¿Es fiable monitorizar la cetosis con datos de control lechero?

Fernando Díaz

La cetosis subclínica se caracteriza por un nivel elevado de cuerpos cetónicos en sangre y es uno de los problemas metabólicos más comunes en vacas lecheras al comienzo de la lactación. Las vacas con cetosis reducen su consumo de materia seca y son más propensas a desarrollar otras enfermedades como metritis y desplazamiento de abomaso. Además, disminuye la producción láctea y la reproducción durante la lactación. Por lo tanto, la monitorización de la cetosis en vacas lecheras es critica para mantener la salud de las vacas y su productividad.

La cetosis se detecta al medir los niveles de beta-hidroxibutirato, un cuerpo cetónico, en sangre, orina o leche mediante técnicas de laboratorio o análisis que se llevan a cabo en la granja. Recientemente, la concentración de beta-hidroxibutirato se esta midiendo en muestras leche recogidas durante las visitas de Control Lechero Oficial (CLO) mediante técnicas de infrarrojos.

Investigadores del Department of Population Medicine de la University of Guelph (Ontario, Canadá) llevaron a cabo un estudio transversal para evaluar si un nuevo instrumento de infrarrojos tenía tan buena precisión como el método de laboratorio tradicional que identifica vacas con hipercetonemia.

Los investigadores determinaron la concentración de beta-hidroxibutirato en 316 vacas de 17 granjas en muestra de leche del CLO usando la prueba de beta-hidroxibutirato (MilkoScan FT600) y muestras de sangre mediante un analizador de bioquímica automatizado. Todas las muestras se tomaron en vacas con menos de 50 días en leche, y la producción media fue de 36 kg de leche, 1.5 kg de grasa láctea y 1.2 kg de proteína láctea.

Los casos de cetosis subclínica fueron definidos como concentraciones de beta-hidroxibutirato igual o superior a 1.2 mmol por litro de suero o 0.14 mmol por litro de leche. Según estos valores, el 11.0 y 14.0 % de las vacas se consideraron positivas a cetosis mediante el método de análisis de sangre o la técnica de infrarrojos en leche del CLO, respectivamente. Sin embargo, el nivel de beta-hidroxibutirato en leche estaba solo moderadamente correlacionada con la técnica de sangre (0.63). La prevalencia de cetosis a nivel de rebaño osciló entre 0 y 43 % (promedio: 14 %).

Además, los autores encontraron que el número de días en leche y la prevalencia de cetosis en el rebaño afectaban la precisión del análisis de leche. La sensibilidad da la prueba de infrarrojos en leche, definida como la probabilidad de que las vacas con nivel de hipercetonemia en suero ≥1.2 mmol/L sean positivas, fue superior en vacas con menos de 25 días en leche (100 %) que en vacas con más de 25 días (91 %). De modo similar, en granjas con mayor prevalencia de cetosis (más del 14 %), la sensibilidad de la prueba de CLO era más alta que en lecherías con menor prevalencia (83 vs. 75 %).

En conclusión, este estudio demostró que la prueba en leche de CLO no puede sustituir a la prueba llevada a cabo en laboratorio o a análisis que se realizan en granja para detectar vacas con cetosis, pero es una buena herramienta para monitorizar la cetosis a nivel de rebaño.

Referencia

Renaud, D. L., D. F. Kelton, and T. F. Duffield. 2019. Short communication: Validation of a test-day milk test for β-hydroxybutyrate for identifying cows with hyperketonemia. J. Dairy Sci. 102:1589–1593.

Suscríbete a nuestra Newsletter

Nutretain Silage Inoculants

Maximize your forage potential with Nutretain,

25 years of proven succes