68 en el grupo 0BCA, 6.50 en el grupo 9BCA y 6.10 en el grupo 18BCA, y se observó que descendía de forma lineal según se reemplazaba la paja de trigo por el bagazo de caña de azúcar. Este resultado se atribuyó principalmente a observaciones de estudios previos (Beauchemin y Yang 2005) en los que se observó que la concentración de fibra físicamente efectiva (peNDF) de las raciones aumentó el tiempo de masticación, pero este aumento del tiempo no aumentaba necesariamente el pH ruminal.
Efecto del cambio de la fuente de fibra en la productividad de las vacas
La fibra del bagazo de caña de azúcar es menos degradable que la fibra de la paja de trigo. En este estudio, las dietas que añadieron bagazo de caña de azúcar resultaron ser más fibrosas que las que eran más ricas en paja de trigo. Otro dato interesante que se extrae de este estudio es que la parte de la fibra aportada por el bagazo de caña de azúcar tenía mayor longitud de partícula (>19 mm), por lo que se temía que esto pudiera causar rechazo o selección del alimento.
En este estudio, el cambio de la fuente de fibra no estuvo acompañado por un aumento de los tiempos de ingestión o cambios en la cantidad de MS ingerida. En general, las vacas de este estudio fueron capaces de mantener su nivel de ingestión y su producción de leche a base de seleccionar las partículas de fibra mayores de 19 mm y rumiar durante más tiempo para procesar la ingesta superior de menos fibra degradable.
Conclusión
Estos resultados muestran que el bagazo de caña de azúcar es una buena fuente de fibra físicamente efectiva para vacas a mitad de lactación que además consumen altas cantidades de concentrado, a pesar de que sea menos digestible que la paja de trigo. Puede ser una buena alternativa como fuente de fibra en aquellas situaciones en las que se sea posible sustituirla de forma parcial, sin afectar negativamente a la ingestión de MS ni a la producción de leche.
Referencia
M. Molavian, GR Ghorbani, H Rafiee, K A Beauchemin. Substitution of wheat straw with sugarcane bagasse in low-forage diets fed to mid-lactation dairy cows: Milk production, digestibility, and chewing behavior. Journal of Dairy Science. 2020 Sept; 103(9): 8034-8047.
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